Incidencia de la corrupción en el cambio climático
Se entiende por corrupción la utilización ilegal de un
cargo público por los políticos o funcionarios para obtener un beneficio
privado. Refieren actos ilegales que i) se llevan a cabo con la
participación de funcionarios públicos, ii) afectan al poder y propiedades
públicos, iii) se cometen para obtener un beneficio privado, iv) se cometen
intencionadamente y v) son clandestinos (FAO, 2001).
La corrupción afecta la calidad de vida, la gobernabilidad, la
institucionalidad y favorece la exclusión social e inequidad (Meir, 2009).
Incide además en el mantenimiento de la calidad de los ecosistemas y su
capacidad de resiliencia para hacer frente al cambio climático. La
corrupción es un factor que ataca directamente las condiciones de
sostenibilidad y de justicia de una nación o pueblo. ECODES (2011) señala
que la evidencia empírica sugiere que los altos niveles de corrupción están
asociados con bajos niveles de desarrollo, como revela la comparación del
índice de control de la corrupción del Banco Mundial y del producto interior
bruto per cápita que muestra la existencia de una alta correlación entre
ambos indicadores.
La corrupción es un problema de preocupación global y nacional. Algunas de
las principales conclusiones del Barómetro 2010, elaborado por Transparency
International (2010) son altamente preocupantes:
• En todo el mundo, se percibe que los niveles de corrupción han aumentado
en los últimos tres años.
• Las experiencias de hechos de soborno administrativo son generalizadas, y
no han registrado variaciones si se las compara con el año 2006. Una de cada
cuatro personas en el mundo ha pagado un soborno
• Las medidas del gobierno para combatir la corrupción suelen verse como
poco eficaces.
• Existe un bajo nivel de confianza en las entidades formales para combatir
la corrupción.
La corrupción es el principal problema que enfrenta el Perú. Así lo
considera más de la mitad del país (51%), según la Sexta Encuesta Nacional
sobre Corrupción de Pro Ética, elaborada por Ipsos Apoyo. Esta percepción ha
ido aumentando significativamente con el paso de los años, pues en el 2003
llegaba a 25%. El 56% considera, además, que la corrupción de funcionarios y
autoridades son el principal factor que impide el desarrollo del país (El
Comercio, 2010)
Las manifestaciones de la incidencia de la corrupción sobre el cambio
climático se ponen de manifiesto en los diversos sectores y recursos:
•En el caso del agua se encuentran nexos entre el agua, la corrupción y el
cambio climático en los siguientes sectores: Administración de recursos
hídricos, Sistemas de abastecimiento de agua potable y saneamiento,
Agricultura y Energía hidroeléctrica (Transparency International, 2008).
•En el caso de los bosques la corrupción corre a lo largo de la red de valor
incluyendo la asignación de derechos.
•En el caso de recursos minero energéticos existen sonados casos de
corrupción descritas prolíficamente por la prensa.
Indudablemente no se pueden hacer generalizaciones pero tampoco se puede
subestimar un problema que afecta las bases mismas del desarrollo. Es un
tema que requiere la más alta prioridad de atención si es que queremos
avanzar a un desarrollo con equidad.
El cambio del uso del suelo, la deforestación, la degradación forestal, la
alteración de suelos y la tala ilegal debilitan el papel de los bosques para
hacer frente al cambio climático. Así mismo, la extracción de madera fuera
de las áreas autorizadas y en zonas frágiles de altas pendientes, el
aprovechamiento mayor del volumen autorizado, el transporte y
comercialización de productos forestales con documentación fraudulenta, el
debilitamiento de las obligaciones asumidas en los planes de manejo
forestal. Sin adecuadas medidas silvícolas y de conservación de suelos se
pone en duda la sostenibilidad de los bosques y por tanto su efectividad
para hacer frente al cambio climático.
Como describe FAO (2001) los bosques cumplen un papel central en la
adaptación y mitigación al cambio climático: “El carbono se acumula en los
ecosistemas forestales mediante la absorción de CO2 atmosférico y su
asimilación en la biomasa. El carbono se almacena tanto en la biomasa viva
(la madera en pie, las ramas, el follaje y las raíces) como en la biomasa
muerta (la hojarasca, los restos de madera, la materia orgánica del suelo y
los productos forestales). Cualquier actividad que afecte al volumen de la
biomasa en la vegetación y el suelo tiene capacidad para retener –o liberar–
carbono de la atmósfera o hacia la atmósfera.” Aunque las emisiones totales
de gases de efecto invernadero de los países de la Comunidad Andina son
relativamente bajas no se puede desestimar las emisiones productos de la
deforestación y degradación de bosques.
Olivera (2003) producto de la experiencia americana y mundial señala que
pueden establecerse los siguientes principios en la formulación de políticas
anticorrupción:
•Se debe actuar sobre los sistemas
•Se debe actuar preventivamente
•Se debe actuar integralmente
•Se debe actuar en un marco democrático
•La prensa debe jugar un papel fiscalizador
Así mismo, según el autor arriba señalado, La definición de reales políticas
anticorrupción debe implicar:
•Una adecuada conceptualización y tipificación del fenómeno de la
corrupción.
•El análisis y tratamiento de los factores que posibilitan la corrupción.
•El reajuste de la legislación que trata el fenómeno de la corrupción a
nivel de cada país.
•Acción internacional concertada (incluye normatividad supranacional).
Algunas de las recomendaciones que alcanza FAO (2001) para la lucha contra
la corrupción en el sector forestal son:
•Hacer que la integridad tenga una mayor recompensa
•Imponer sanciones más severas
•Reducir los poderes discrecionales de los funcionarios públicos
•Simplificar el marco normativo, administrativo y reglamentario
•Hacer un mayor uso de mecanismos de mercado
• Involucrar a los medios de comunicación, las ONG y el público en la lucha
contra los delitos forestales
El cambio climático presenta un nuevo conjunto de retos para el sector
forestal, pero al mismo tiempo crea oportunidades.
Los esfuerzos internacionales de las dos últimas
décadas por construir un entendimiento común, un marco normativo y un
conjunto de instrumentos para la ordenación forestal sostenible constituyen
una base firme para que los responsables de las políticas y los encargados
de la ordenación forestal aborden el cambio climático de manera eficaz (FAO,
2011). Para hacer eso posible hay que fortalecer gobernabilidad,
institucionalidad, el marco normativo, el sistema para favorecer el
cumplimiento de las leyes tanto por parte de las autoridades como de los
usuarios forestales. Para ello se requiere una lucha decidida contra la
corrupción, visiones y agendas compartidas, recursos y voluntad política,
participación y vigilancia ciudadana y un papel activo de los medios de
comunicación. Se requiere además desplegar los mecanismos de acceso a la
información pública, fomento de la ética en la función pública y la
transparencia. Se requiere políticas y acciones expresas de lucha contra la
corrupción.
Publicado por Web Ecoticias.com (28/04/11).