LA EDUCACION FINANCIERA DIGITAL: UN RETO PARA TODOS

 

 

En el Perú, sólo el 13% de adultos cuenta con una educación financiera suficiente, mientras que el 41% ni siquiera alcanza el mínimo esperado, según la última Encuesta Nacional de Capacidades Financieras 2022, desarrollado por la Superintendencia de Banca y Seguros y AFP (SBS) y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF9.

Al abordar el tema, tanto la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD), como la Alianza para la Inclusión Financiera (AFI) y, a nivel local, la Política Nacional de Transformación Digital, reconocen la importancia de mejorar nuestra educación financiera.

Muchos piensan que este tema le compete sólo al Estado; sin embargo, este objetivo suscita cada vez más interés del sector privado, generándose una excelente oportunidad para la colaboración público-privada. ¿Por qué? Porque la educación financiera es una pieza fundamental para la inclusión financiera y, propiamente, una educación financiera digital es la clave para promover más innovación en los servicios financieros.

Quien no conoce un producto financiero, no lo consume, no se protege, ni tampoco cuida su dinero. Y quien no es educado digitalmente, no va a poder transar en digital de manera segura.

El mercado no tendría incentivos en desarrollar productos innovadores, por ejemplo, aplicando tecnologías como la inteligencia artificial o blockchain, si sus usuarios no supieran cómo usarlas. Por eso, vemos con agrado que importantes entidades financieras ya desarrollan iniciativas en esa línea.

Pero la educación financiera digital no se agota en la ciudadanía, como lo reconoce la OECD. La tarea abarca a otros segmentos. A un ciudadano, le permite saber cómo cuidar sus datos personaless, si un app es segura o no, qué servicios requieren su previa autorización.

No tendríamos tantas víctimas de apps y de negocios fraudulentos si hubiera educación financiera. A una empresa fintech o a un banco que quiere lanzar una innovación, la educación financiera digital le permite conocer si lo que quieren hacer es válido, qué normas rigen, cómo cuidar los datos pesonales de sus clientes y cómo gestionar riesgos, especialmente de ciberseguridad. Les servirá además para mejorar sus estándares como proveedores de servicios financieros digitales. Si se trata de autoridades, deberán conocer cuáles son estos servicios y cómo se regulan en el Perú. Recuerdo que en plena pandemia, cuando tratamos de que las billeteras de dinero electrónico sean utilizadas para pagar sueldos, nos tocó explicarlo a autoridades laborales y desconocían qué era una billetera digital.

En conclusión, sea un usuario de servicios, proveedor, autoridad o colaborador de un banco o de una fintech, debe poder conocer cómo funcionan los servicios financieros digitales, cómo transar de manera digital y, mínimamente, cómo están regulados. Es importante apostar por la educación financiera digital pues esta permite incluir financieramente a la población y mejorar el estándar de toda la industria.


Autor: Ljubica Vodanovic. Publicado en Gestión - pag.4, 12 de octubre del 2023.