Protejamos la cuna del Amazonas
Por Luis Eduardo Podestá
Desde 1984, cuando el oceanógrafo Jacques
Yves Cousteau anunció que el Amazonas se extendía a lo largo de 7,025
kilómetros, el río más caudaloso del mundo que cruza tres países de América del
Sur, ha sido objeto de numerosas investigaciones.
Una excursión propiciada por Cousteau en 1996 llegó tras redoblados esfuerzos a
la cumbre del nevado Mismi, de 5,597 metros de altura, en la provincia de
Cailloma, Arequipa, y declaró que el deshielo que caía sobre las quebradas
Carhuasanta y Apacheta formaba un pequeño torrente que creaba el río Apurímac,
que luego se unía con el Ucayali, y más tarde con el Marañón para formar el
Amazonas.
No fue sino hasta el 19 de noviembre de 1999, durante una conferencia de prensa
por la Sociedad Geográfica de Lima, que el presidente de la entidad, doctor
Eduardo Bedoya Lazarte, declaró: “La expedición Amazonas Fuente ’96 ha
demostrado de forma concluyente que el Amazonas toma su inicio en la montaña
Quehuisha”.
Más tarde, en 2005, científicos del Instituto Brasileño de Investigaciones
Espaciales de Sao José dos Campos dieron datos definitivos sobre la longitud del
Amazonas tras una teledetección realizada con la ayuda del satélite Landsat, que
determinó en definitiva que el río tiene 7,040 kilometros de longitud y supera
al Nilo, de 6,857 kilómetros de largo.
Así, las imágenes satelitales confirmaron el origen del Amazonas en Quehuisha.
El 11 de setiembre pasado, ya no en las laderas del Mismi, sino en las cercanías
de un manantial descubierto a finales del siglo XX por el explorador y
periodista ítalo-polaco Jacek Palkiewicz, se develó un monumento en homenaje al
río rey. En una placa se puede leer: “Aquí nace el Amazonas, el río más grande
del mundo”.
Ahora, se busca declarar área protegida a ese lugar de la montaña, a 5,170
metros sobre el nivel del mar, para librarlo de los daños que podrían causar
eventuales exploraciones mineras o la explotación de los pastos.
El geógrafo Zaniel Novoa Goicochea, de la Sociedad Geográfica de Lima, declaró
que con el monumento quedará “identificado y registrado” el lugar del verdadero
origen del río Amazonas.
No obstante, el geógrafo tuvo un lamento que debemos escuchar porque también el
llamado calentamiento global está causando el deterioro de nuestras riquezas
naturales: “Hace 15 años el Quehuisha tenía un ‘gorrito’ de nieve y hoy no.
Afortunadamente, el pequeño manantial (origen del Amazonas) se alimenta de hielo
que está bajo la superficie”.
El expediente sobre el área protegida estará listo a mediados de diciembre.