Tenor de tenores
El célebre tenor español regresa a Lima para dar lo mejor de su arte en un recital de lujo, el 9 de setiembre
En diálogo con El Comercio, mostró su satisfacción de volver a pisar suelo peruano
Es considerado el más grande tenor de todos los tiempos. Y no es para menos: Plácido Domingo ha interpretado más de 130 papeles en escena y cuenta en su haber con más de 100 grabaciones, entre óperas completas, compilaciones de arias, duetos y discos varios, además de diversos galardones, entre ellos 13 premios Grammy. Ahora, tras quince años de ausencia, vuelve al Perú para ofrecer lo mejor de su repertorio.
Desde Budapest, donde se alistaba su presentación en la gala de los triunfadores del concurso Operalia, realizada anoche, conversó con El Comercio acerca de su trayectoria y del concierto que ofrecerá en Lima.
De su ya mítica participación, junto con Luciano Pavarotti y José Carreras, en la serie de conciertos de Los Tres Tenores, Domingo cuenta que se divertían mucho juntos. "Fue en 1990 cuando empezamos con el primer concierto -¡ya van a ser veinte años el próximo año!-.
La verdad es que la pasábamos muy bien escogiendo el repertorio, teníamos, teníamos grandes cenas, nos reíamos mucho, a uno se le ocurría una canción, a otro otra, a alguno una aria a otro otra, y nos rifábamos las romanzas para que estuvieran también presentes. Y, bueno, como hicimos al final casi treinta conciertos, tuvimos ocasión de alternar las mismas canciones entre todos", nos cuenta.
Sobre el Perú dice tener un gratísimo recuerdo. "Tengo una gran felicidad de volver a Lima. Ya he estado ahí en dos ocasiones, por ahí en el 71 y luego en el 94. Y es una gran alegría volver a cantar ante un público tan cariñoso. Siempre tengo el recuerdo de la primera vez que estuve en Lima, cantando el "Elías" de Mendelssohn. Había un coro que con gran cariño me acompañó hasta el aeropuerto, fue al aeropuerto cantándome y eso se me quedó grabado muy adentro", confesó el tenor.
Los breves minutos que pudo otorgarno dentro de su recargada agenda sirvieron para recordar su relación con el Perú, su gusto por la música de Chabuca Granda y los valses peruanos, su admiración por Juan Diego Flórez, y para que nos adelantara algunos detalles de su presentación en Lima, en el Monumental, este 9 de setiembre.
Publicado en el diario "El Comercio" el domingo 09 de agosto de 2009
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Hacer cine en Guatemala
SÉTIMO ARTE. Por primera vez, país centroamericano se presenta en festival de Lima
Recurrieron a subasta para financiarse, cuenta productora de Gasolina
Protagonista del filme prefiere estudiar a hacer carrera en actuación
Una de las curiosidades que ha traído el 13° Festival de Cine de Lima es la película guatemalteca Gasolina, la que está compitiendo en la sección oficial de ficción y que representa a la filmografía centroamericana que es muy poco vista por estos lares.
La productora de la cinta, Gabriela Meléndez, explica que es complicado llevar a cabo un filme en Guatemala. Recuerda que no se hubiera podido filmar Gasolina, ópera prima de Julio Hernández, si no fuera por premios de impulso al sétimo arte. Aún así, indica que tuvieron que recurrir a una subasta de obras de amigos artistas y que incluso así han quedado deudas pendientes.
Universidad y actuación
Meléndez comenta que hacer cine es poco habitual en el país centroamericano. "Recién desde la década de 1990 se están haciendo una o dos películas al año", agrega. Lo poco frecuente que es filmar en Guatemala tiene como consecuencia que no existan muchos actores habituados a este formato. Por eso recurrió en el filme a aficionados sin experiencia previa.
De todas formas, la pantalla grande genera expectativa entre los guatemaltecos. Prueba de ello es que más de 500 personas se acercaron al casting que se convoco para Gasolina, incluso sin tener el perfil que se pedía. "Ese día hicimos más actividad social que otra cosa", señala la productora.
Para los papeles protagónicos, un grupo de chicos de un barrio de clase media, se pensó en adolescentes vecinos del director. Entre ellos estaba Carlos Dardón, quien vino a Lima a promocionar la película.
Él dice que fue muy interesante la experiencia de participar de una película, y que gracias a ella ha conocido otros países por los festivales a los que ha asistido. Sin embargo, descarta de plano que se vaya a dedicar a la actuación. En la actualidad, Dardón estudia ciencias de la comunicación y piensa dedicarse a la producción.
Publicado en el diario "El Peruano" el viernes 14 de agosto de 2009
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Retrato mayor
Enrique Camino Brent, uno de los principales exponentes de la corriente indigenista.
En el año de su centenario, se anuncia gran exposición en el CCPUCP
El arte posee sus propios secretos, sus distintas formas de ejercer influencia y transmitir la inspiración creativa, o aquella sensibilidad perceptiva que devela dimensiones humanas que el común de los mortales no puede o no quiere ver. Y en ver está la clave de todo. Ver una realidad que aqueja, que perturba o que empuja al goce de la existencia. Enrique Camino Brent lo sabía. Por eso tuvo su revelación en la manera particular de expresar el universo andino y la religiosidad popular.
