POR: JULIO ANDRÉS ROJAS JULCA
Los pueblos latinoamericanos caminan hacia la integración. Un ejemplo es la Comunidad Económica Latinoamericana y Caribeña (Celac) constituida en la II Cumbre de La Habana.
Un antecedente inmediato es la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), organismo que construye una identidad y ciudadanía sudamericanas. Y la tercera iniciativa, nacida el 2011, es liderada por cuatro países cuyos gobiernos de naciones latinoamericanas tienen costas en el océano Pacífico. La Alianza del Pacífico, a cargo de los presidentes de Colombia, Chile, Perú, México, y más reciente por Costa Rica, promueve acuerdos de unión de bolsas de valores, integración de mercados, lucha contra el narcotráfico, entre otros temas económicos y políticos.
Podemos apreciar que en el esquema de esta alianza, Colombia y el Perú encuentran un camino de integración amazónica en marcha, con éxitos evidentes entre los pueblos de la Cuenca del Napo, siguiendo la ruta de Orellana para construir un mundo de inclusión social a las poblaciones de ambas riberas.
Ecuador y el Perú vienen trabajando en sus fronteras mediante gabinetes binacionales, y alentando una política de atención prioritaria a las poblaciones vulnerables, gestión que Colombia y Ecuador han asumido en la práctica para abordar el desarrollo sostenible de sus fronteras.
Las poblaciones ecuaperuanas están logrando en pocos años aquello que no lo hicieron durante siglos de conflictos territoriales. Esta experiencia ratifica que somos capaces de marchar juntos, aun reconociendo nuestros propios elementos programáticos y su incidencia en un mundo globalizado.
El Perú impulsa la integración de la Amazonía con el PNAIA (Programa Nacional por la Niñez y la Infancia 2021) y una política pública para las Poblaciones Vulnerables. Esta praxis es igualmente apreciada por el Gobierno de Colombia para ser aplicada en la Cuenca del Putumayo, río que en su curso al Atlántico, une Colombia-Ecuador-Perú-Brasil, un camino natural para la fusión de nuestros pueblos.
En igual forma, Ecuador y Colombia aprecian la participación de la Marina de Guerra peruana con su Estrategia de Acción Social con Sostenibilidad, iniciativa que empezó hace dos años, mediante plataformas itinerantes, es decir, de buques ad hoc que transportan los principales servicios del Estado a lugares remotos.
Los primeros resultados auguran larga vida y el punto final al olvido secular de sus gobiernos y Estados, si se continúa alentando la participación intensa de los gobiernos locales, sus comunidades nativas y población.
Publicado por Diario El Peruano (24 de Febrero de 2014)