¿CÓMO VA LA GUERRA CONTRA LA INFLACIÓN?

 

 

La economía estadounidense no está en recesión. Aunque lo hayan escucha do, dos trimestres de crecimiento negativo no son su definición "oficial" o "técnica". Esa de terminación es realizada por un comité que siempre se ha basado en varios indicadores, en especial, la evolución del empleo. Y el presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, subrayó la semana pasada que el mercado laboral sigue robusto.

Pero la economía estadounidense sí se está ralentizando, básicamente porque la Fed lo está provocando deliberadamente a fin de reducir la inflación. Al respecto, creo que soy un poquito más pesimista que el consenso: pienso que hay una probabilidad de 50% de que la historia dirá que experimentamos una leve recesión a fines del 2022 o principios del 2023, que causó un modesto aumento del desempleo. La verdadera pregunta es si un bajón moderado, llá mese o no recesión, será suficiente para controlar la inflación.

Y las noticias en ese sentido han estado siendo bastante alentado ras. El precio de la gasolina está cayendo casi US$0.80 el galón desde su pico de mediados de junio-, pero más importante aún, las encuestas a empresas, que suelen captar puntos de inflexión económicos mucho antes que las estadísticas oficiales, están comenzando a señalar una menor inflación. Por ejemplo, según un sondeo de S&P Global, si bien las empresas siguen subiendo precios, la tasa de inflación está en su nivel más bajo en 16 meses.
Expectativas
Los mercados financieros lo han notado. La tasa esperada de incremento de precios para los próximos doce meses implícita en los swaps de inflación se desplomó desde más de 5% a inicios de junio a 2.45% el jueves pasado. Las expectativas inflacionarias a mediano plazo también están descendiendo.

Claro que es muy, muy pronto para cantar victoria. Ha habido varias falsas bajadas en los últimos 18 meses, y hay abundante espacio para argumentar sobre el nivel de la inflación subyacente-término vaga mente definido pero que, en líneas generales, es la parte de la inflación que es difícil de reducir cuando se ha vuelto elevada.

Economistas serios con los que converso están muy enfocados en los salarios. Mucho se ha hablado sobre su aparente desaceleración, visible en mediciones simples de salarios promedio y en al menos una encuesta influyente, pero el índice de Costos Laborales, otro indicador ampliamente usado, pare ce mostrar que los salarios están aumentando a una tasa insostenible de más de 5%.

Así que habrá que esperar. La buena noticia es que los reguladores parecen estar dispuestos a eso.
Mensaje de la Fed Desde mi punto de vista, el aspecto más alentador del comunicado de la Fed del miércoles pasado fue declarar que el comité que establece la política monetaria "continuará monitoreando las implicancias de la nueva información" y "estará pre parado para ajustar la política monetaria, cuando sea adecuado". Esa es una desestimación no muy sutil de las exigencias de los halcones inflacionarios de que la Fed se comprometa por un largo periodo a una política monetaria extremadamente dura.

Ya mencioné que indicios tempranos muestran que la Fed está ganando su guerra contra la inflación, y más rápida y fácilmente de lo que la mayoría de analistas esperaba. ¿Qué significará si estos augurios se confirman? Lo principal es que será necesario reevaluar la reciente política económica.
Empleo

Como todos deberían saberlo (aunque muchos probablemente lo ignoran), la economía estadounidense ha sido muy exitosa en restaurar empleos perdidos durante la pandemia. Esta buena noticia ha sido opacada por la alta inflación, ocasionando muchas declaraciones de que la política económica erró en todo.

Pero buena parte de la reciente inflación refleja fuerzas globales fuera del control estadounidense, motivo por el cual hay alta inflación en casi todos los países. Y si la porción que refleja la política eco nómica interna puede ser desmontada bastante rápido, sin costos severos, se podría decir que esa política fue en realidad muy exitosa una subida temporal de la inflación fue el precio que mereció pagarse para evitar el tipo de economía deprimida a largo plazo que experimentamos tras la crisis financiera del 2008.


Autor: Paul Krugman. Publicado en Gestión, 03 de octubre del 2022.