Argentina, el tercer exportador mundial de soja y maíz, sufrió la semana pasada una ola de calor que acabó con gran parte del agua de los suelos.
Las lluvias que cayeron en los últimos días en gran parte de la principal región sojera de Argentina recargaron de humedad los suelos secos, dejando condiciones favorables para el desarrollo de las plantas, que se encuentran en etapas clave de determinación de rendimientos, dijeron el lunes especialistas.
Argentina, el tercer exportador mundial de soja y maíz, sufrió la semana pasada una ola de calor que acabó con gran parte del agua de los suelos e infló las expectativas sobre las precipitaciones esperadas para el último fin de semana.
"Hacía un par de semanas que no estábamos registrando lluvias. Las temperaturas habían ido en aumento, la gran mayoría de los cultivos están etapas de reproducción críticas, así que vino más que bien. Fue una muy buena noticia", dijo Esteban Copati, director del departamento de estimaciones de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.La entidad estimó la producción argentina de soja 2018/19 en 53 millones de toneladas.
En los últimos días, gran parte de la zona agrícola núcleo de Argentina recibió lluvias de entre 30 y 50 milímetros, con algunas regiones con precipitaciones excesivas, de más de 100 milímetros, explicó Germán Heinzenknecht, meteorólogo de la Consultora de Climatología Aplicada (CCA).
Con estas lluvias, la definición de los rendimientos de la soja "está prácticamente cerrada, en casi un 80 por ciento", señaló Heinzenknecht.
La semana pasada la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), que prevé una cosecha de soja de 52 millones de toneladas, dijo que la mayor parte del corazón pampeano poseía reservas de agua entre regulares y escasas, y que la intensidad de las lluvias podría modificar su pronóstico.
El lunes, Cristian Russo, jefe del área de estimaciones agrícolas de la BCR, explicó a Reuters que "gran parte de la región (agrícola núcleo) recibió agua y vamos a estar hablando de mejores rindes".
A su vez, Russo señaló que las zonas que recibieron precipitaciones excesivas, en particular en el sudeste de la provincia de Santa Fe y el sudoeste de Entre Ríos, podrían ser susceptibles al exceso de humedad.
Fuente: Gestión, 26 de febrero del 2019