La inversión privada es uno de los principales motores que impulsan el crecimiento económico. Cuando los capitales ingresan, se crean empresas y negocios nuevos, los cuales contribuyen a la generación de puestos de trabajo y al desarrollo integral de una nación.

Por ende, aquellos países que reciben flujos importantes de inversión privada avanzan en el proceso de mejorar la calidad de vida de la población, aumentar la capacidad adquisitiva de los ciudadanos y erradicar la pobreza.

En términos generales, nuestro país recibió de forma sostenida en los últimos años un notable flujo de inversiones privadas extranjeras, hecho que en definitiva contribuyó a conseguir el destacado crecimiento económico y reducción de la pobreza que convirtieron al Perú en objeto de estudio.

No obstante, en los últimos meses la inversión privada se contrajo fuertemente. Al respecto, el Banco Central de Reserva (BCR) informó que el retroceso fue de 12% en el primer trimestre del presente año como resultado de los conflictos sociales que estallaron en el país en diciembre del 2022 y de la desconfianza empresarial generada por esta convulsión, así como por la ausencia de grandes proyectos en el sector minero.

Asimismo, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) subrayó que el país, efectivamente, atraviesa por una caída de la inversión privada en lo que va del presente año, aunque la perspectiva es que el indicador mejore entre el 2024 y el 2026, a tono con la recuperación de la confianza empresarial.

Por eso resulta urgente tomar las acciones pertinentes para recobrar cuanto antes niveles óptimos de inversión privada, ya que de ello depende la reactivación de nuestra economía tras un período complicado a raíz de la pandemia del covid-19, los conflictos sociales y la incertidumbre generada en el ámbito político.

Si bien corresponde al Ejecutivo dictar las medidas apropiadas para atraer más capitales, resulta necesario también exhortar a todos los sectores políticos y a los poderes del Estado a no poner en marcha acciones que incrementen la desconfianza. Por el contrario, están llamados a trabajar de forma articulada a fin de mejorar las condiciones para atraer inversiones libres de corrupción y alineadas con los objetivos estratégicos de nuestra patria, como la preservación del medioambiente, la eliminación de la pobreza y el cierre de brechas sociales.

En tal contexto, el titular del MEF, Álex Contreras, se encuentra en estos días embarcado en una gira de trabajo por diversos países de Europa, en los cuales sostiene reuniones con grupos empresariales y de inversionistas con el propósito de promover los atractivos del Perú como destino seguro y rentable para los capitales.

Esperamos que esta gestión ministerial de alto nivel alcance resultados positivos y que la recuperación de la inversión privada se consiga muchos antes de lo previsto para beneficio de todos los peruanos.