Su formación plástica, desarrollada en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Lima, determinó su conexión con aquella realidad externa que muchos no querían ver, aquella realidad hablaba del indio, de esa parte del Perú arrojada a la indiferencia. En 1922, con apenas 13 años, Camino Brent, tutelado por Daniel Hernández, asistía a las clases de pintura en la Escuela de Bellas Artes como alumno libre. El maestro, orgulloso del talento de su joven aprendiz, intercedió para que no se retire de la Escuela. El padre del joven artista estaba decidido a que su hijo estudiara arquitectura y olvidara el arte como oficio a tiempo completo.
El artista empezó en 1930 sus estudios de arquitectura en la Escuela de Ingenieros de Lima, a la par de su formación de pintor. Una combinación académica que potenció la fuerza y consistencia de sus formas pictóricas en su obra, donde el aprecio por los volúmenes es fundamental en su visión creativa: personajes de formas robustas, asentados y firmes, expresando la celebración de su cotidianidad.
Pero es con José Sabogal que su formación se ve determinada. El interés por el indigenismo empieza a expresarse en cuadros de gran manifestación estética.
La mejor etapa de Camino Brent transcurre entre los años 1932 (en que culmina sus estudios en Bellas Artes) y 1942. Época donde su virtud con el pincel lo enrumba a crecer en un estilo bastante personal. Figuras que proyectan la vida pueblerina en una atmósfera de embrujo que busca captar la atención sobre aquellos personajes del Ande reivindicados en sus lienzos.
Y es que del grupo que había formado Sabogal, donde estaban Julia Codesido, Camilo Blas y Teresa Carvallo, Camino Brent era el más joven y uno de los más destacados. Un grupo fundamental dentro de nuestra pintura, pues reveló de forma colectiva a nivel de las artes plásticas la afirmación de lo autóctono frente a lo extranjero.
Sin embargo, dentro de sus inquietudes artísticas, Camino Brent también abordó la cerámica. Incluso enseñó en el Politécnico José Pardo y diseñó su capilla, que aún conserva el modelo original. Sus diversos viajes se ven expresados en varias de sus cerámicas.
Durante su vida, el artista demostró que esa consecuencia con su apuesta plástica, proveniente de una ética personal de trabajo, era también un reflejo de sus compromisos personales. En 1943, Camino Brent renuncia a su puesto de profesor en la Escuela de Bellas Artes en solidaridad con su maestro y amigo José Sabogal, quien fue retirado de su cargo. Su lealtad se recuerda hasta nuestro días. Su talento vive en saludable vigencia.
Publicado en el diario "Correo" el jueves 06 de agosto
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Fiesta de Integración
EVENTO. Inauguran feria del libro de lima en vértice del museo de la nación
Rompió fuegos. La 14º Feria Internacional del Libro de Lima (FIL 2009) se inauguró ayer con la presencia del artista gráfico argentino Joaquín Lavado “Quino” y la escritora brasileña Nélida Piñón, Premio Príncipe de Asturias de las letras 2005, en el auditorio Ricardo Palma del Vértice del Museo de la Nación.
Intervinieron en la ceremonia la presidenta de la Cámara Peruana del Libro, Gladys Díaz; el embajador de Brasil en Perú, Jorge D’Escragnolle Taunay; el alcalde de San Borja, Alberto Tejada; el viceministro de Gestión Pedagógica del Ministerio de Educación, Idel Vexler; y el ministro de Transportes y Comunicaciones, Enrique Cornejo.
No obstante, “Quino” y Piñón no tomaron la palabra durante toda la ceremonia. Más bien, se alternaron los discursos sobre la publicación de libros en el Perú, la necesidad de impulsar los índices de lectura y la integración peruano-brasileña, país invitado de honor de la feria este año.
En ese sentido, Diaz urgió a hacer esfuerzos para que el país “no solo sea grande en gastronomía, sino también culturalmente” y reclamó la construcción de un espacio para eventos como la Feria del Libro.
A su turno, el embajador D’Escragnolle Taunay saludó la presencia de escritores como Piñón en el Perú, lo cual revela “el interés por la diversidad cultural, que es marca del Brasil y será estimulado por la feria”.
El viceministro Vexler destacó que actualmente se haya notado “una mejora sustantiva en lo niveles de comprensión lectora”, según una serie de estudios comparativos realizados por la Unesco en América Latina y el Caribe. A su vez el ministro Cornejo puntualizó que “el libro sigue teniendo un espacio vital en la integración de nuestros pueblos”, a colación de las políticas de integración con Brasil mediante la carretera interoceánica.
La nota lamentable de la inauguración fue el acoso de un grupo de periodistas al humorista gráfico “Quino”, lo que provocó una aglomeración de personas innecesaria en el auditorio, al pugnar por una foto o un autógrafo al creador de Mafalda.
Oferta variada
Si bien resulta bastante evidente el cambio de local de la feria –en comparación con la ubicación del año pasado en el centro de convenciones del Jockey Plaza-, se espera superar este año la asistencia de 245 mil personas. Un amplio programa cultural se ha preparado para atraer al público asistente, que desde temprano, y en número aceptable, recorrió los ambientes de la feria, donde se puede encontrar una oferta variada en libros de todos los gustos, tamaños y precios.
Las novedades de esta nueva edición de la FIL son el espacio dedicado al invitado de honor, Brasil; las ludotecas auspiciadas por la Municipalidad de San Borja y un pabellón gastronómico en el que los niños que asisten a la feria recibirán cursos de minichefs.
Publicado en el diario "El Peruano" el viernes 24 de julio de 2009