EL RETO DE VINCULARSE CON LA GENERACION Z
La creación de valor y la construcción de marca han sido históricamente grandes desafíos para las organizaciones, especialmente para aquellas que buscan conectar con las generaciones más jóvenes. Este desafío se intensifica cuando se trata de la generación Z, nacida entre finales de los 90 y principios de la década del 2010, que al 2024 representa el 21% de la población peruana según Ipsos Perú. Esta generación es la primera en haber crecido completamente inmersa en el entorno digital, lo que ha influido en sus hábitos de consumo, expectativas y comportamientos, estableciendo un nuevo paradigma.
Los miembros de la generación Z comparten una experiencia común con generaciones anteriores: cuando somos jóvenes, tenemos energía y aspiraciones, pero a menudo carecemos del dinero necesario para cumplirlas. Esta realidad se ve complicada por un contexto económico global incierto y marcado por la inflación, que ha elevado los costos de productos y servicios, haciendo el camino hacia la prosperidad más difícil en comparación con generaciones pasadas, según el World Economic Forum.
Este entorno ha agudizado su sentido de practicidad y su búsqueda de la mejor relación calidad-precio, tanto en sus actividades individuales como en grupo, lo que ha llevado a una mayor sensibilidad hacia promociones y descuentos.
Aunque las promociones pueden ser herramientas efectivas para captar la atención de los consumidores jóvenes, su uso excesivo puede tener efectos negativos. Construir una relación de marca basada únicamente en promociones puede desalentar la fidelización a largo plazo, ya que los consumidores pueden centrarse solo en el precio y no en el valor diferencial que la marca ofrece.
El verdadero desafío para las marcas es encontrar un equilibrio entre las estrategias promocionales y el desarrollo de un vínculo emocional con los consumidores. Esto requiere ir más allá del precio y enfocarse en ofrecer experiencias significativas que resuenen con los valores, intereses y aspiraciones de la generación Z.
Las marcas que logren conectar emocionalmente con la generación Z serán las que ganen su lealtad. Esto se puede lograr mediante contenidos auténticos, experiencias personalizadas y un compromiso genuino con causas sociales y ambientales que les preocupan a estos jóvenes.
En Perú, ya existen buenas prácticas en este ámbito, con esfuerzos innovadores para conectar con las nuevas generaciones, tanto en bebidas alcohólicas como no alcohólicas. Ejemplos incluyen alianzas con billeteras digitales y el uso de códigos QR en publicidad, con mensajes cercanos y creativos. Por ejemplo, una campaña local enfocada en recompensas logró la participación de 1 millón de usuarios únicos y más de 11 millones de redenciones, marcando un hito en este tipo de promociones. Estos resultados demuestran la efectividad y el conocimiento que las marcas están desarrollando en relación con las generaciones más jóvenes.
Adaptarse a las demandas de la generación Z y construir relaciones significativas con ellos es un desafío que requiere creatividad, innovación y un compromiso auténtico. Este es un llamado a todos los sectores a seguir colocando al consumidor en el centro de las decisiones para construir marcas relevantes y con futuro.
Autor: Néstor Montoya. Fuente: Diario Gestión- pag.12, 21 de agosto del 2024.