Estamos en un entorno de políticas monetarias contractivas, de persistente aumento de inflación a escala mundial, de temores por escaladas de la guerra entre Rusia y Ucrania, una tensión geopolítica y una desconfianza en las perspectivas de crecimiento económico, sumados al descontento social por el aumento del costo de vida, que afecta principalmente a los sectores menos favorecidos.
La inflación registró un avance acumulado de 8.09% durante los últimos doce meses, ubicándose por encima del límite del rango meta del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP).
Es necesario precisar que el avance mensual se debió al incremento de precios en los grupos de consumo (transporte y restaurantes y hoteles). Por otro lado, la inflación subyacente tuvo un avance del 0.60% en mayo (0.45% en abril). En detalle, la división de consumo Transportes (1.72%) registró mayores precios como consecuencia del incremento de la cotización de combustibles derivados del petróleo.
Por su parte, el grupo de restaurantes y hoteles anotó un incremento de precios de 1.10% en mayo, asociado a un mayor costo en los insumos utilizados para la preparación de comidas. Por último, precisa que el grupo de alimentos y bebidas no alcohólicas registró una caída de 0.70% en sus precios, el cual presenta un decrecimiento en sus precios luego de varios meses consecutivos de incrementos. Esto último se justifica por una importante reducción en el precio de productos perecibles.
Las expectativas de lo que podríamos estar presentando en los próximos meses vienen marcadas por el impacto de las medidas de corto plazo que los gobiernos ejecutan. Los sectores de mayor crecimiento aún no recuperan los indicadores de la etapa prepandemia. El 22 de mayo entró en vigor la exoneración del impuesto general a las ventas (IGV), medida que ha tenido un impacto limitado en la reducción de precios.
Se tiene previsto continuar con un nivel de inflación elevado durante los próximos meses, pero esperamos que retorne al rango meta del BCRP a mediados del 2023. Existen, sin embargo, riesgos latentes que tienen el potencial de mantener el nivel de inflación por un mayor tiempo, como son los problemas de oferta internacional en la cadena de suministros, combustibles y fertilizantes.
En mayo, los indicadores de situación actual y de expectativas empresariales se deterioraron, con 13 de 18 indicadores ubicándose en terreno pesimista, según una reciente encuesta del BCRP. A nivel desagregado, las empresas de los sectores Minería e Hidrocarburos y Construcción son las más pesimistas acerca de la evolución de la economía en los próximos 12 meses, mientras que en el ámbito regional la zona sur es la más pesimista.
Autor: Elí Casaverde. Fuente : El Peruano, 10 de junio del 2022.