Haya y su visión del futuro
*Por Javier Barreda
El pensamiento y la acción política peruana y latinoamericana tienen en Haya de la Torre uno de los paradigmas más importantes y poco analizados de la historia. El autor de Antiimperialismo y el Apra (1928) fue precursor del integracionismo, fundó uno de los partidos populares y modernos más importantes, y desde el Perú advirtió muchos procesos y cambios que la política y la realidad futura constatarían.
Sus siete décadas de protagonismos no están exentas de episodios trascendentales en la construcción de la conciencia social peruana, del aprendizaje colectivo que un pueblo como el peruano fue procesando y asumiendo. Desde sus años emergentes, donde fundó la Universidad Popular González Prada, centros de formación de estudiantes para trabajadores y en el que marcó su compromiso por la jornada de las 8 horas; su peregrinaje por Latinoamérica y la fundación del APRA como expresión de integración, antiimperialismo y justicia social; los años treinta de la lucha por la modernización y la superación de la república oligárquica con años de persecusión absoluta a miles de sus seguidores; la década de los cuarenta y su reflexión sobre el Espacio Tiempo Histórico; su mirada crítica y abierta al mundo de la posguerra; la década de los sesenta y la incomprensión casi unánime de las juventudes universitarias cuando advertía sobre la inviabilidad de la ilusionista Revolución Cubana como modelo para la región; los años setenta que signaron su estadía final en el Perú y su discrepancia conceptual y política con el velasquismo; su última campaña electoral pedagógica, crucial y agónica en el sentido grande del término, que lo consagraron como primero en la votación preferencial de la Asamble Constituyente de 1978.
Se puede escribir mucho sobre Haya, pero en estos treinta años de su desaparición física quisiéramos destacar aquello que él dijo o plasmó en un texto, que fueron sujeto de duras críticas por la comunidad intelectual de cada momento y que luego la realidad futura constató.
Sobre la democracia social. Haya era como todo luchador social un crítico de lo que se podría denominar la democracia formal, la de la sola elección de representantes. Pero a partir de esta misma democracia se planteó su profundización hacia una democracia económica y social, que incluya al ciudadano también como trabajador y productor.
Así, el ideal democrático era sólido en Haya, pero también entendía que se requería del desarrollo de fuerzas productivas y de mayor cohesión social para seguir avanzando. La democracia social que plantea y propone Haya tiene sus críticos, tanto de izquierda (infantilismo) como de derecha; pero es hacia donde hoy van las democracias representativas de los países más desarrollados.
Sobre el Marxismo Leninismo como modelo. Siendo marxista en su formación, admirador del pragmatismo de Lenin y testigo en la propia Rusia del proceso socialista soviético, siempre advirtió de la inviabilidad del marxismo-leninismo como receta para los países de América Latina y luego para Europa. Haya descartaba que la lucha de clases entre el proletariado y la burguesía podrían ser la forma cómo afrontar los problemas de naciones y clases en formación característica de nuestros países. Ello a pesar de las incomprensiones incluso de un analista tan fino como Mariátegui y de muchos de sus seguidores. Haya advirtió décadas atrás sobre la crisis del capitalismo del Estado soviético y la finitud de este modelo de "socialismo real".
Sobre el Socialismo Cubano. Haya de la Torre en un principio apoyó el movimiento castrista, la herocidad de una juventud que se revelaba contra la dictadura de Batista y que levantaba su voz ante la complicidad de los Estados Unidos con las diversas dictaduras de la región. Pero el fundador del aprismo fue muy severo cuando Fidel Castro de declaró marxista y proclama el socialismo en Cuba encandilando a millones de jóvenes latinoamericanos. Haya advirtió que era imposible construir el socialismo ahí y que esa experiencia devendría en una "colonia del Imperialismo Ruso". Años después y a pesar de los avances sociales, a nadie se le ocurriría imitar el modelo político y económico que Fidel Castro experimentó con inteligencia y carisma en una sociedad caribeña, de excelente gente y encantadora música.
