¿PODRA SAMSUNG RECUPERAR SU ANTIGUA GLORIA?

 

 

Samsung Electronics, la empresa más valiosa de Corea del Sur, ejemplifica la integración vertical. Es conocida por sus smartphones y otros dispositivos electrónicos, que constituyen cerca de la mitad de sus ingresos. El resto proviene de los componentes internos de estos dispositivos, incluyendo los semiconductores que los operan. El 31 de julio, la empresa reportó un aumento de 16 veces en sus utilidades operativas del segundo trimestre en comparación con el mismo período de 2023, gracias al crecimiento en su negocio de chips.

La demanda ha crecido significativamente debido a que gigantes tecnológicos como Alphabet y Microsoft están acelerando la construcción de centros de datos para apoyar sus iniciativas de inteligencia artificial (IA). Sin embargo, un trimestre exitoso no oculta los grandes desafíos que enfrenta. El principal es la pérdida de terreno frente a competidores en la fabricación de chips. Aunque los precios globales de acciones tecnológicas han subido un 82% desde principios de 2023, los de Samsung han aumentado solo a la mitad de esa tasa.

Samsung está luchando para mantenerse competitiva en los sectores de chips lógicos (que procesan información) y chips de memoria. En el área de chips lógicos, está rezagada respecto a la taiwanesa TSMC, que cuenta con Nvidia, la principal proveedora de chips para IA, entre sus clientes. En el sector de chips de memoria, su liderazgo global está siendo desafiado por SK Hynix, una firma surcoreana que se ha convertido en la mayor productora mundial de chips de memoria de alto ancho de banda (HBM), muy útiles para aplicaciones de IA.

Dado que la investigación y la construcción de plantas requieren tiempo, el éxito o fracaso en la industria de semiconductores puede tardar años, incluso décadas, en materializarse. SK Hynix, por ejemplo, logró adelantar a sus competidores al ser pionera en el estándar HBM en 2013, en colaboración con la estadounidense AMD. En contraste, Samsung redujo su equipo de investigación en HBM en 2019. Los analistas del sector sugieren que la alta gerencia de Samsung ha mostrado una actitud complaciente respecto a los cambios tecnológicos.

Sus problemas no se limitan al negocio de chips. Aunque su participación en ventas globales de smartphones se mantiene estable, la competencia de rivales chinos ha sido un desafío. En cuanto a su cadena de suministro, las empresas chinas le están dificultando la tarea. Samsung abandonó la competencia en pantallas LCD hace dos años y ahora se enfoca en las más avanzadas OLED, que produce tanto para sus propios dispositivos como para los de otras compañías. No obstante, enfrenta una creciente competencia de la china BOE Technologies.

El mercado de pantallas OLED está en rápida expansión, y aunque las productoras surcoreanas como Samsung aún dominan el segmento premium, la compañía tiene motivos para estar preocupada. Según el gremio empresarial de Corea del Sur (KDIA), la proporción de smartphones chinos que utilizan paneles OLED surcoreanos se ha desplomado del 78% en 2021 al 16% en 2023.

Para empeorar la situación, Samsung ha enfrentado problemas con su fuerza laboral. En julio, miles de empleados realizaron el primer paro en la historia de la compañía en Seúl, en protesta por remuneraciones y condiciones laborales. La situación sigue sin resolverse, y varios empleados en la planta de semiconductores aún se niegan a volver al trabajo.

Sin embargo, hay signos de esperanza. En julio, los chips avanzados HBM3 de Samsung fueron aprobados por Nvidia para sus procesadores H20, que cumplen con las normas estadounidenses para exportar a China. Además, la compañía planea comenzar la producción masiva de chips lógicos de dos nanómetros en 2025 y ha asegurado pedidos de clientes como Preferred Networks, una firma japonesa de IA. Una ventaja de Samsung es que provee tanto chips lógicos como de memoria.

Los compradores de chips lógicos y de memoria más avanzados están ansiosos por más competencia. Según Myron Xie de la consultora SemiAnalysis, Nvidia está "muy interesada" en que las tres principales fabricantes de memoria—Samsung, SK Hynix y la estadounidense Micron—puedan ofrecer los productos necesarios. En el caso de la fabricación de chips lógicos, Samsung "no necesita estar al nivel de TSMC, pero sí debe acercarse para ser una opción aceptable".

La compañía es consciente de estas amenazas y ha reorganizado su liderazgo corporativo. En mayo, reemplazó a Kyung Kyehyun en el área de chips por Jun Younghyun, quien estaba a cargo del negocio de baterías. Además, ha estado invirtiendo para ponerse al día con sus rivales. Su gasto de capital en los últimos cuatro trimestres sumó 44,000 millones de dólares, en comparación con 26,000 millones de dólares de TSMC y 6,000 millones de dólares de SK Hynix.

A diferencia de estas firmas más especializadas, Samsung está invirtiendo en múltiples frentes para repeler a sus competidores. Su modelo integrado ha sido beneficioso durante décadas, pero también presenta sus propios inconvenientes.




Autor: The Economist, Fuente: Diario Gestión- pag. 23. 08 de agosto del 2024