En un escenario pesimista, en el 2040 podría perderse hasta el 25% del PBI del sector, revela informe del Minam
Cecilia Niezen, periodista, comenta que para Lorenzo Castillo, gerente de la Junta nacional peruana del Café, el problema que atraviesa el sector cafetalero tiene un culpable: el cambio climático global.
Como se sabe, el sector cafetalero libra una batalla contra la roya, hongo que ya ha impactado negativamente a 260.000 hectáreas de café en el país, más del 50% de la superficie dedicada a este cultivo.
"La intensificación de las variaciones bruscas en las temperaturas, que se pueden manifestar con exceso de lluvia un día y fuerte calor al día siguiente, genera escenarios propicios para la explosión de hongos y enfermedades como la roya", sostiene el gerente del gremio cafetalero, que agrupa a unos 55 mil productores.
El café es solo la punta del iceberg de un problema que tiene el potencial de golpear con fuerza a la economía. Se estima que un 7% del PBI nacional y un tercio de la PEA están asociados a actividades productivas consideradas sensibles al cambio climático, como la agricultura, la pesca, la energía, la ganadería, el turismo y la minería.
Sin embargo, hay coincidencia en que el sector agrícola es el más sensible. Según datos preliminares de un estudio del Ministerio del Ambiente (Minam) sobre el impacto económico del cambio climático en el Perú, en un escenario muy pesimista, en el 2040 sus efectos podrían generar la pérdida de hasta el 25% del PBI agrícola, así como de S/.39.000 millones en la economía nacional, lo que representa el 18% del PBI actual.
Estos supuestos se confirmarían en un escenario caracterizado por la baja o nula reducción de emisiones globales, así como por la ausencia de políticas correctivas en el país. Más allá del agro, el sector energía presenta también vulnerabilidades.
Pedro Ferradas, gerente del programa de Gestión de Riesgos y Adaptación al Cambio Climático de la ONG Soluciones Prácticas, sostiene que la generación hidroeléctrica es altamente dependiente de la disponibilidad hídrica, condición que representa una vulnerabilidad alta a los impactos del cambio climático.
"Si bien actualmente hay un avance en el cambio de patrón y consumo de energía, pues se ha incrementado la generación a través del gas natural, la dependencia de centrales hidroeléctricas aún está cerca del 65% en el país", aseguró.
Publicado por Diario El Comercio (05 de Octubre de 2013)
El OEFA aprobó otorgar beneficios a las empresas infractoras que no hayan impugnado las multas impuestas o que en caso lo hayan hecho presenten un desistimiento.
Con el argumento de optimizar y facilitar a las empresas infractoras en el cumplimiento del pago de las multas ambientales, el OEFA aprobó el reglamento de fraccionamiento y/o aplazamiento del pago de esas multas, que en un caso llega al plazo máximo de cinco años.
Este beneficio se dará a las empresas sancionadas que no hayan presentado alguna impugnación administrativa, y si en caso lo hicieron entonces tendrían que desistir para acceder al incentivo.
Así, sin perjuicio del pago inicial, el saldo de las multas impuestas por el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) podrán ser fraccionadas y/o aplazadas con lapsos en función al monto de las multas.
Para las empresas con multas mayores a 20 mil UIT (S/. 74 millones) se contempla hasta 60 meses en caso de fraccionamiento, y hasta siete meses si es un aplazamiento.
En el caso de multas mayores a 10 mil UIT (S/. 37 millones) y menores o iguales a 20 mil UIT, se darán 48 meses por fraccionamiento, mientras que en aplazamiento es de seis meses.
En multas de 5 mil UIT (S/. 18.5 millones) y menores o iguales a 10 mil UIT, se da hasta 36 meses en fraccionamiento, y hasta cinco meses si se aplaza.
El beneficio se da desde multas menores o iguales a 500 UIT, según el OEFA.