YA NO AVANZAN EN LA MISMA DIRECCION
El texto compara las estrategias de dos de las mayores compañías mineras del mundo, BHP y Rio Tinto, en un contexto de transición energética. Ambas empresas, históricamente similares en sus movimientos, se han visto obligadas a adaptarse a nuevas demandas del mercado, especialmente en relación con los metales necesarios para las baterías de vehículos eléctricos y otras tecnologías asociadas con la energía renovable.
Durante los años 2000, BHP y Rio Tinto compartían un crecimiento robusto, impulsado por la demanda china de commodities, en particular el hierro. Sin embargo, la caída de este ciclo y la necesidad de reducir deuda las llevó a vender activos y perder parte de la confianza de los inversionistas. Ahora, ambas compañías buscan posicionarse en el futuro de la transición energética, pero sus enfoques divergen significativamente.
Rio Tinto ha adoptado una postura más agresiva, destacándose en el mercado del litio, un mineral clave para la fabricación de baterías. Con la compra de Arcadium Lithium por US$6,700 millones, la empresa se convierte en la segunda mayor productora mundial de litio, expandiendo su presencia en países como Argentina, Australia, Canadá y China. Aunque el mercado del litio ha experimentado una caída de precios, Rio Tinto confía en que la demanda a largo plazo superará la oferta, lo que permitirá un repunte de precios. Además, la compañía apuesta por la tecnología de extracción directa de litio, más eficiente y rentable que los métodos tradicionales. Esta estrategia pone de relieve la apuesta de Rio Tinto por diferenciarse de su principal competidor, BHP, que ha mostrado menos interés en el litio y ha centrado sus esfuerzos en el cobre, otro metal esencial para la transición energética y la infraestructura digital.
Por su parte, BHP ha mantenido un enfoque más conservador y se ha centrado en adquirir activos cupríferos, como lo demuestra su reciente compra de Filo Corp. La compañía también ha optado por deshacerse de su negocio de aluminio hace una década, mientras que Rio Tinto ha seguido expandiendo su participación en este mercado, con inversiones significativas en la cadena de suministro del metal, incluida la producción de aluminio reciclado. Esta diferencia en estrategias refleja la naturaleza más arriesgada de Rio Tinto frente a una BHP más cautelosa y enfocada en el cobre.
En resumen, el análisis muestra cómo BHP y Rio Tinto, aunque ambas empresas están involucradas en la transición energética, han elegido diferentes caminos para aprovechar esta oportunidad. Rio Tinto ha adoptado una estrategia más diversificada y arriesgada, con un fuerte enfoque en el litio y el aluminio, mientras que BHP se ha centrado principalmente en el cobre, lo que refleja una clara diferencia en sus perspectivas a futuro.
Autor: The Economist. Fuente: Diario Gestión- pag.23, 24 de octubre del 2024.