POR AHORA, NO ESTA A LA ALTURA

 

 

Se analiza el impacto limitado que la inteligencia artificial (IA) generativa ha tenido en la productividad y transformación económica, a pesar de las altas expectativas iniciales. Utilizando comparaciones históricas con la adopción de las computadoras y el surgimiento de tecnologías previas, presenta razones para la brecha entre las promesas de la IA y su desempeño actual.

Se establece un paralelismo entre el inicio de la era de las computadoras y la actual etapa de la IA. Ambas tecnologías enfrentaron predicciones iniciales de transformaciones inmediatas que no se materializaron en el corto plazo. Al igual que las computadoras en sus primeras dos décadas, la IA no ha logrado un impacto significativo en las estadísticas de productividad. Este contexto histórico demuestra que el tiempo necesario para que una tecnología alcance su pleno potencial puede extenderse mucho más allá de las expectativas iniciales.

Inversión masiva en tecnología: Durante ese período, las empresas aumentaron rápidamente su gasto en hardware y software. Sin embargo, actualmente, el crecimiento de la inversión en IA y sus herramientas es modesto, con solo un 4% anual en los últimos dos años. Este contraste sugiere que las empresas todavía no priorizan suficientemente la IA como motor de transformación económica.Disminución de costos tecnológicos: Mientras que los precios del hardware y el software cayeron significativamente en los 90, la IA no ha experimentado una reducción similar en costos. Esto se atribuye en parte a intermediarios que aumentan los precios de herramientas empaquetadas, obstaculizando la accesibilidad de la tecnología.Integración en los modelos de negocio: La falta de una adopción amplia de la IA en operaciones empresariales señala otro obstáculo. El texto contrasta esto con casos exitosos como Walmart en los 90, que revolucionó sus procesos internos para maximizar el impacto de la tecnología.

Se concluye con una visión optimista y una referencia al economista Rudi Dornbusch, señalando que las transformaciones económicas suelen tardar más de lo esperado, pero eventualmente superan las expectativas. Al comparar la evolución de la IA con los años 70, donde la productividad también creció lentamente pese al avance tecnológico, se refuerza la idea de que el impacto real de la IA podría manifestarse en el mediano o largo plazo, siguiendo un patrón histórico similar.

El análisis pone de relieve que las revoluciones tecnológicas no son inmediatas y requieren la confluencia de múltiples factores para alcanzar su pleno potencial. Aunque el impacto actual de la IA es limitado, las lecciones del pasado sugieren que con mayor inversión, disminución de costos y una integración más profunda en los modelos de negocio, la IA podría generar una transformación económica significativa en el futuro.





Autor:The Economist.. Fuente: Diario Gestión- pag.23, 28 de noviembre del 2024.