DIA DE LA TIERRA

 

 

¿Qué es el Día de la Tierra?

 

 

Desde hace 37 años, el día 22 de abril se celebra el ignorado y poco vistoso Día de la Tierra.

Nunca estamos bien enterados de qué va todo esto, y tendemos a pensar que es otra ocasión para que los pesados de los medioambientalistas nos fustiguen con sus preocupaciones... ¿cómo empezó todo esto?

 

El año 1962, el senador norteamericano Gaylord Nelson comienza a hacer lobby político para que el tema medioambiental forme parte de la agenda gubernamental del presidente John Kennedy. Después de varios años de trabajo social y político, en 1969 aprovecha los ímpetus de la airada protesta civil contra la guerra de Vietnam, y convoca a una gran manifestación popular donde las personas de todo el país expresan su preocupación por el manejo del tema medioambiental a nivel nacional. En noviembre de ese año, el New York Times en palabras de Gladwin Hill, publica:

 

"La conciencia sobre la crisis medioambiental está arrasando los campus universitarios con una intensidad sólo comparable con el descontento con la Guerra de Vietnam... por ello las oficinas del senador Gaylord Nelson planifican un día nacional para conversar sobre los problemas medioambientales... para la próxima primavera."

 

Así, el año 1970, el dia 22 de abril (equinoccio de primavera en el hemisferio norte) se celebró por primera vez el Día de la Tierra. Más de 20 millones de personas respondieron a la convocatoria, estableciendo en sus comunidades, universidades y colegios, una plataforma de difusión y discusión sobre el medio ambiente y sus principales problemas.

 

La presión social tuvo sus frutos, y ese mismo año el gobierno de Richard Nixon crea la Agencia de Protección Medio Ambiental (EPA en sus siglas en inglés), con la misión de proteger el medio ambiente y la salud pública. En el mismo año, el congreso norteamericano promulga el Acta del Aire Limpio (Clean Air Act) con el objetivo de establecer estándares seguros sobre calidad del aire, emisiones y polución contaminante. También en 1970 el senador Nelson funda la Red del Día de la Tierra (o EDN por sus siglas en inglés), que como institución de carácter global, promueve la celebración del día de la Tierra como una instancia de reflexión y acción en favor del medio ambiente. Esta red busca favorecer el compromiso cívico de los escolares, educar a los ciudadanos como consumidores responsables y movilizar a los medios de comunicación, a las escuelas y a los gobiernos locales en torno a acciones de protección medio ambiental.

 

El objetivo final es algún día celebrar el "Día de la Tierra", todos los días del año.

 

 

 


Podemos ser sustentables, pero... ¿queremos?

 

Si bien la especie humana ha aumentado enormemente en cantidad de individuos, ese crecimiento por si mismo no debería ser un problema

 

 

Por Ricardo Natalichio - Director de Ecoportal

 

Se dice que el Planeta está en crisis, pero esto es solo una verdad a medias, la Tierra solo está experimentando cambios en su superficie, en gran parte debido a la acción humana, pero no va a desaparecer. La verdadera crisis está en nuestra civilización, en nuestra forma de vida.

 

Si bien la especie humana ha aumentado enormemente en cantidad de individuos, ese crecimiento por si mismo no debería ser un problema, ya que también contamos con las herramientas y conocimientos como para que toda esa población tenga una buena calidad de vida, sin necesidad de comprometer los recursos naturales para las generaciones futuras.

 

Tenemos los conocimientos y la tecnología para producir alimentos y energía de forma sustentable. También para utilizar y reciclar el agua potable de modo que esta no se agote. Se podría, entonces satisfacer el consumo total de productos y servicios si este fuera ser mas racional. Además, claro, para reducir, reutilizar y reciclar nuestros deshechos de forma tal que dejen de provocar un colapso ambiental en las cercanías de cada ciudad. En definitiva, podríamos reducir drásticamente el impacto ambiental de nuestras actividades, sin que esto significara volver a la época de las cavernas, como dicen nuestros detractores, que pretendemos hacer los ecologistas.

 

El problema se encuentra en la forma en la que se ha desarrollado nuestra civilización, en los medios y tecnologías que se vienen utilizando y en la forma en la que se ha ido organizando. Lo que ha primado hasta ahora no es la sustentabilidad de los recursos, sino la generación de nuevas necesidades de consumo, con el fin de aumentar las ventas y por consiguiente los beneficios económicos de las empresas que los producen. Y para aumentar aún mas esos beneficios, se reducen al máximo los costos, lo que también significa deterioro de la salud y bienestar de la población, contaminación y destrucción evitable de ecosistemas.

 

Desequilibrios ecológicos tales como el calentamiento global, son consecuencia directa de la sobre explotación de los recursos naturales, en este caso en particular especialmente de los recursos fósiles, y afecta a todas las regiones del mundo. Pero sus peores efectos se sienten más intensamente en las zonas más deprimidas y dentro de ellas en los sectores empobrecidos. Y esto, va empeorando rápidamente.

Sobre lo que no quedan dudas, es que se trata de una crisis estructural, una crisis del modelo de desarrollo que ha prevalecido en el planeta y se ha acentuado en las últimas décadas. Esto exige un replanteamiento de parámetros, un cambio profundo y no mas soluciones parciales.

 

En América Latina las resistencias al modelo han sido y son muy numerosas. Se encuentran en todos los sectores populares: campesinos, obreros, pueblos indígenas, afrodescendientes, movimientos ecologistas, mujeres y, jóvenes y otros.

Pero la época de la resistencia, va dejando lugar a una nueva etapa, la del planteo y puesta en marcha de nuevas alternativas.

 

Se requiere empezar a pensar en alternativas viables y comenzar a introducirlas en la práctica para que el cambio de modelo no sea tan drástico, para que el colapso final del capitalismo nos encuentre preparados.

 

En definitiva, construir las bases de una nueva civilización, asentada en el uso sostenible de los recursos naturales, que pueda ofrecer respuestas a las necesidades de los pueblos, incluyendo a todas las culturas, saberes, filosofías y religiones, para que cada una ofrezca su aporte propio a la construcción social nueva.

 

Este proceso se encuentra en marcha y sobre él apoyamos muchas de nuestras expectativas de que un mundo mejor, es posible.

 

 

 

 

 

 


Presentación del proyecto de Ciudadanía Ambiental - Perú

(Diapositivas)