¿Bife de clon? ¡No, gracias!

 

 


 

 
Los encargados de la seguridad alimentaria en la Unión Europea no descartan eventuales riesgos en el consumo de carne de animales clonados y recomiendan más estudios antes de decidir sobre su comercialización.

Los especialistas en alimentación de la Unión Europea no ven diferencias entre la carne de vacas y cerdos clonados y la del ganado vacuno o porcino “tradicional”. Pero eso no quiere decir que tal diferencia no exista. Ni que carezca absolutamente de peligro para el consumidor. Simplemente no hay certezas. Eso es lo medular de un informe presentado este jueves por el comité científico de la Agencia de Seguridad Alimentaria de la UE (EFSA), con sede en Parma, en el que se indican que no hay aún suficientes estudios para descartar cualquier riesgo y se demanda más investigaciones al respecto.

Escepticismo y cautela

La Comisión Europea, que había solicitado el informe a la EFSA, aún no adopta una posición definitiva sobre la posibilidad de comercializar en Europa productos cárnicos o lácteos de animales clonados. Por lo pronto, se esperará a ver el resultado de una encuesta llevada a cabo en los 27 países de la UE, para luego debatir con los gobiernos y con el Parlamento Europeo, antes de tomar una decisión.

Sin embargo, el ministro alemán de Agricultura, Horst Seehofer, aplaudió desde ya el escepticismo que denota el informe de los especialistas. Según dijo, él siempre se ha opuesto a autorizar la comercialización de productos derivados de la clonación de ganado, por razones políticas y éticas.

Europa aún no dice la última palabra, demostrando más cautela que las autoridades competentes en Estados Unidos, que ya a comienzos de año autorizó la venta de carne y leche de ganado vacuno, porcino y caprino clonado.

Los problemas de la clonación

En Europa no hay productos de este tipo en la cadena alimentaria y también en Estados Unidos se estima que pasará tiempo hasta que la carne y la leche de los clones lleguen efectivamente a los supermercados y las mesas de los consumidores, dado que la clonación es un proceso caro y complejo.

Desde que la oveja Dolly sorprendió al mundo en 1997, más de una docena de especies de animales han sido clonadas en el mundo. Pero los problemas siguen siendo grandes. Por ejemplo, sólo el 15% de todos los embriones de reses clonados con éxito nacen finalmente con vida. A eso se suma el hecho de que estos animales suelen morir considerablemente más jóvenes que sus pares reproducidos naturalmente, y padecen con más frecuencia de problemas inmunológicos y tendencia a la adiposidad.

La salud de los animales es uno de los temas que preocupa a los especialistas, que también destacaron este aspecto en la presentación del informe de la EFSA. Y, aunque no se pueda concluir que de eso se derivarían también consecuencias negativas para la salud humana, hay motivos suficientes para aconsejar prudencia, como lo han hecho los expertos de la UE.
 

Fuente: Deutsche Welle