La especie está en peligro de extinción. Sólo 0,02 a 0,2 por ciento de cada 10 mil crías llegan a sobrevivir
El tráfico de tortuga diezma la población del quelonio. (Foto: Reuters)
La policía federal mexicana informó haber confiscado un cargamento en el que se encontraron 22.470 huevos de tortuga marina, junto a 102 paquetes con carne del mismo animal. Tanto los huevos como la carne se encontraban almacenadas en un grupo de cajas que viajaban en un bus, con destino a Oaxaca.
“Al realizar la revisión correspondiente, los uniformados detectaron en el área destinada para el descanso de los conductores, varias cajas de cartón que contenían huevos de tortuga, así como un costal de nylon que contenía varios paquetes con aletas y pieles de tortuga” dijeron miembros de las fuerzas del orden a la agencia AFP.
Si bien el hecho representa un duro golpe para el tráfico de tortuga marina, considerado como ilegal y sancionado penalmente en varios países del Caribe, esto no mejora el futuro del animal, el cual se encuentra en riesgo de extinción debido a la actividad humana.
La reproducción de la tortuga marina es un proceso sumamente delicado. Si bien las hembras depositan un gran número de huevos en la arena del mar, pocas son las que llegan a sobrevivir. Estudios científicos indican que sólo 0,02 a 0,2 por ciento de cada 10 mil crías de tortuga alcanza la edad adulta.
Publicado por Diario El Comercio (26 de Diciembre del 2012)
Winner tenía 4 años y vivía en una piscina de 145 mil litros. Su muerte ha reavivado la polémica: ¿los animales salvajes deben estar en cautiverio?
Las inusuales temperaturas afectan incluso a los animales de la capital argentina. (Foto: AP)
Las altas temperaturas por las que atraviesa la ciudad de Buenos Airesfueron la principal causa de la muerte de Winner, el último oso polar del zoológico de la capital argentina. Personal administrativo se percató en la mañana de ayer que el mamífero no se movía, motivo por el cual llamaron a los veterinarios. Sin embargo, era demasiado tarde: Winner había fallecido en la madrugada.
“Winner murió por el excesivo calor. Las altas temperaturas fueron determinantes” explicó en un comunicado Miguel Rivolta, veterinario y director de Bienestar Animal del zoológico. Agregó que el ruido de los fuegos artificiales en Nochebuena también han podido influir en el deceso de Winner, quien padecía de un cuadro de nerviosismo.
“Un animal dormido con calor tiene más probabilidades de morir porque no puede termorregularse mediante el jadeo o el acceso a una fuente de agua” dijo Rivolta a la prensa. Winner tenía 16 años y gozaba de un buen estado de salud, pero las elevadas temperaturas de los últimos días, que alcanzaron los 36.7 grados Celsius –con una sensación térmica de 45.5 grados- terminaron llevándose la vida del oso.
Publicado por Diario El Comercio (27 de Diciembre del 2012)