Diseñan materiales para absorber gases de efecto invernadero
El académico del IIM y su grupo de investigación, trabajan con cerámicos de
elementos alcalinos y alcalinotérreos, que químicamente tienen propiedades
básicas; en contraparte, muchos de los gases contaminantes de efecto invernadero
son muy ácidos.
“Por lo tanto, a un nivel fundamental se busca hacer una reacción ácido-base, es
decir, provocar una reacción química por la acidez de los gases y la basicidad
de estos elementos, para retener químicamente los gases contaminantes”, explicó.
Existen otros materiales que sólo los retienen físicamente por adsorción, pero
con los que trabajan los universitarios, reaccionan químicamente, y “estamos
viendo que podemos atrapar un gas contaminante de una mezcla de gases de
combustión, lo separamos y después podemos regenerar el cerámico, volviendo a
generar el gas, pero en un estado puro, donde puede tener un valor agregado”,
indicó el especialista. Una vez atrapados, estos gases quedan estabilizados y no
se liberan hasta que son sometidos a un nuevo tratamiento químico, o mediante un
proceso térmico, destacó.
Lugares fijos
Pfeiffer Perea mencionó que la aplicación de los materiales sería en lugares
fijos, donde se produzcan grandes combustiones, como las industrias que queman
diésel u otro combustible para generar algún proceso, o en plantas eléctricas.
Pueden estar diseñados en forma de membranas, columnas empacadas o como filtros,
y serían estructuras capaces de retener gases antes de ser emitidos a la
atmósfera. Su duración aproximada sería de 50 a 100 ciclos de absorción, sin
perder su eficiencia de trabajo, acotó. Actualmente, prosiguió, se trabaja en el
desarrollo y síntesis de nuevos cerámicos, para evaluarlos y ver si funcionan
como captores de estos gases.
De los estudios, se ha generado un grupo de materiales que sí funcionan, a los
que pretenden hacer modificaciones físicas o químicas para mejorar su
eficiencia, cinética, estabilidad y vida útil, agregó.
Asimismo, se labora en la determinación de constantes cinéticas y termodinámicas
para determinar qué tan rápido se absorbe y se desorbe un gas, así como su
estabilidad. También, se analizan los efectos generados por la presencia de
otros gases.
En este sentido, aclaró, “se trata de una investigación todavía bastante básica,
porque estamos en el entendimiento de la fenomenología”. Al día de hoy, los
cerámicos que más funcionan para este propósito son los aluminatos de litio y
los silicatos de litio y/o sodio, porque son materiales nobles y fáciles de
preparar, las técnicas de obtención no son tan complejas, y su capacidad de
absorber gases es alta.
Si bien el litio y el sodio como metales son altamente corrosivos y nocivos para
la salud, tratados como cerámicos son inertes y no ocasionan problemas de
toxicidad; en ese caso, la toxicidad se reduce hasta en más de 95 por ciento,
abundó. “Con el diseño de las membranas que se desarrollan aquí y en otros
laboratorios, en tres o cinco años se podrían hacer pruebas para saber un poco
más acerca de su eficacia en sistemas reales, y conocer su campo de aplicación”,
concluyó.
Publicado por Web
Ecoticias (31/05/2010).