[Nancy Miller, enviada] Cruel realidad. Niños, mujeres y ancianos enfermos, animales que mueren por enfermedades diarreicas fulminantes, borregos que nacen con dos cabezas y abortos espontáneos en el ganado, son algunas de las consecuencias que genera en las provincias de San Antonio de Putina, Carabaya y Azángaro, en Puno, el accionar de 30,000 mineros ilegales y artesanales que han contaminado el río Ramis con arsénico, plomo, cadmio y manganeso.
El ministro de Salud, Alberto Tejada, dijo al Diario Oficial El Peruano que los análisis realizados a lo largo del río Ramis por la Dirección General de Sanidad Ambiental (Digesa) revelan la existencia de estos minerales en las aguas del referido torrente, en niveles muy superiores a los permitidos.
"Es desolador este desequilibrio que hay entre la productividad y la protección de la vida y la salud. La contaminación de los ríos es un grave problema, y estamos constatando un clamor de las comunidades altoandinas. Sus implicancias en la salud son graves, pues se trata de su única fuente de agua que está contaminada con arsénico y mercurio en valores superiores a los permitidos."
Por su parte, el ministro del Ambiente, Manuel Pulgar-Vidal, afirmó que en las zonas altas de Puno existe un problema serio de contaminación que afecta la salud de los pobladores.
"Aquí, los mineros están explotando oro en las partes altas sin cumplir ninguna consideración ambiental y están generando un fuerte impacto en las zonas bajas de la región.
"Este es un caso en donde pobladores se enfrentan contra pobladores. Entonces veremos la mejor manera de evitar que la población se afecte con una contaminación generada por la minería ilegal e informal."
Aclaró que la presencia de los ministros en la zona tiene como objetivo diseñar las acciones que deberán aplicarse en forma inmediata. "Tenemos un problema de riego, de alimentación de animales y de saneamiento".
Inspección ocular
Los ministros Tejada y Pulgar-Vidal estuvieron acompañados del presidente del Consejo de Ministros, Óscar Valdés, quienes visitaron las comunidades de Pampablanca, Ananea, Ancoccala, Chaquiminas y Huacchani para verificar el estado de contaminación que genera la minería ilegal e informal en el río Ramis.
La comitiva del Ejecutivo halló, además, a lo largo del recorrido que realizó por más de diez horas entre Puno y Ananea –ubicada a una altura que supera los 5,000 metros sobre el nivel del mar– varias dragas de extracción de oro y otros metales, que son utilizadas por los mineros ilegales e informales sin ninguna autorización.
Las dragas se encontraban situadas muy cerca unas de otras, así como galoneras y botellas de combustible vacías, que evidenciaban su funcionamiento en la zona y sus consecuencias destructivas.
Sin embargo, en ninguna de estas dragas se encontró a mineros trabajando.
El ministro Valdés declaró horas antes que había indicios respecto a que los mineros trasladaban sus equipos a Bolivia cuando eran alertados sobre el desarrollo de algún operativo.
El titular de la PCM precisó que son aproximadamente 30,000 mineros ilegales y artesanales, pero advirtió que conforme pasa el tiempo, la cantidad se incrementó, tanto en número de gente como en maquinaria.
"Queremos la formalización de esta actividad, pero sin contaminación. La gente de Puno quiere la minería, pero que sea responsable; tenemos que proteger la vida humana."
Muestras de los daños
En cada una de las comunidades que visitó Valdés recibió quejas de la población respecto a los graves daños que ocasiona la minería ilegal en el río Ramis.
"Esto es producto de la contaminación, así nacen nuestros animales", dijo Paulina Quispe, una pobladora de San Antón quien le mostró al ministro el cadáver disecado de un borrego de dos cabezas que nació en su corral.
En Potoni, otra pobladora le mostró el feto de una llama y le dijo que desde hace meses su ganado presenta abortos espontáneos.
En la localidad de Asillo, un grupo de pobladores le entregó a Valdés botellas de plástico que contenían agua de color verde, tomada del río Ramis, dos días antes.
Expresaron que la contaminación genera la pérdida de sus cultivos. "Estamos enfermos y perdemos nuestro ganado, cultivos y pastizales".
Publicado por Diario El Peruano (10 de Julio del 2012)