MARADONA Y LAS TASAS DE INTERES

 

En 2005, Mervyn King, entonces gobernador del Banco de Inglaterra (el banco central del Reino Unido), presentó su "Teoría Maradona de los tipos de interés". King argumentó que la actuación del gran jugador en el Mundial de 1986 contra Inglaterra era un ejemplo perfecto de cómo conducir la política monetaria. Para anotar, Maradona esquivó a cinco rivales, pero lo más sorprendente fue que corrió derecho y eliminó a los defensores, utilizando fintas para convencerlos de que iba a cambiar de dirección. Para King, la lección es clara: gestionar hábilmente las expectativas de los inversores sobre los tipos de interés futuros y poder alcanzar el objetivo de inflación sin cambiar los tipos de interés oficiales. Desde entonces, la teoría de Maradona ha reinado supremamente.


Después de la crisis global de 2007-2009 y durante la pandemia, las tasas de interés de los bancos centrales se mantuvieron cerca de cero durante largos períodos mientras estas instituciones intentaban estimular las economías de sus países. Incapaces de seguir bajando las tasas de interés a corto plazo, muchos han recurrido a la solución de Maradona: asegurar a los inversores que no tienen intención de aumentar las tasas de interés en el corto plazo.
Los programas de flexibilización cuantitativa (QE), que consisten en comprar grandes cantidades de bonos junto con nuevas reservas, han reforzado esta señal, confirmando que los bancos centrales sufrirán enormes pérdidas si aumentan las tasas de interés. Como resultado, los rendimientos de los bonos a largo plazo cayeron a mínimos históricos.
En Estados Unidos, donde la Reserva Federal (Fed) está elevando los tipos de interés en más de cinco puntos porcentuales, todavía hay margen de maniobra. Sin embargo, los inversores, como los defensores de Maradona, siguen reaccionando más a la “dirección futura” que a las tasas de interés actuales. En diciembre, el presidente

Jerome Powell de la Fed causó confusión no por el cambio de tipos de interés sino porque afirmó que el tema se discutiría en el futuro. La confirmación de las esperanzas de los inversores de un recorte de los tipos de interés hizo caer los rendimientos de los bonos y provocó una subida del mercado de valores.
¿Por qué las expectativas de los inversores siguen siendo mucho más importantes que la política monetaria de la Reserva Federal? La respuesta corta es que muy poca deuda sigue las tasas de interés de la Reserva Federal, mientras que la mayor parte depende de tasas de interés a largo plazo que se fijan en función de las expectativas. El rango objetivo de la Reserva Federal determina la tasa de préstamo interbancario a un día, que determina las tasas de interés para préstamos de tasa variable a empresas e individuos. Por el contrario, las expectativas sobre cambios futuros en las tasas de interés variables determinan la tasa de interés fija a la que los inversionistas o instituciones están dispuestos a otorgar préstamos a largo plazo.
Los tipos de interés fijos prevalecen sobre los tipos de la Reserva Federal. Por ejemplo, se estima que a finales de 2021, solo el 3% de las hipotecas nacionales tenían tasas ajustables, mientras que el resto tenía tasas fijas por 30 años o más. Por su parte, el 86% de los bonos corporativos de 2021 emitidos a tipos fijos no se ven afectados por la acción de la Reserva Federal. Incluso los préstamos privados y bancarios con tipos de interés variables suelen estar asegurados contra el aumento de los costes financieros.
Por lo tanto, no sorprende que las futuras orientaciones del banco central tengan el mayor potencial para mover los mercados y lograr la meta de inflación al cambiar el costo del nuevo endeudamiento. Esto no hace que la tasa de política monetaria sea irrelevante, sino que le otorga un nuevo papel: para guiar de manera creíble las expectativas en el largo plazo, los bancos centrales deben seguir los cambios que indiquen.

El dilema es qué hacer cuando las condiciones cambian. Ben Bernanke, ex presidente de la Reserva Federal, advirtió una vez que la situación podría degenerar rápidamente en un “salón de espejos”: si las autoridades distorsionan las expectativas del mercado, podrían ocurrir innumerables distorsiones. El último trabajo de Bernanke, que analiza el enfoque del Banco de Inglaterra, ofrece una salida, dice Michael Woodford de la Universidad de Columbia. Una de sus recomendaciones más importantes es que la organización debería comenzar a publicar pronósticos de las tasas de interés de política monetaria bajo múltiples escenarios económicos posibles, en lugar de simplemente publicar el escenario base. Esto ayudará a los inversores a comprender cómo reaccionarán los funcionarios ante diferentes condiciones, lo que les permitirá cambiar de rumbo en respuesta a nuevos datos. Otros métodos para mejorar la validez de futuras recomendaciones seguirán siendo importantes.


Una consecuencia es que es probable que la flexibilización cuantitativa permanezca en la lista corta de los bancos centrales cuando se relajen las condiciones, porque su implementación indica que estos bancos realmente creen que las tasas se mantendrán bajas durante mucho tiempo. Otra consecuencia bastante irónica es que las tasas de interés a corto plazo se vuelven relevantes porque los movimientos de las tasas de interés muestran que los funcionarios están cumpliendo sus promesas. Incluso Maradona tuvo momentos en los que le resultó difícil imitar su estilo de juego.




Autor: The Economist. Fuente: Diario Gestión - pag. 23, 23 de mayo del 2024.