Sobre la Ambivalencia del Imperialismo. Haya definió su propuesta como una alternativa realista al Imperialismo, pero nunca cerró la posibilidad de la inversión extranjera en nuestros países. Ella trae tecnología, desarrolla fuerzas productivas y moderniza en una sociedad tradicional. Por ello, el imperialismo tendría un lado bueno y un lado negativo. Desde la izquierda extrema se ridiculizaba este precepto; se asumía que era una capitulación de Haya al Imperialismo. Sin embargo, desde su primer y gran libro de 1928, Haya consideraba con todo realismo político que debería tener un partido de izquierda, que la gran cuestión era el cómo tratar con el capital extranjero desde un Estado social que exprese los intereses de todas las clases productoras de un país. Hasta Cuba ahora demanda inversión extranjera y los países pugnan por atraer mayor inversión extranjera en cada una de sus economías en un mundo globalizado.
Sobre el "Socialismo Nórdico". Mensaje de la Europa Nórdica (1956) es de los textos pocos leídos de Haya. En esta obra resalta los modelos de Estado, sociedad y mercado de Suecia, Noruega y Dinamarca y advierte que en ellos se está alcanzando niveles de bienestar social, distante de un "comunismo marxista a ultranza" como del capitalismo "rígido".
En el debate de entonces polarizado entre las derechas pro modelo norteamericano y las izquierdas pro soviéticas, Haya destacó que se podría obtener con realismo y con medidas mixtas expresiones de justicia social concretas: seguridad social, educación, participación, etc. Después de décadas, cuando uno analiza los índices de Desarrollo Humano y otros indicadores de calidad de vida, puede constatar que son estos países y otros con Estado Social y economías mixtas, los que más bienestar de vida dan a sus ciudadanos y ciudadanas.
Sobre el Interamericanismo Democrático Sin Imperio. No hay propuesta más criticada por la extrema izquierda y tan poco rescatada por los propios seguidores de Haya de la Torre. En el marco de la Segunda Guerra Mundial y sus secuelas, Haya planteó valientemente una relación democrática con los Estados Unidos, sin hegemonismos de ningún tipo, en función del intercambio y cooperación. Frente al chauvinismo nacionalista y el radicalismo, Haya puso en la agenda la necesidad de otro tipo de relación entre América Latina (o Estados Unidos del Sur) con los Estados Unidos (del Norte). Posteriormente desarrollaría la necesidad de crear un mercado común entre las dos Américas, los actuales tratados de libre comercio, lo propios procesos migratorios, la común apuesta por democracias representativas, las relaciones fluidas entre la sociedad civil, política y sindical de estas dos Américas y todos aquellos nuevos elementos conformadores del mundo globalizado, dieron la razón a un político peruano, que supo mirar más allá de su horizonte temporal.
Muchos temas fueron advertidos por Haya de la Torre que la historia fue constatando en estas tres décadas. Su ideal de democracia social y su equidistancia contra todo tipo de ortodoxia conceptual, lo hizo ir más allá del derroteo cotidiano; a su esencia de político se le adhería la de visionario, educador de ciudadanías, observador del futuro; la del maestro que tiene la responsabilidad de decir de manera real y concreta hacia dónde podría ir el país, sin cálculo de ningún tipo. Haya analizó su Espacio - Tiempo histórico (en cada momento y circunstancia) y en las últimas décadas de su vida, advertía sobre la tremenda influencia que tendría la revolución científica y tecnológica sobre la política de entonces y más ahora. No se equivocó. Haya fue grande porque vivió y vio más allá, y si uno mira lo que sucede en el mundo y lo contrasta con lo que este político y pensador advertía, se dará cuenta de su inmensa lucidez y de su vocación por un Perú integrado soberanamente a este mundo globalizado que avizoró antes de su muerte.
*Viceministro de Promoción del Empleo
Publicado en el diario "El Peruano" el lunes 03 de agosto de 2009