Desastre naturales en Europa
Por Víctor Pulido Capurro
España es uno de los países europeos con mayor número de muertos provocados por estos sucesos catastróficos
El número de desastres naturales en Europa y su impacto han aumentado en los últimos años, según un informe de la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA). Entre 1998 y 2009 causaron cerca de 100.000 muertes, afectaron a más de once millones de personas y supusieron unas pérdidas económicas de unos 150.000 millones de euros. Las olas de calor, las inundaciones y los terremotos fueron las catástrofes naturales que más fallecidos y daños materiales causaron. España es uno de los principales países dañados, con más de 15.000 fallecidos y algunos de los peores desastres ecológicos de Europa.
Aumentan los desastres y los daños
El informe de la AEMA "Mapa de los
impactos provocados por desastres naturales y accidentes tecnológicos en Europa"
hace un repaso detallado del periodo 1998-2009 y aporta una gran cantidad de
datos, gráficas y mapas, como estos dos referidos a las víctimas mortales. En
este último caso, se puede apreciar el desigual impacto por países: la peor
parte se la lleva el sur y este de Europa.
En España no se han registrado muchos eventos catastróficos (entre 21 y 30,
frente a los más de 50 de países como Francia o Turquía). A pesar de ello, es
uno de los países europeos que más muertos ha sufrido: más de 15.000 víctimas,
solo superadas por Francia e Italia (más de 20.000 víctimas cada uno) y Turquía
(unas 18.000 víctimas). El informe recuerda que España protagonizó algunos de
los mayores desastres ecológicos de Europa (la marea negra del Prestige y el
vertido tóxico de la mina de Aznalcóllar).
Los responsables del estudio señalan que el aumento de las pérdidas se puede
explicar en gran medida por el incremento de la actividad humana y la
acumulación de bienes económicos en áreas de riesgo. No obstante, la mejora en
la recogida de datos también ha tenido que ver, aunque en menor medida. En
cuanto a las pérdidas atribuibles al cambio climático, la AEMA reconoce que en
la actualidad es imposible determinarlo con precisión. Ahora bien, señala que es
probable que su impacto aumente en el futuro, ya que los modelos climáticos del
IPCC prevén el incremento de la frecuencia e intensidad de los fenómenos
meteorológicos extremos.
Los peores desastres, uno a uno
Los responsables del informe ofrecen un
detallado repaso a diversos tipos de desastres:
Temperaturas extremas: es el evento natural que más muertos causó. La ola
de calor que afectó al sur del continente en verano de 2003 fue el peor desastre
natural, con más de 70.000 muertos. Las 101 olas de calor provocaron un total de
77.551 fallecidos y unas pérdidas de 9.962 millones de euros. Su frecuencia e
intensidad han aumentado en la última década y se estima que el cambio climático
agravará estas cifras.
Inundaciones y tormentas: encabezan la clasificación de las mayores pérdidas
económicas. Entre 1998 y 2009 se registraron 213 inundaciones, que provocaron
1.126 muertos y unas pérdidas de 52.172 millones de euros. Por su parte, las 155
tormentas contabilizadas causaron 729 muertos y 44.338 millones de euros de
pérdidas materiales. El desastre natural que más pérdidas causó en Europa fueron
las inundaciones en la zona central en 2002, unos 20.000 millones de euros. El
estudio recuerda las inundaciones en áreas de montaña, como las de 1996 en el
camping de Biescas (Huesca), donde murieron 87 personas.
Terremotos y volcanes: los terremotos (46 en el periodo citado) fueron
los segundos desastres naturales con más víctimas mortales (18.864). El sismo de
Izmit (Turquía) en 1999, con 17.000 fallecidos y unos 11.000 millones de euros
de pérdidas, fue el más violento. Por su parte, el informe recuerda la erupción
del volcán islandés Eyjafjallajökull en 2010, que no causó muertos pero sí
problemas en el tráfico aéreo y en la calidad del aire.
Mareas negras: durante el periodo estudiado se contabilizaron nueve derrames
de petróleo de más de 700 toneladas de crudo en alta mar. Los dos mayores se
encuentran entre las peores catástrofes ecológicas ocurridas en Europa en esas
fechas. Por un lado, el petrolero Prestige vertió en 2002 frente a la costa
gallega unas 63.000 toneladas de crudo. Por otro lado, el Erika derramó en 1999
frente a la costa atlántica francesa unas 20.000 toneladas de crudo. Los
responsables del estudio señalan que es muy difícil estimar los costes
económicos de las mareas negras, con rangos por tonelada derramada que pueden
oscilar de 500 a 500.000 millones de euros. Recuerdan que este tipo de
accidentes ha descendido en los últimos años. La aplicación de una normativa más
exigente, como la prohibición de los buques monocasco, habría contribuido a
ello.
Incendios forestales: 191 personas
fallecieron como consecuencia de los 35 grandes incendios registrados, que se
tradujeron en 6.916 mil millones de euros de pérdidas. La mayor parte de ellos
sucedieron en la Región Mediterránea. España fue uno de los países europeos más
afectados, con 50 muertos y algunos de los mayores incendios, como los de 2006 y
2007, que provocaron la quema de miles de hectáreas de bosques.
Derrames tóxicos por actividades mineras: se registraron cuatro, dos de
ellos con efectos muy graves para el medio ambiente. Es el caso de Baia Mare, en
Rumanía, en el año 2000, y de Aznalcollar, en 1998, en el río Guadiamar, cercano
al Espacio Natural de Doñana. En este último caso se derramaron cinco millones
de metros cúbicos de líquido tóxico, que afectó a 3.600 hectáreas de cultivos, y
se recogieron 12 toneladas de peces muertos. Los costes de los trabajos de
recuperación ascendieron a unos 377 millones de euros.
Escasez de agua y sequías: las presiones sobre los recursos hídricos en
Europa han aumentado. España es uno de los países de Europa más afectados por
este problema, en especial, la parte sur. Durante estos años se han registrado
importantes sequías en Europa, como la de 2003, que afectó a una amplia zona
comprendida entre Portugal y Bulgaria.
Corrimientos de tierra: este desastre natural provocó 212 fallecidos, un
problema agravado por la urbanización insostenible. En España, se estima que
causó unas pérdidas de unos 170 millones de euros anuales.