Banco mundial genético junto al Polo Norte

 

Por mil años podrán conservarse semillas de plantas de cultivo del mundo entero en una cámara refrigerada que será inaugurada el martes en la isla noruega de Spitzbergen, cerca del Polo Norte.

 

 

 

 

A una altura de 130 metros sobre el nivel del mar, en tres cámaras cavadas dentro de una montaña de suelo permanentemente congelado, se almacenará una gigantesca colección de semillas de vegetales de todo el mundo. Estas reservas deberán garantizar que aún después de catástrofes naturales enormes o hasta globales haya semillas disponibles para reanudar el cultivo de plantas alimenticias.

 

Como el Arca de Noé

 

El primer envío que llegó a Spitzbergen procedía de África. El Instituto Internacional de Agricultura Tropical, con sede en Nigeria, envió 20 cajas con 7.000 muestras de semillas de 36 países africanos.

 

"Esto será como una versión moderna del Arca de Noé", dijo el ministro de Agricultura de Noruega, Terje Riis-Johansen. Ante todo en países tropicales, las semillas podrían dañarse fácilmente en el caso de que debido a una catástrofe dejen de funcionar las heladeras, ya que entonces germinarían o se echarían a perder rápidamente. Muy diferente es la situación en Spitzbergen, que se encuentra a sólo 800 kilómetros del Polo Norte. La temperatura promedio aquí es de entre tres o cuatro grados Celsius bajo cero.

 

Bóvedas a toda prueba

 

Las cámaras de almacenamiento, que fueron construidas en una montaña cerca del pequeño aeropuerto de Longyearbyen, se mantendrán a una temperatura permanente de 18 grados bajo cero, ideal para conservar las semillas por unos 1.000 años.

 

El banco mundial de semillas cumple además con otras condiciones: se encuentra a una altura sobre el nivel del mar tal que las salas permanecerán secas aún en el caso de que se cumplan las predicciones más pesimistas en relación con el cambio climático. Asimismo, según sus constructores, tampoco se vería afectado por una guerra nuclear. Y hasta para evitar un posible ataque directo con misiles, los constructores fueron previsores: los pasillos están construidos de manera tal que un impacto directo no llegue en lo posible a los depósitos.

 

La construcción es en cierta manera también antisísmica, como quedó demostrado tras registrarse en Spitzbergen un temblor sólo cinco días antes de la inauguración del banco de semillas. "El sismo fue muy sorpresivo. Pero en realidad demostró como un test no deseado que nuestra construcción soporta ese tipo de embates", dijo el jefe del proyecto y genetista Ola Westengen.

 

Unas 4,5 millones de muestras de semillas podrán ser almacenadas aquí. "Éste será el refrigerador más importante del mundo", sostuvo el diario "Nationen".

 

 

 

 

Los mayores peligros  

 

Westengen rechaza la idea de que aquí se están haciendo previsiones ante todo para el caso de una supercatástrofe apocalíptica. "Es natural que se conserven de esta manera algunos tipos de semillas", indicó. Actualmente existen sólo un 20 por ciento de las variedades de maíz que alrededor de 1930 se cultivaban en México, ejemplificó.

 

Falta de fondos y escasa comprensión para la conservación de la diversidad genética son mucho más peligrosos para la extinción de las plantas de cultivo que los imaginables escenarios de catástrofe. Solamente en Filipinas existen más de 70.000 muestras diferentes de arroz, que fueron recolectadas en los años pasados y enviadas al lejano Spitzbergen.

 

El gobierno de Oslo puso a disposición 50 millones de coronas (6,3 millones de euros/9,3 millones de dólares) para la construcción del banco de semillas. Los costos de mantenimiento serán compartidos por los escandinavos con las Naciones Unidas.

 

Fuente: www.dw-world.de