Limitante. La espera por la aprobación de la factibilidad del servicio de agua puede tener de brazos cruzados a las inmobiliarias, pues sin dicho requisito los bancos no entregan los créditos.
Sin duda alguna Lima ha registrado un crecimiento urbano notable y gran parte de ese cambio es impulsado por la inversión del sector inmobiliario. No obstante, la falta de redes de agua y desagüe, o la antigüedad de las mismas, pondrían en riesgo el desarrollo de más proyectos en nueve distritos de la capital.
Y así, las inmobiliarias que habían puesto sus ojos en las denominadas zonas de expansión urbana, o con atractiva ubicación, podrían alejarse en búsqueda de sectores propicios para los proyectos.
El presidente del Comité de Edificaciones de la Cámara Peruana de la Construcción, Ricardo Arbulú, Carabayllo y Ate son interesantes para las inmobiliarias por la disponibilidad de terrenos, zonificación y los proyectos comerciales que albergarán. Sin embargo, la carencia del servicio de agua ya dificulta la llegada de más inversiones del sector.
En esas jurisdicciones, las afectadas son las compañías de gran tamaño que buscan desarrollar complejos de condominios o urbanizaciones para la venta de lotes.
Según Rodolfo Bragagnini, presidente de la Asociación de Empresas Inmobiliarias del Perú (ASEI), la situación de Carabayllo empeora hacia el norte del río Chillón, en donde solo habría pilones de uso público.
El ejecutivo comentó que Lurín está en la misma situación, aunque el tendido de redes de desagüe no sería complejo por su cercanía a la planta de tratamiento de aguas residuales La Chira. “El atractivo de Lurín se explica por su proximidad a la Panamericana Sur y la demanda de viviendas cerca a las fábricas instaladas en el lugar”, anotó.
Redes antiguas
La antigüedad de las redes de agua y desagüe también afecta el desarrollo inmobiliario porque impide el suministro de grandes volúmenes de agua a los proyectos multifamiliares. En la capital, Barranco y Surco Viejo tendrían las conexiones más antiguas.
“No han sido actualizadas a las nuevas zonificaciones y densidades. Tienen 40 años, hay tuberías de 4 pulgadas en donde debería haber de 6 u 8; y de 2 en donde ya deberían ser de 4”, dijo Arbulú, tras indicar que algunos terrenos de esos distritos están siendo poco utilizados, pese a contar con vías de acceso y medios de transporte masivos.
En tanto, el ejecutivo de la inmobiliaria Livit, Freddy Zevallos, anotó que Breña, Rímac, El Agustino y algunas zonas de Surquillo tendrían la misma dificultad.
“Las conexiones deben tener ya 20 años”, refirió, tras indicar que el potencial de esos distritos reside más en su ubicación cerca al centro de Lima y a Lima Moderna.
De brazos cruzados
De otro lado, Zevallos afirmó que la espera por la aprobación de la factibilidad del servicio de agua y desagüe puede tener de brazos cruzados a las inmobiliarias, puesto que sin dicho requisito -indispensable para la aprobación del proyecto- los bancos no entregan los créditos. “La empresa puede tener el terreno y la zonificación, pero sin agua y crédito no puede hacer nada”, sostuvo.
Sin embargo, Bragagnini -también gerente general de Padova Inmobiliaria- reconoció que el problema de las redes de agua no es sencillo de tratar, puesto que en un mismo sector pueden existir zonas sin y con tuberías de diferente antigüedad.
Ampliación de redes
En esta coyuntura, Sedapal ha instalado 30,000 conexiones de agua potable en Lima entre el 2013 y 2014. Precisamente, los proyectos más importantes fueron en Carabayllo y Ate, señaló el gerente de Proyectos y Obras de Sedapal, Humberto Chavarry. Además, ejecutan 12 proyectos más, algunos de ellos en Chorrillos, y han iniciado la renovación de 700 km de tuberías en Lima Norte. En suma, hay 40 proyectos en expediente técnico, 6 en etapa de factibilidad y 58 en perfil.
Sin embargo, las inmobiliarias piden mayor celeridad para no paralizar sus proyectos.
Publicado en Diario Gestión ( 18 de Marzo del 2015 )