Solución
definitiva
El colector Costanero, que desemboca más de tres metros
cúbicos por segundo de aguas servidas en la playa del distrito de San Miguel,
no sólo atenta contra los derechos de los vecinos sanmiguelinos
a tener una costa limpia y saludable, sino también perjudica a todos los
limeños, al permitir las autoridades incapaces que gran parte del Océano
Pacífico se contamine a diario sin aplicar hasta ahora soluciones definitivas.
No puede ser posible que en pleno siglo XXI Lima mantenga un
problema como el desvío de aguas contaminadas con dirección al mar, produciendo
así un grave daño al medio ambiente y demostrando una total falta de visión
integral sobre la calidad de vida de la vasta población costeña que tiene la
capital, ya que también existe otro colector como el de
En los últimos años, el alcalde de San Miguel, Salvador Heresi Chicoma, ha venido dando
dura batalla, casi en solitario, contra Sedapal
(Servicios de Agua Potable y Alcantarillado), dependiente del Ministerio de
Vivienda, Construcción y Saneamiento, para que ponga coto a esa fórmula facilista e irresponsable de soltar aguas contaminadas al
mar. Pero esta lucha no sólo debe ser del gobierno local sino de todos los
ciudadanos convencidos de la defensa ecológica y del derecho a contar con un
malecón que permita al vecino o al turista disfrutar del paisaje marino, o a
poseer una playa para el recreo.
No podemos dejar que pase más tiempo y que las plantas de tratamiento
de aguas servidas, como la de
En medio de esta realidad deprimente –que revela la falta de
decisión para afrontar retos–, el municipio de San
Miguel aplicó una multa ascendente a tres millones de dólares a Sedapal; ésta apeló sosteniendo que el municipio no era la
institución idónea para imponerla y que en todo caso ésta sería
Urge entonces que, al más alto nivel, el Ejecutivo reformule
y ejecute los proyectos de las plantas de tratamiento de aguas contaminadas,
diseñadas no sólo para Lima Norte, cerca al río Chillón, sino también para
funcionar en el sur de la capital, con el objeto de utilizar esas aguas en
regadíos, en la arborización de zonas baldías u otros. No dejemos que este
problema de contaminación de las playas continúe por más tiempo.
Fuente Diario Expreso