En el Perú hay 27 ríos en riesgo por contaminación de actividad minera
En la cuenca del Rímac nada detiene la contaminación. El
consumo de verduras y carne de ave o ganado producidos en el valle puede
ocasionar cáncer.
Para el habitante de una urbe como Lima, pueden sonar lejanos los continuos
reclamos de pueblos andinos afectados por la contaminación causada por la
minería, pero esa amenaza ambiental podría estar afectándolo, sin él saberlo.
Esa jugosa lechuga que adorna su plato, e incluso la carne de ave, ovino o res
que saborea, si es que fueron producidos en el valle del Rímac, puede contener
una cantidad importante de metales y sustancias tóxicas que, consumidas
continuamente, pueden causar cáncer, así lo advierte Milagros Araujo, directora
de Ecología y Protección del Ambiente de la Dirección General de Salud Ambiental
(Digesa) del Ministerio de Salud (Minsa).
Ese mismo riesgo se replica a escala nacional, pues el Minsa ha identificado que
existen 27 ríos en el país que enfrentan problemas socio ambientales ocasionados
por la actividad minera, según un reporte que entregó Óscar Ugarte, titular de
esa cartera al Congreso.
Si bien se suele acusar a la creciente minería informal de ser la principal
causante de esa contaminación, el citado reporte indica que existen 20 ríos
afectados por las empresas mineras formales, y otros siete por la minería
informal y la artesanal.
Los departamentos que registran los ríos más contaminados son Puyango - Tumbes,
Amarillo y La Calera, en el departamento de Tumbes, así como los ríos
Chipillico, Chira y Piura, en el departamento del mismo nombre.
Le siguen los ríos Quilish, Combayo, Llaucano y Algamarca, en Cajamarca, el río
Rímac en Lima, los ríos Parcoy y Llaucabamba en San Martín. Asimismo, las
cuencas de los ríos Mantaro, Yauli, San Juan, en Junín, y Aymaraes, La Virgen y
Vilca, en Pasco. El resto de ríos se ubican en Moquegua, Madre de Dios, Cusco y
Puno.
El Rímac
Sin ir muy lejos, en el caso del río Rímac, su cuenca alta contiene plomo,
aluminio, fierro, arsénico, cadmio, entre otras sustancias tóxicas, en niveles
que sobrepasan largamente los estándares de calidad para el agua (ECA), según
análisis realizados por Digesa.
En una de las mediciones hechas por esa dirección, el contenido de plomo llegó
hasta los 0.45 miligramos por litro de agua, cuando el ECA para ese metal es
hasta los 0.5 miligramos. En el caso del arsénico, su contenido en el río Rímac
llegó hasta los 0.06 miligramos por cada litro, cuando su ECA permite un
contenido de hasta 0.01 miligramos. La mayoría de esos metales, que tienen
efectos cancerígenos, puede concentrarse particularmente en plantas de tallo
corto, como las hortalizas, las lechugas por ejemplo, que se siembran en el
valle del Rímac, indica Araujo.
Pero, añade, también puede contaminar a las aves y ganado vacuno u ovino que se
alimenta en ese valle.
Publicado por Web Agubernamentalcom.(27/12/2010).