AUTOR: Melissa Eddy
-Muchas naciones y líderes políticos y empresariales se burlaron cuando Alemania se propuso hacer la transición de plantas energéticas emisoras de carbono a la energía renovable, comprometiéndose a desarrollar nuevas fuentes energéticas, reducir el consumo, gradualmente eliminar la energía nuclear e invertir en un futuro bajo en carbono.
Sin embargo, en el 2014, Alemania, la cuarta economía más grande del mundo, alcanzó un hito al reducir su consumo energético general mientras aún registraba un modesto crecimiento económico del 1.5 por ciento, rompiendo un patrón tradicional en que el uso de la energía se reduce sólo durante las recesiones.
La proporción del uso de la energía renovable ha continuado en ascenso al tiempo que el uso de los combustibles fósiles ha bajado.
"Alemania es el primer país del mundo en mostrar que puede desvincular el crecimiento de la quema de combustibles fósiles", indicó Jim Young Kim, presidente del Banco Mundial. "Ésta es la principal tarea de nuestra generación".
Pero los esfuerzos no han carecido de retos. A medida que Alemania ha acelerado su eliminación gradual de la energía nuclear, a veces ha dependido demasiado del carbón, y tendrá que hacer mayores reducciones en sus emisiones anuales de carbono si quiere alcanzar su meta de una disminución del 40 por ciento de los niveles de 1990 para el 2020.
Se está pidiendo a los consumidores alemanes que carguen con gran parte del precio de la transición energética, que el Gobierno prevé será de al menos unos 597 mil millones de dólares para el 2050. Esto ha dejado a las familias con tarifas eléctricas mucho más altas que sus homólogos en la mayoria de los demás países.
Más recientemente, los expertos han advertido que el influjo de más de un millón de migrantes el año pasado podría causar un súbito disparo en las emisiones. "Es importante que abordemos el asunto de la población ahora, o podría poner en peligro nuestras metas para el 2020", dijo Andreas Loschel, profesor de economía y asesor del Gobierno.
Aun así, Barbara Hendricks, ministra del Medio Ambiente de Alemania, dijo que la capacidad de expandir la economía mientras se reducía el uso de la energía fue un importante logro.
"Ése es el punto decisivo para la sustentabilidad: ser igual o más exitoso, a la vez que se usan menos recursos", expresó.
Alemania ya ha alcanzado su meta de aumentar el porcentaje de energía representaban el 27.8 por ciento de toda la energía consumida, al suplantar por primera vez el lignito, o carbón pardo, combustible fósil favorito del país. La meta nacional para las energías renovables es del 35 por ciento para el 2020.
A largo plazo, las ambiciosas metas de Alemania siguen siendo reducir los gases de efecto invernadero al menos en un 80 por ciento de los niveles de 1990 en el 2050, con el 60 por ciento de la energía consumida proveniente de fuentes renovables.
En el 2011, un tsunami en Japón y la consecuente fusión de los reactores atómicos en Fukushima lograron lo que décadas de protestas antinucleares no habían podido: motivar al Gobierno de la canciller Angela Merkel a acelerar los esfuerzos para cerrar para el 2022 los 17 reactores del país, una importante fuente de energía baja en emisiones.
Eso dificultó aún más la tarea de transformación energética, y muchos líderes de la industria se quejaron de los precios energéticos al alza causados por los cuantios impuestos y recargos que han financiado el proceso. El Gobierno respondió eliminando los recargos para las compañías que podían demostrar una fuerte necesidad de energía; unas 2 mil quedaron extentas.
Se pasó la factura a los consumidores. Sin embargo, un sondeo de TNS Infratest, compañía de investigación de mercado, mostró que una considerable mayoría de alemanes sigue respaldando el esfuerzo de transformación energética, con el 67 por ciento favoreciendo las políticas del Gobierno. Algunas compañías ven el plan como una oportunidad de ampliar el mercado para sus productos.
Schuco, una de las empresas de ventanas más viejas de Alemania, también diseña puertas y fachadas que ahorran energía. Andreas Engelhardt, director general de la compañía, indicó que países como China e India, que figuran entre los más grandes emisores de gases de invernadero a nivel global, han mostrado creciente interés en edificios sustentables y amigables con el medio ambiente.
Publicado por Diario Correo (31 de Enero del 2016)