AL FIN LES PRESTAN ATENCIÓN

 

La relaxina es una hormona que ayuda a ablandar el cuello uterino en las mujeres embarazadas.

Sin ella, el dolor del parto sería insoportable. Pero luego del alumbramiento, permanece en el cuerpo de la madre por hasta un año, cuando los ligamentos más delicados son más propensos a sufrir lesiones. Así lo comprobó la campeona olímpica británica de heptatlón Jessica Ennis-Hill, cuando entrenaba luego de haber dado a luz, el 2014.

Cinco años después, la atleta emprendió su startup Jennis, una aplicación de fitness para que las mujeres realicen rutinas de ejercicios seguros tras el parto. En la actualidad, también posibilita que sus usuarios optimicen su entrenamiento para las diferentes fases de sus ciclos menstruales, y acaba de concluir una exitosa ronda de levantamiento de capital.

La startup de Ennis-Hill es parte de una ola de firmas "femtech" (tecnología sanitaria femenina) que están ofreciendo soluciones a problemas de salud específicos de las mujeres. Para el 2027, este mercado podría más que duplicarse hasta US$ 65,000 millones desde los US$ 22,500 millones del año pasado, estima la firma de investigación de mercados Global Market Insights.

Por fin, tras haber sido ignorada por años, los capitalistas de riesgo están empezando a abrir los ojos ante la oportunidad que ofrece la femtech, el 2020, solo recibió 3% de todo el financiamiento en tecnología sanitaria y apenas US$ 14,000 millones han sido invertidos globalmente.

En lo que va del año, han invertido cerca de US$ 1,200 millones en el rubro, cerca de la mitad del récord registrado el 2019.

El año pasado, la farmacéutica alemana Bayer pagó US$ 425 millones por KaNDy, firma británica desarrolladora de tratamiento no hormonal para síntomas de menopausia, Y Bill Gates, el cofundador de Microsoft, participó en rondas de levantamiento de capital de Biomilq, startup que ha producido leche humana a partir de células cultivadas y cuyo objetivo es estrechar la cercanía de ambos progenitores con sus recién nacidos.

En agosto, Maven Clinic, startup estadounidense que comenzó como femtech pero se ha expandido a otras áreas de la salud, levantó US$ 110 millones y alcanzó estatus de "unicornio" pues su valorización de mercado superó los US$ 1,000 millones. En setiembre, la británica Elvie levantó US$ 97 millones de firmas de capital de riesgo.

A diferencia de la tecnología sanitaria para hombres, que suele enfocarse en la disfunción eréctil, que quizás solo aflige a uno de diez usuarios potenciales, la femtech ofrece productos como rastreadores menstruales, que podrían ser valiosos para virtualmente toda la población femenina mundial (4,000 millones) en algún punto de sus vidas. Es más, las mujeres tienen 75% más de probabilidad que los hombres de usar herramientas digitales para el cuidado de su salud, lo que significa que son un inmenso mercado potencial.

Un gran motivo de que la femtech haya crecido lentamente es la ciencia médica. para condiciones que afectan a todos los humanos, los estudios en hombres son más comunes, principalmente debido a erróneas inquietudes de que las fluctuaciones hormonales femeninas pueden alterar los resultados. En los pocos estudios inclusivos, los resultados no suelen desgregarse por sexo, lo cual oculta cómo las enfermedades y las medicinas para tratarlas, afectan de manera distinta a las mujeres.

"Hemos estado operando como si las mujeres fuesen pequeñas versiones de los hombres", sostiene Alisa Vitti, experta en hormonas cuyo trabajo en el "ritmo infradino" de 29 días, fenómeno femenino que influye en todo, desde el metabolismo hasta la sensibilidad al dolo, es la base de muchos rastreadores menstruales.

En suma, abundantes problemas de salud específicos de la mujer han sido desatendidos, a pesar de su ubiquidad. La femtech ayuda a cubrir esa brecha de investigación. Tras notar que no existían tratamientos concretos para los dolores premenstruales, pese a que ocho de cada diez mujeres los padecen, las fundadoras de la startup británica Daye diseñaron un tampón impregnado en canabidiol, tras observar que el canal vaginal tiene más receptores de cannabionoides que cualquier otra parte del cuerpo femenino.

La también británica Hertility Health ofrece test no invasivos que pueden ayudar a diagnosticar nueve condiciones ginecológicas comunes. por su parte, el extractor portátil de leche de Elvie es un best seller en Estados Unidos y Reino Unido, y su app para ejercitar el suelo pélvico reduce la posibilidad de la intervención quirúrgica típica.

Se trata de avances relevantes, aunque demasiadas firmas de femtech afrontan una lucha cuesta arriba. Helen O'Neill, CEO de Hertility Health, dice que la ronda de financiación por US$ 7.5 millones que su firma cerró en junio fue un proceso "destructor del alma": "Predominantemente, fueron hombres canosos que decían no estar seguros de que existiese un mercado para este". No le dieron importancia al hecho de que toda mujer con un sistema reproductivo necesitará ayuda ginecológica en algún momento.

 

Publicado en Gestión, 21 de octubre del 2021.