'Fracking': la nueva y polémica forma de extraer gas natural

 

Ha sido valorada por ser bastante más económica que otras técnicas, pero también genera graves consecuencias para el medio ambiente

 

'Fracking': la nueva y polémica forma de extraer gas natural

(Foto: Reuters)

(Agencias). La explotación por fractura hidráulica, también conocida como gas de esquisto o “fracking” en inglés, es una nueva forma de extraer el gas natural del subsuelo. Si bien reduce los costos de forma considerable, también ha originado debates en distintas partes del mundo debido a los daños que ocasiona al medio ambiente.

El objetivo del fracking es extraer el gas, pero no el que se encuentra almacenado en inmensos pozos, sino en rocas que necesitan ser quebradas por intermedio de grandes volúmenes de agua mezclados con sustancias químicas (de ahí el término “perforación hidráulica”).

Según informó el diario El País, cada perforación requiere 200 mil metros cúbicos de agua combinados con 500 sustancias químicas. De estas últimas, 55 han sido identificadas como altamente tóxicas y otras ocho son cancerígenas. A manera de síntesis, cada perforación involucra cuatro toneladas de compuestos.

Esto ha generado discusiones en torno a su viabilidad. En Estados Unidos, Vermont lo prohibió, mientras que Nueva York y Nueva Jersey lo han suspendido. En Europa, Bulgaria y Francia también lo han rechazado. En Latinoamérica la controversia aún es primigenia: solo una pequeña ciudad en una provincia del sur de Argentina ha decidido vetarlo de forma unánime.

Publicado por Diario El Comercio ( 11 de Enero del 2013)

 

Quieren regular el 'fracking' en la Unión Europea

 

La directora de AEMA sostiene que la Unión Europea debe regular el 'fracking'



"Las legislaciones nacionales no traspasan fronteras pero que los impactos del 'fracking' sí", argumentó la directora de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), Jacqueline McGlade, para sostener que este tipo de extracción debe ser regulada por la Unión Europea (UE).
En una entrevista con EFEverde, la responsable del máximo organismo consultivo europeo en materia de medio ambiente, considera desacertada la decisión del Parlamento Europeo de que sean los países quienes decidan si explorar o no sus recursos de gas no convencional a través de una técnica conocida como "fracking" o fractura hidráulica.
MacGlade explica que aunque los países europeos regulen a nivel nacional la extracción de gas no convencional mediante esa técnica, su impacto potencial pueden afectar a los recursos naturales y los ciudadanos de otros países, y cita como caso la posible contaminación de los acuíferos.
"Necesitamos una norma europea que asegure que eso no va a ocurrir", subraya con rotundidad la científica británica, de 57 años.


La directora de la AEMA opina, no obstante, que la extracción de gas no convencional a través de la fractura hidráulica en Europa "es mucho menos viable económicamente de lo que cree la gente"; y "requiere una enorme inversión, que sólo sería rentable si hubiera grandes recursos".
Frente al gas no convencional, McGlade considera que el futuro energético de Europa pasa por las renovables, cuya industria "seguirá atrayendo inversiones y creciendo de tal manera, que llegará un momento en el que veamos la clara viabilidad de los diferentes tipos de energías renovables, y quienes ahora las cuestionan dejarán de hacerlo".
"Las ventajas de las renovables desde todos los puntos de vista, sobre todo desde el económico, superan con creces a las del gas no convencional", señala con rotundidad.
Dado que la investigación de los posibles yacimientos de gas no convencional apenas ha comenzado en Europa, la AEMA aún no ha producido estudios sobre la fractura hidráulica; a diferencia de otras cuestiones ambientales en las que los informes de la agencia han dejando "huella" en las regulaciones europea y nacionales, como es el caso de la contaminación atmosférica.


En plena revisión de la Directiva de Calidad del Aire, McGlade considera que la nueva norma debe incorporar todos los hallazgos que ha hecho la ciencia en los últimos diez años sobre los "graves" impactos de la contaminación atmosférica en la salud humana y en los ecosistemas.
"La nueva directiva debe introducir objetivos de calidad del aire más ambiciosos, e informar más y mejor a los ciudadanos de la contaminación atmosférica en sus ciudades y de las consecuencias de esa contaminación. Esa información debería llegar a diario de la misma forma que llega el parte meteorológico", explica.
En esa línea, la directora de la AEMA dice que en la revisión de la directiva habría que ser más "estrictos" con las instalaciones industriales, en tanto que las considera entre las principales responsables "de uno de los problemas más importantes de Europa desde el punto de vista económico y de la salud: la contaminación del aire".
¿Considera McGlade que la crisis económica está dejando el medio ambiente en un segundo plano? "Aunque a simple vista pueda parecer que sí, la realidad es que esta crisis nos está haciendo cada vez más conscientes del valor de nuestros recursos naturales, y yo creo que la conciencia ambiental en Europa se ha reforzado", apunta.
Sobre sus diez años al frente de la AEMA asegura que se siente especialmente orgullosa "de haber logrado un equipo de expertos cada vez más grande y más motivado que no mira los problemas ambientales uno a uno sino de una manera integrada", así como "de haber mejorado el acceso ciudadano a la información ambiental".
A su sucesor en el cargo a partir de junio, el profesor belga Hans Bruyninckx le recomienda que "mantenga el alto nivel de conocimiento que produce la agencia, que haga todo lo posible por compartirlo y para que llegue a la ciudadanía".


Publicado por ABC España ( 20 de Enero del 2013).

 

 

Acuerdo mundial para reducir emisiones de mercurio

 

La ONU cierra un acuerdo mundial para reducir emisiones de mercurio



 

Más de 140 países han alcanzado un acuerdo para reducir las emisiones de mercurio después de conversar durante toda la noche en Ginebra, según dijo el sábado el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP).
El acuerdo va encaminado a eliminar gradualmente muchos productos del hogar que utilizan metal líquido, como termómetros y algunas lámparas fluorescentes, y a reducir las emisiones de las centrales eléctricas y fábricas de cemento, dijo a Reuters el portavoz del UNEP, Nick Nuttall.
"En la mañana del 19 de enero se llegó a un acuerdo para empezar a librar al mundo de un metal peligroso para la salud", dijo Nuttall.
La Convención Minamata sobre mercurio, con el nombre de la ciudad japonesa en la que hubo gente envenenada a mediados del siglo XX por descargas industriales de mercurio, podría tardar entre tres y cinco años en entrar en vigor, dijo el UNEP.
Mineros de oro a pequeña escala, que utilizan el mercurio como catalizador para separar el oro de su mineral, estarían también protegidos en el acuerdo logrado tras tres años de negociación, agregó.
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Publicado por Reuters ( 22 de Enero del 2013)