En el primer año de Ley Antitabaco se esperan menos infartos entre los
fumadores pasivos
Tras un
año de
Tras un
año de
"Desde
el punto de vista de la salud pública, no estar expuesto al humo de segunda
mano va a tener consecuencias visibles, entre ellas una menor frecuencia de las
enfermedades coronarias", sostiene Joan Ramón Villalbí,
de
De algo
debe haber servido que en los centros de trabajo los niveles de nicotina
ambiental se hayan reducido en 2006 en un 82%. Hay que tener en cuenta que cada
año mueren en España 6.200 fumadores pasivos, 1.200 de ellos por la exposición
al humo en el entorno laboral. Claro que la importante reducción de fumadores
en 2006 no es atribuible por entero al impacto de la ley, "sino también a
una tendencia a dejar de fumar que se observa desde principios del año
2000", afirma Córdoba.
La ley
ha despertado grandes expectativas sanitarias y muchos expertos coinciden en
que proporcionará resultados beneficiosos, pero en la mayoría de las
enfermedades relacionadas con el tabaco, como el cáncer de pulmón, los efectos
se verán a largo plazo, advierte Córdoba. En los fumadores pasivos, más que la
nicotina, son otros componentes del humo los que producen enfermedades.
"Tiempo atrás nos fijábamos en la exposición del fumador que consumía un
paquete al día. Pero lo que estamos viendo es que niveles de humo relativamente
bajos como son los del ambiente de un despacho son importantes, también hay
grandes beneficios: los estudios realizados en algunas poblaciones de Estados Unidos
observan un descenso de enfermedades coronarias del orden del 30% al 40%",
dice Villalbí.
La salud
de un fumador que deja el hábito mejora espectacularmente y muy deprisa; en los
no fumadores la mejora es menos evidente, salvo en las personas con edad
avanzada y problemas circulatorios, a las que poco humo ya es suficiente para
provocarles un infarto, añade Villalbí.
Sí que
se beneficiarán a corto plazo los enfermos coronarios con complicaciones como
diabetes, explica Josep Brugada,
director del Instituto Clínico del Tórax, del hospital Clínico de Barcelona.
Sin embargo, este experto tiene claro que la disminución importante de ingresos
por infarto se verá dentro de cuatro o cinco años, pues se necesita un tiempo
para revertir los efectos nocivos del tabaco sobre las arterias y también un
tiempo para la observación epidemiológica. Jaume Marrugat, coordinador de Epidemiología Cardiovascular del
Instituto de Investigaciones Médicas de Barcelona, cree que la ley podría
neutralizar e incluso revertir dentro de unos años la tendencia observada
recientemente a un incremento de los infartos entre las mujeres. En los últimos
años, la incidencia de infartos de miocardio en mujeres de edades relativamente
jóvenes (entre 44 y 65 años) ha ido aumentando progresivamente, y la única
causa explicable es el aumento de fumadoras.
En el
día a día clínico, centros sanitarios como el hospital Universitario Vall d'Hebron de Barcelona no han
observado todavía cambios en el número de ingresos por crisis asmáticas o por
enfermedad pulmonar obstructiva crónica, dice Ferran Morell, jefe del Servicio de Neumología. Un estudio
realizado durante 2003 con 276 pacientes de atención primaria que publicará
próximamente constata que el 17% de pacientes asmáticos eran fumadores; la
segunda edición del estudio, correspondiente a 2006, indica que el porcentaje
ha bajado hasta el 15%. ¿Es fruto de
El
neumólogo Leopoldo Sánchez Agudo, del hospital Carlos III de Madrid, coincide
en que uno de los efectos más rápidos de la ley es que las crisis asmáticas son
de menor gravedad por disminuir la exposición al humo.
Los
resultados de la normativa son positivos y su aplicación en los centros de
trabajo ha sido ejemplar, dice José Valdés, responsable de drogodependencias
del sindicato Comisiones Obreras. Sin embargo, Valdés critica la insuficiente
dedicación de las Administraciones Públicas a los aspectos preventivos y
asistenciales del tabaquismo, "que deben mejorar considerablemente".
Reconoce que se ha conseguido que se fume menos, pero, "¿qué hacer con el
60% de personas que quieren dejar el hábito? Se debe dar un paso más y aportar
elementos que les permitan dejarlo definitivamente".
Antoni Plasència, director de Salud Pública de
Los beneficios de limpiar el aire
No hay ningún nivel seguro de
exposición al humo ajeno, y ni los sistemas de ventilación más sofisticados
pueden eliminarlo por completo, sólo los ambientes totalmente libres de humo
ofrecen protección total", dijo el Cirujano General de Estados Unidos,
Richard Carmona, al presentar en junio un amplio informe científico. Concluye
que los no fumadores expuestos al humo aumentan del 25% al 30% el riesgo de
enfermedad cardiaca y del 20 % al 30% el de cáncer de pulmón. Las actuaciones
para eliminar el humo del ambiente han dado sus frutos: en los últimos 20 años,
el nivel de cotinina (uno de los marcadores
biológicos de la exposición al humo ambiental) medidos en los no fumadores
estadounidenses ha disminuido un 70% y en 2002 sólo el 43% tenían niveles de cotinina detectables, frente al 88% de quince años antes.
Un estudio publicado en el British Medical Journal indica que en Helena, una pequeña población del
estado de Montana, en Estados Unidos, donde a finales de 2002 se derogó una ley
antitabaco, los ingresos hospitalarios por infarto se redujeron el 40% durante
el periodo de prohibición, que duró seis meses, en comparación con años
anteriores. En las poblaciones cercanas a Helena los ingresos hospitalarios por
la misma causa no sufrieron cambios significativos. Otro estudio sobre
enfermedades cardiovasculares del año 2005 realizado en Pueblo (Colorado)
también muestra una reducción del 30% de pacientes ingresados por ataques al
corazón gracias a eliminar el humo de los lugares públicos. En Italia, seis
meses después de entrar en vigor la ley antitabaco se registró una disminución
del 11% de infartos en la región del Piomonte, según
un estudio publicado en European Heart Journal.