Psicología y Medio Ambiente
El medio ambiente constituye hoy en día uno de los campos de estudio interdisciplinario que ha venido recibiendo una atención priorizada de parte de la comunidad científica mundial. La Psicología constituye una de las disciplinas que se interesa por el medio ambiente, tanto por la dinámica de la interacción individuo-medio, como por la educación ambiental.
Por Dionisio F. Zaldívar Pérez
La Psicología Ambiental constituye un área de desarrollo relativamente reciente de la Psicología, cuyo objetivo central es el estudio de la relación entre el individuo y el medio ambiente que lo rodea.
A la Psicología Ambiental le interesa la influencia que el medio ejerce sobre el comportamiento humano, e igualmente como este influye sobre el medio físico y socio cultural que le sirve como hábitat.
En el párrafo anterior de manera deliberada nos hemos referido tanto al medio o ambiente físico, foco principalísimo de atención de la Psicología Ambiental, como también al ambiente socio-cultural, tomando en consideración la importancia y efectos que sobre los individuos tienen los entornos humanos o escenarios en los que estos se desempeñan.
La Psicología Ambiental enfatiza el conocimiento de los procesos adaptativos del sujeto a las distintas manifestaciones del ambiente físico y también la aplicación de los conocimientos y recursos de que se dispone en el diseño de ambientes propiciadores del bienestar individual y colectivo, se trata por otra parte de eliminar o modificar las conductas que agreden o degradan el ambiente y desarrollar aquellas que lo resguardan.
Para lo anterior, resulta de gran importancia la identificación de las percepciones, conocimientos y actitudes ambientales de los sujetos.
La percepción del ambiente es un proceso que se produce en las personas a partir de las cualidades más significativas de este, como son: la novedad, la complejidad y la sorpresa e incongruencia, los que se incorporan a partir de actividades de exploración, selección, clasificación y comparación de diferentes estímulos que posibilitan la orientación y desarrollo de estrategias adaptativas necesarias para satisfacer las demandas y necesidades de la vida cotidiana.
Los conocimientos ambientales, se relacionan con aquellos elementos que el sujeto retiene acerca de un entorno físico determinado y que constituyen los nombrados mapas cognitivos. Estos mapas se construyen a partir de las imágenes de los datos sensoriales de dicho ambiente que el individuo ha asociado con este por sus características diferenciales, sus símbolos, su estilo de vida, sus sentidos, etc. para el mismo.
Las actitudes ambientales constituyen los juicios, sentimientos y pautas de reacción favorables o desfavorables que un sujeto manifiesta hacia un hábitat o ambiente determinado y que condicionan sus comportamientos dirigidos a la conservación o degradación del ambiente en cualesquiera de sus manifestaciones.
Estos aspectos resultan de gran importancia tanto para el diseño de diversos contextos físicos y sociales, como para la proyección y ejecución de programas de protección del ambiente.
Diversos estudios han mostrado las influencias que el ambiente ejerce sobre el rendimiento humano (trabajo, estudio, etc.) las actividades físicas (operar máquinas), operaciones mentales (concentración, recuerdo, percepción, etc.) y las interacciones sociales interpersonales y de grupos. Entre los distintos factores del ambiente que provocan las influencias antes señaladas tenemos:
Clima (temperatura, humedad, etc.)
Espacio disponible.
Decoración.
Color e iluminación.
Ruidos.
Contaminación: aire y agua.
Situaciones sociales (hacinamiento, sobrecarga de información, aglomeraciones, carencia de privacidad, etc.).
Cuando la exposición a estos agentes externos provoca sobre-estimulación en los sujetos se puede generar el llamado estrés ambiental, que suele tener sus causas no sólo en estos agentes materiales, sino también en estímulos sociales, con afectaciones en la salud física y mental. Los síntomas más frecuentes del estrés ambiental son la fatiga, la irritabilidad, la agresividad, la depresión y la confusión mental.
La Psicología Ambiental para alcanzar sus objetivos, se apoya en las cinco estrategias ecoprotectoras siguientes:
El diseño de ambientes.
La estimulación instigadora.
La definición de responsabilidades.
La modificación de conductas.
La educación ambiental.
1. Diseño de Ambientes
Al diseñar los componentes materiales de los distintos ambientes donde los sujetos desarrollan sus actividades (estudio, trabajo, etc.), los psicólogos ambientales, en conjunto con arquitectos e ingenieros industriales, toman en consideración aquellos elementos del ambiente que pueden influir sobre la conducta, el rendimiento, y la salud física y mental de estos.
2. Estimulación Instigadora
Se trata de la producción o configuración de señales o mensajes que cumplan la función de promover comportamientos ecológicos responsables. Esta actividad puede adoptar cualquiera de las tres siguientes formas de presentación: mensajes verbales a través de volantes, afiches, radio u otros medios, modelamiento (presentación de modelos -personas significativas o empáticas- que actuarán de acuerdo a conductas deseables) y presentación de estímulos físicos ambientales como depósitos de basura para invitar a mantener la limpieza.
3. Definición de responsabilidades
Se trata de la reglamentación y el establecimiento de una adecuada supervisión a los recursos naturales no renovables.
4. Modificación de conducta
El objetivo básico es el establecimiento de estrategias conducentes al logro de conductas ecológicas responsables, se trata sobre todo de corregir o modificar los comportamientos ecológicos indeseables. Los programas de modificación de conducta empleados, utilizan técnicas de refuerzo (de las conductas deseadas) y de castigo (de las conductas indeseadas).
5. Educación Ambiental
Se orienta principalmente a hacer comprender y a formar actitudes positivas hacia el ambiente (o modificar las negativas) y facilitar o propiciar aquellas conductas tendentes al cuidado y mejoramiento del entorno físico y social.
En la conferencia de las Naciones Unidas, desarrolladas en Tibilisis en 1977, se plantearon los 12 principios básicos de la educación ambiental:
La consideración del ambiente en su totalidad.
Ver la educación ambiental como un proceso continuo a través de toda la vida.
Carácter interdisciplinario.
Examinar los aspectos ambientales desde todos los niveles: local, nacional, regional e internacional.
El enfrentamiento de situaciones actuales o potenciales, tomando en consideración el pasado.
Énfasis en la necesidad de cooperación a todos los niveles de la sociedad.
Consideración de los factores ambientales para el desarrollo y crecimiento económico.
Introducción de los conceptos ambientales a todas las edades.
Educar en la asunción de responsabilidades en la planificación y en la toma de decisiones, aceptando las consecuencias.
Ayuda a identificar los síntomas y las causas reales de los problemas ambientales.
Enfatizar la complejidad de los problemas ambientales.
El uso de experiencias y consideraciones diversas.
Concluyendo: La Psicología Ambiental se ocupa de las influencias interactivas del ambiente físico y cultural, la estructura social y las relaciones interpersonales sobre los individuos, así como de las medidas educativas que favorezcan el desarrollo de actitudes que propician los comportamientos favorables al cuidado y mejoramiento del ambiente físico y social.
Para profundizar:
Mejia T. Psicología social y sus aplicaciones. Tomo III, Cap. VI. En: Psicología, calidad de vida y Medio Ambiente. Sto. Domingo: Editorial de la UASD; 1995.
Holallan Ch. Psicología Ambiental. Un enfoque general. México: Editorial L. Musa; 1944.