Ocho cuestiones sobre el agua
Por Alex Fernandez Muerza
El agua no es un recurso escaso
Según Naciones Unidas, uno de cada seis habitantes del planeta no dispone de
agua limpia y uno de cada cinco carece de la más simple letrina. Con la
tendencia actual en el consumo del agua, en 2025 dos de cada tres personas
sufrirá estrés hídrico. A pesar de estos datos, los expertos subrayan que el
problema es la mala gestión, porque hay agua suficiente para todos. La UNESCO
calcula que cada persona necesita de 20 a 50 litros de agua limpia al día para
asegurar sus necesidades básicas (beber, lavarse, cocinar y saneamiento). Los
responsables de esta institución de la ONU estiman que lograr 50 litros diarios
para todos los habitantes del planeta en 2015 supondría menos del 1% de la
cantidad de agua utilizada en la actualidad.
El agua es mucho más que un recurso hidráulico
El agua no solo sirve para saciar nuestra
sed, regar los campos o generar energía hidráulica. Es un elemento básico para
el buen estado de la naturaleza, para la biodiversidad, para los ríos, los
lagos, los humedales, las lluvias, los glaciares, etc. y, por ello, también para
los seres humanos. Este aspecto esencial del agua debería tenerse también en
cuenta al gestionarlo.
Las inundaciones no tendrían que ser catastróficas
"Las inundaciones son la catástrofe más extendida y probablemente la que más daños causa en todo el planeta", según Antonio Cendrero, experto en catástrofes naturales de la Universidad de Cantabria. En Europa encabezan la clasificación de las mayores pérdidas económicas: entre 1998 y 2009 se registraron 213 inundaciones, que provocaron 1.126 muertos y unas pérdidas de 52.172 millones de euros, según un informe de la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA). Sin embargo, las inundaciones son fenómenos naturales en los que el agua reivindica su espacio vital. Por ello, lo realmente catastrófico es construir en zonas inundables. La Directiva europea de evaluación y gestión del riesgo de inundación o los mapas de riesgo son algunas herramientas para minimizar estos daños
La sequía es un fenómeno natural y cíclico
España ha sufrido en los últimos años
varias sequías. Este fenómeno natural forma parte del clima mediterráneo en la
Península Ibérica y se registra de forma cíclica, aunque no se puede predecir en
qué fecha concreta. Por ello, como sostiene Nuria Hernández-Mora, presidenta de
la Fundación Nueva Cultura del Agua (FNCA), "el problema no es tanto que se
produzcan, sino cómo las gestionamos".
El agua embotellada no es mejor que la del grifo
El consumo de agua embotellada ha crecido de manera espectacular en los últimos años. Conviene recordar que la extracción, envasado, transporte y posterior eliminación de este producto provoca diversos impactos medioambientales que los consumidores pueden evitar. Como subraya José Manuel Murillo, ingeniero de minas del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), "España es un país en el que, salvo algún caso esporádico y excepcional, no hay que temer por la calidad del agua para abastecimiento urbano. Otra cosa es que el agua pueda gustar más o menos
España está a la cabeza mundial en presas y desaladoras
La agricultura es la actividad que más consume y pierde agua
En todo el mundo, alrededor del 70% del suministro de agua se destina a la agricultura y el resto lo comparten la industria, los hogares y el medio ambiente, según datos del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Casi el 60% del agua utilizada en el riego se pierde por la escorrentía o bien porque se evapora antes de llegar a la planta, según un informe de la UNESCO. Por lo tanto, una respuesta a la escasez del agua podría ser la mejora del regadío. Según el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM), más del 60% de los regadíos españoles ha mejorado su eficiencia
El agua subterránea no se ve, pero también se usa
Los acuíferos son formaciones geológicas subterráneas que
permiten el flujo y la extracción del agua del subsuelo. En España atienden el
30% de los abastecimientos urbanos e industriales y el 27% de la superficie de
riego, según datos del "Libro Blanco del Agua en España". La contaminación por
vertidos de residuos incontrolados y la sobreexplotación de los mismos ponen en
riesgo su continuidad.