Por: IRINA BOKOVA
La sostenibilidad es el programa para la paz y el desarrollo del siglo en curso. Fortalecer la resiliencia mediante la seguridad personal y la reducción de los riesgos de desastre es esencial para este futuro más sostenible.
Tales son las conclusiones de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible celebrada en Río de Janeiro este año.
En el documento final de la Conferencia Río+20 se pide también que se integre una perspectiva de género en la concepción y aplicación de toda política de reducción de los desastres.
El tema del Día Internacional para la Reducción de los Desastres 2012 (13 de octubre) es "Mujeres y niñas: la fuerza invisible de la resiliencia".
Las mujeres se ven afectadas por los desastres de modo desproporcionado, debido a los roles sociales, la discriminación y la pobreza.
Sin embargo, sus intereses no reciben un reconocimiento suficiente, ni su papel y sus capacidades se ponen debidamente de relieve. Debemos lograr un nuevo equilibrio en la reducción de riesgos. La discriminación es una violación de los derechos humanos, pero es también una política desacertada.
Para la Unesco, las mujeres y las niñas deben verse como potentes agentes de cambio. Por ello ponemos nuestro empeño en empoderar a las niñas y las mujeres por medio de la educación, a fin de que puedan hacerse cargo de sus vidas y de las de sus familias y comunidades.
Las mujeres deben participar plenamente en la planificación y aplicación de todas las medidas de reducción de los desastres.
Estos son los objetivos que persigue la Alianza mundial para la educación de las niñas y mujeres de la Unesco.
En Haití, estamos ayudando a jóvenes enfermeras a seguir prestando servicios de alta calidad mediante el establecimiento de unidades multimedia móviles y se está impartiendo formación a jóvenes periodistas.
En Myanmar, procuramos reducir la vulnerabilidad de las mujeres mediante el programa de recuperación educativa de Myanmar, gracias al cual más de 1,500 profesoras han sido formadas como instructoras de reducción de los riesgos de desastre y ejercen funciones de coordinadoras para la gestión de desastres en las escuelas.
En Pakistán, la Unesco se concentra en la formación de mujeres a fin de ofrecer entornos de enseñanza y aprendizaje mejores y más seguros en escuelas afectadas por terremotos.
En Indonesia, ayudamos a mujeres de comunidades en torno a Borobudur a generar ingresos después de las erupciones del monte Merapi, impartiéndoles formación sobre la utilización de los conocimientos tradicionales para el desarrollo relacionado con el turismo.
Debemos integrar los intereses de las niñas y las mujeres en todas las políticas de reducción de los desastres. Su empoderamiento es una de las maneras esenciales de lograr sociedades con mayor resiliencia.
Conforme aumenta el número y los efectos de los desastres, las niñas y las mujeres deben cobrar mayor protagonismo: deben ser agentes y líderes de la resiliencia. Tal es nuestro mensaje en este Día Internacional para la Reducción de los Desastres 2012.
Publicado por Diario El Peruano (12 de Octubre del 2012)