RIESGO DE VOLAR

 

Hay dos indicadores que evidencian la recuperación del mercado de vuelos comerciales a sus niveles previos a la pandemia. Primero, las estadísticas muestran que los 1,100 millones de asientos puestos a la venta en julio y agosto, en todo el mundo, estuvieron escasamente por debajo del número registrado en el mismo periodo del 2019.

Observadores veteranos apuntan a un segundo indicador, que es más subjetivo: la gran cantidad de anuncios de aerolíneas nuevas o resucitadas, con propietarios insólitos, dudosos modelos de negocios o cuestionables rutas para nichos de mercado. Nuevamente, hay emprendedores que están sintiéndose atraídos por un sector que desde hace mucho tiempo ofrece glamour y la misma excitación que una polilla siente cuando ve una flama.

Una manera de acercarse al cielo es aplicar una mano de pintura fresca a una marca difunta. El 20 de agosto, Monarch Airlines, aerolínea británica que se fue a la quiebra en el 2017, informó que reanudará el transporte de pasajeros en el 2024, aunque los detalles sobre sus planes son escasos.

Por su parte, el Gobierno de Ghana, cuya aerolínea de bandera colapsó en el 2010, está relanzándola. Lo hará en asociación con Ashanti Airlines, una empresa que está escasamente acostumbrada a prestar tal servicio en un continente cuyas transportadoras aéreas han perdido, en conjunto, el desalentador monto de US$ 3,500 millones en los últimos tres años.

Militares e "influencers"

En un sector en el que la mayoría de empresas afronta dificultades para obtener ganancias, las nuevas operadoras cuyos administradores se jactan de poseer probadas credenciales podrían contar con cierta ventaja.

El Gobierno de México anunció recientemente que Mexicana, otra línea aérea que fue declarada en quiebra el 2010 y cuya mayoría accionaria y marca adquirió en enero pasado, reiniciará sus vuelos a fines del presente año. Lo hará bajo la administración de la Secretaría de Defensa Nacional (Mi- nisterio de Defensa), una entidad con poca experiencia en el sector, excepto porque tiene bajo su ámbito a la Fuerza Aérea del país.

En tanto, Global Airlines, que fue fundada por James Asquith, un británico "influencer" en redes sociales y exbanquero, adquirió recientemente cuatro aeronaves Airbus A380 de segunda mano a precios de ganga, y prometió que hará que los pasajeros de vuelos trasatlánticos sientan que viajan extremadamente cómodos, incluso en clase económica. Podría meterse en aprietos: existe abundante oferta de A380 usados porque otras aerolíneas ahora prefieren jets nuevos y más pequeños para rutas largas, pues su manejo es menos oneroso.

Los nichos

Con respecto a los emprendimientos que operan rutas para nichos de mercado, su viabilidad sería igualmente difícil de sostener. Este mes, BermudAir, la primera aerolínea localmente establecida en Bermuda (inició operaciones en agosto), comenzará a ofrecer vuelos exclusivamente de clase ejecutiva entre la isla y Estados Unidos.

Y para fines de año, Beond (basada en Maldivas, en el océano Índico), tiene planificado lanzar una rápida expansión mediante el transporte de pasajeros entre su base en Malé (capital de Maldivas) y Dubái y Nueva Delhi, con una "experiencia de jet privado en aviones de fuselaje angosto reequipados. A lo largo de los años, varias aerolíneas han intentado prestar servicios exclusivos de clase ejecutiva, pero únicamente la francesa La Compagnie, que realiza vuelos entre Estados Unidos, Europa y el Caribe, ha sobrevivido.

La startup Red Way, basada en Lincoln, Nebraska, podría servir como advertencia y ejemplo. Fue lanzada en junio pasado, utilizando la novedosa pero confusa idea de encargarse del marketing, la venta de pasajes y la facturación de equipaje, mientras que tercerizaba los vuelosauna aerolínea chárter. Cesó sus operaciones el 31 de agosto.

En junio, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés), un gremio del sec- tor cuya sede central está en Montreal (Canadá) y sus oficinas ejecutivas en Ginebra (Suiza), duplicó hasta US$9,800 millones su proyección de ganancias netas de este año para las aerolíneas del mundo. Pero IATA subraya que ese monto equivale a US$2.20 por pasajero, o lo que costaría media taza de café en Ginebra. Para las nuevas líneas aéreas, será cuestión de determinar si esa tasa está medio llena o medio vacía.

 


Autor: The Economist. Publicado en Gestión - pag.23, 5 de setiembre del 2023.