La semana pasada, la ciudad del Cusco celebró su conferencia ejecutiva anual (CADE), en la que uno de los temas tratados fue la llamada "nueva forma", una propuesta integral del sector privado para facilitar los trámites laborales y tributarios. Y la sociedad”.

La consultora Macroconsult, representada por el economista Elmer Cuba, ha propuesto promover leyes laborales formales mediante la creación de un sistema tributario progresivo general, la eliminación del sistema de ingresos especiales (RER) y la reforma para mejorar el Sistema Unificado Unificado (RUS). Desde una perspectiva laboral, sugirió que las regulaciones se aplicarían gradualmente y los salarios se basarían en la productividad.

La realidad es que Perú tiene una de las tasas de informalización más altas de la región y las microempresas son los principales empleadores y representan más del 90% de las empresas informales. Esta situación merece no sólo reflexión sino también acción. En este contexto, cabe señalar que el CADE 2022 también aborda el tema del empleo formal, afirmando que se necesitan grandes inversiones para revertir el empleo informal. En términos de crecimiento del PBI, el pronóstico no es nada favorable ya que el BCR ha rebajado su pronóstico de crecimiento a 0,9% para 2023, mientras que el Instituto Peruano de Economía (IPE) pronostica -0,3%, inferior al medio. Países latinoamericanos que según el IPE crecerán un 1,9%. BBVA Research estima que la economía crecerá un 0,4% en 2023. En todos los casos, las cifras se basan en caídas de la inversión privada, fenómenos climáticos y conflictos sociales. Los expertos predicen que el PIB crecerá entre un 2,3% y un 2,4% en 2024, dependiendo de la intensidad del próximo fenómeno de El Niño.

Tampoco olvidemos que nuestra economía está en recesión. En agosto, el PIB retrocedió el 0,63%, acumulando 4 meses negativos. En el frente del empleo, una disminución de la producción provocará una disminución del empleo formal y un aumento del desempleo.

Según la encuesta mensual de expectativas macroeconómicas del BCR publicada en octubre, las empresas creen que los factores que más limitan el crecimiento en el corto y mediano plazo son la inestabilidad política, los conflictos sociales y la dificultad para pagar los servicios gubernamentales. Otros factores limitantes incluyen la incertidumbre regulatoria, mercados laborales ajustados, altas tasas impositivas y/o reglas tributarias complejas.

Tal como dicen los expertos, la inversión privada es el motor del crecimiento y, por tanto, crea empleos formales, cuyo número ha aumentado respecto a 2020, pero aún no es suficiente. Desafortunadamente, por las razones descritas anteriormente, vemos tasas de rendimiento negativas en nuestras inversiones de capital privado. De hecho, sin estabilidad política y jurídica, los inversores no arriesgarán su capital en el país.

Tenemos ante nosotros una gran tarea sin resolver.
Aunque este no es el único problema, es necesario desarrollar estrategias para alentar a las microempresas informales a salir del marco formal. Lo que resulta menos atractivo es el complejo sistema fiscal y una serie de obstáculos administrativos que deben superarse, como permisos municipales, acciones irrazonables de las autoridades locales en forma de cierres inútiles o leyes laborales hostiles.