DIA DE
¿Qué es
el Día de
Desde hace 37 años, el día 22 de abril se celebra el
ignorado y poco vistoso Día de
Nunca estamos bien enterados de qué va todo esto, y tendemos
a pensar que es otra ocasión para que los pesados de los medioambientalistas
nos fustiguen con sus preocupaciones...
¿cómo empezó todo esto?
El año 1962, el senador norteamericano Gaylord
Nelson comienza a hacer lobby político para que el tema medioambiental forme
parte de la agenda gubernamental del presidente John
Kennedy. Después de varios años de trabajo social y político, en 1969 aprovecha
los ímpetus de la airada protesta civil contra la guerra de Vietnam, y convoca
a una gran manifestación popular donde las personas de todo el país expresan su
preocupación por el manejo del tema medioambiental a nivel nacional. En
noviembre de ese año, el New York
Times en palabras de Gladwin Hill, publica:
"La conciencia sobre la crisis medioambiental está
arrasando los campus universitarios con una
intensidad sólo comparable con el descontento con
Así, el año 1970, el dia 22 de
abril (equinoccio de primavera en el hemisferio norte) se celebró por primera
vez el Día de
La presión social tuvo sus frutos, y ese mismo año el
gobierno de Richard Nixon crea
El objetivo final es algún día celebrar el "Día de
Podemos
ser sustentables, pero... ¿queremos?
Si bien la especie humana ha
aumentado enormemente en cantidad de individuos, ese crecimiento por si mismo
no debería ser un problema
Por Ricardo Natalichio - Director de Ecoportal
Se dice que el Planeta está en crisis, pero esto es solo una
verdad a medias,
Si bien la especie humana ha aumentado enormemente en
cantidad de individuos, ese crecimiento por si mismo no debería ser un
problema, ya que también contamos con las herramientas y conocimientos como para
que toda esa población tenga una buena calidad de vida, sin necesidad de
comprometer los recursos naturales para las generaciones futuras.
Tenemos los conocimientos y la tecnología para producir
alimentos y energía de forma sustentable. También para utilizar y reciclar el
agua potable de modo que esta no se agote. Se podría, entonces satisfacer el
consumo total de productos y servicios si este fuera ser mas racional. Además,
claro, para reducir, reutilizar y reciclar nuestros deshechos de forma tal que
dejen de provocar un colapso ambiental en las cercanías de cada ciudad. En
definitiva, podríamos reducir drásticamente el impacto ambiental de nuestras
actividades, sin que esto significara volver a la época de las cavernas, como
dicen nuestros detractores, que pretendemos hacer los ecologistas.
El problema se encuentra en la forma en la que se ha
desarrollado nuestra civilización, en los medios y tecnologías que se vienen
utilizando y en la forma en la que se ha ido organizando. Lo que ha primado
hasta ahora no es la sustentabilidad de los recursos, sino la generación de
nuevas necesidades de consumo, con el fin de aumentar las ventas y por
consiguiente los beneficios económicos de las empresas que los producen. Y para
aumentar aún mas esos beneficios, se reducen al máximo los costos, lo que
también significa deterioro de la salud y bienestar de la población,
contaminación y destrucción evitable de ecosistemas.
Desequilibrios ecológicos tales como el calentamiento
global, son consecuencia directa de la sobre explotación de los recursos
naturales, en este caso en particular especialmente de los recursos fósiles, y
afecta a todas las regiones del mundo. Pero sus peores efectos se sienten más
intensamente en las zonas más deprimidas y dentro de ellas en los sectores
empobrecidos. Y esto, va empeorando rápidamente.
Sobre lo que no quedan dudas, es que se trata de una crisis
estructural, una crisis del modelo de desarrollo que ha prevalecido en el
planeta y se ha acentuado en las últimas décadas. Esto exige un replanteamiento
de parámetros, un cambio profundo y no mas soluciones
parciales.
En América Latina las resistencias al modelo han sido y son
muy numerosas. Se encuentran en todos los sectores populares: campesinos,
obreros, pueblos indígenas, afrodescendientes,
movimientos ecologistas, mujeres y, jóvenes y otros.
Pero la época de la resistencia, va dejando lugar a una
nueva etapa, la del planteo y puesta en marcha de nuevas alternativas.
Se requiere empezar a pensar en alternativas viables y
comenzar a introducirlas en la práctica para que el cambio de modelo no sea tan
drástico, para que el colapso final del capitalismo nos encuentre preparados.
En definitiva, construir las bases de una nueva
civilización, asentada en el uso sostenible de los recursos naturales, que
pueda ofrecer respuestas a las necesidades de los pueblos, incluyendo a todas
las culturas, saberes, filosofías y religiones, para
que cada una ofrezca su aporte propio a la construcción social nueva.
Este proceso se encuentra en marcha y sobre él apoyamos
muchas de nuestras expectativas de que un mundo mejor, es posible.
Presentación del proyecto de
Ciudadanía Ambiental - Perú
(Diapositivas)