EL TITICACA SE SECA

 

 

Los uros son los más afectados por el descenso en el volumen de las aguas del lago Titicaca. Los canales de navegación que los comunican con tierra firme han desaparecido. Los isleños tienen que caminar por yermos de totora seca para abordar las lanchas que los llevan a la ciudad. El turismo decae en medio de la sequía.

“Poco a poco ya no hay agua, y nadie pensaba que esto iba a suceder”, se queja acongojada.

La preocupación de esta mujer isleña se debe a la reducción del volumen de las aguas del lago Titicaca por la ola de calor y sequía.

El lago ha perdido una altura de 54 centímetros desde abril a la fecha. Esto ha provocado la desertificación de toda la ribera. Decenas de embarcaciones han quedado expuestas sobre un lodazal que ahora mismo está en proceso de seca. Los canales naturales que serpenteaban los totorales y que les servían a los isleños para salir a tierra y abastecerse de alimentos desaparecieron. La población de los uros es la más afectada. El turismo, en el cual radican sus ingresos, ha mermado.

Desde una base de concreto que hasta hace unos meses funcionaba como embarcadero,en el centro poblado de Chulluni, Apaza, “tenientina” de los uros, mira el desastre ecológico que aqueja al lago. Desde esa plataforma de cemento solo había que estirar el pie para subirse en una lancha y zarpar hacia las islas flotantes.

El titular de la reserva, Víctor Hugo Apaza Vargas, afirma que en el área afectada no hay fauna y los pobladores ribereños no tienen cómo sacar totora fresca para alimento de su ganado. Esto ha generado a la vez un problema social. Varias comunidades ribereñas están buscando poseer de áreas secas para fines agrícolas, sin respetar la faja marginal y las áreas de protección.

or su parte, el biólogo Edmundo Miranda Paca, que durante años ha trabajado en la descontaminación del lago, sostiene que en casi toda la ribera circunlacustre existe un panorama árido a causa de la salinización acelerada por la baja del nivel del agua. Afirma que, si el calor persiste, la solidificación de la tierra, hasta convertirse en suelo firme, no tardará mucho.

Los lancheros son de los más afectados por el impacto ecológico en las orillas. Al zarpar de la isla, tienen que apagar su motor 1 kilómetro antes de acercarse a tierra porque tienen que remar a mano en medio del lodo para que el pasajero pueda desembarcar en algún punto firme.Las lanchas que persistieron en enfrentarse a la naturaleza quedaron encalladas en el fango.

“A nosotros nos está afectando mucho. Antes yo trasladaba cuatro pasajeros. Ahora solo puedo llevar a dos como máximo porque no se puede remar en el lodo. Si insistimos, se recalienta la hélice de nuestro motor y se rompe”, cuenta el lanchero Aurelio Vilca.

A nuestro retorno, la asamblea de los uros había decidido retirar el lodo de los canales que desaparecieron. Los trabajos comenzaron el jueves 14 y continuaron el viernes 15. La faena se desarrolló en medio de un nuevo reporte meteorológico del Senamhi. El titular de este sector en Puno, Sixto Flores, advirtió que cada día que pasa el lago pierde 3 milímetros de agua por evaporación. Si el lago pierde 74 centímetros de alto, habrá impactos irreversibles. El Niño global golpea al lago más importante del país.

 


Publicado en La República - pag.17, 17 de setiembre del 2023.