Ecologista advierte necesidad de preservar ecosistemas en las alturas


A pesar de que las montañas son las proveedoras de toda el agua que requiere Lima para vivir y crecer económicamente, esta permanece de espaldas a ellas, lo que significa un peligro para el propio ecosistema y los usuarios directos de estas despensas hídricas, afirmó el director de The Mountain Institute-Perú, Jorge Recharte.

Recharte, uno de los expositores del reciente Encuentro Científico Internacional de Verano, lamentó esta realidad, que podría convertirse en una "bola de nieve", de no contar con una política de cuidado de las cuencas (en las partes altas de la montaña), donde se produce el agua que todos tomamos a diario.

Adelantó que su institución, junto con la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), coimplementará el proyecto Cumbres a la Costa, del cual será responsable.

“Este proyecto tiene el propósito de desarrollar medidas de adaptación al cambio climático. Primero, crear conciencia y luego implementar acciones para conservar las cabeceras de montaña, que son ecosistemas frágiles, muy importantes para la regulación del ciclo hídrico del futuro del país, especialmente de la Costa”, destacó.

Investigación y modelos

Para ello, desarrollarán una plataforma de investigación aplicada en dos cuencas piloto: Áncash y Piura.

En primer término, ensayarán un tipo de estructura muy sencilla para determinar qué tipo de información debería llegar a las comunidades campesinas y cómo los científicos pueden recoger los saberes locales.

“El segundo elemento de este proyecto será fortalecer las capacidades de los gobiernos locales y las comunidades ubicadas en las zonas de cumbre de las montañas, a fin de que puedan encontrar formas de influir sobre las políticas de cambio climático, además de la investigación y la ciencia que se realiza a su alrededor”, detalló Recharte.

Uno de los elementos de mayor proyección será el desarrollo de un modelo práctico de gestión, conservación y restauración de estos ecosistemas, y así construir un ejemplo de adaptación a escala.

El experto explicó que los glaciares tienen la función de regular el flujo del agua, pero que a medida que estos desaparecen “hay otros ecosistemas, en las zonas altas, que cumplen esa misma función”.

En Piura no hay un solo glaciar; sin embargo, existe una regulación igualmente muy interesante del agua. El responsable del milagro es el ecosistema conocido como páramo.

Su suelo es único en el mundo, afirmó Recharte, quien añadió que durante las lluvias el agua es absorbida y retenida en su interior. Conforme se va secando el ambiente, el páramo la va liberando, al igual que lo hace un glaciar.

Trabajo municipal

El director de The Mountain Institute- Perú remarcó que el proyecto Cumbres a la Costa contará con el apoyo de la Red de Municipalidades Rurales del Perú (Remurpe).

“Se les llevará herramientas para analizar qué impactos tendría el cambio climático en sus zonas, y cómo diseñar proyectos de inversión pública que incorporen esta variable. Vamos a trabajar muy de cerca con las comunidades de estos municipios, porque son ellas las que manejan el territorio donde hay que reforestar.”

El objetivo es encontrar formas de manejar esos territorios, pero generando beneficios para las comunidades. “Restaurar bosques nativos y crear alrededor de ellos proyectos de turismo, estrategias de desarrollo. Lograr que el Gobierno compense a estas poblaciones por el trabajo que están haciendo”, indicó.

Cuando este proyecto concluya –tendrá una duración de dos años– esperan contar con un modelo de intervención que pueda ser replicado en el resto del país.

Todas las ciencias

En la actualidad, existe una demanda no satisfecha de investigaciones orientadas a estudiar las implicancias del cambio climático en las montañas.

Los procesos en la Amazonía dependen también de ellas. Su biodiversidad obedece a lo que ocurre en sus cabeceras.

De acuerdo con diversos estudios, se ha determinado que en épocas remotas los glaciares también se replegaron, pero después recuperaron sus grandes extensiones.

“Los nevados pulsan como si estuvieran vivos. Sin embargo, ahora están en una fase de retraimiento que no se había visto antes y con una intensidad preocupante. La pregunta es si las especies podrán adaptarse a estos cambios en tan poco tiempo”, sostuvo Recharte.

Publicado por Web Andina (11/01/10).

Censo forestal electrónico mejoraría manejo de árboles


Censar electrónicamente los árboles que están en nuestra amazonía, y especialmente si se trata de especies tan cotizadas, como el cedro y la caoba, podría ser una herramienta útil para mejorar la administración de nuestros recursos forestales, tal como lo ha demostrado un proyecto piloto de trazabilidad forestal Geo-electrónica.

La gesta fue desarrollada por primera vez en nuestro país por Bosques, Sociedad y Desarrollo, en colaboración con la Dirección General Forestal y de Fauna Silvestre (DGFFS) del Ministerio de Agricultura. Cabe destacar que dicho proyecto gano un concurso internacional de propuestas de la Organización Internacional de Maderas Tropicales (ITTO).

El proyecto, cuenta Micha Torres, responsable de llevarlo adelante, tuvo por objetivo desarrollar una “experiencia que permita garantizar al mercado el origen legal de la madera, y además de un bosque manejado sosteniblemente”.

La novedad de la propuesta radica en la utilización de tecnología de última generación para dicho propósito. Se emplearon desde mapas satelitales hasta etiquetas de códigos de barras, a fin de seguir, al detalle, la movilización de la madera.

De esta forma, se logro sistematizar el corte, transporte y entrega de la madera provenientes de 10 árboles salidos de Ucayali, hasta su destino final en Nueva Orleáns.

El proceso, que en palabras puede sonar sencillo, fue –según Torres- “tipo Indiana Jones. Ir al bosque, sacar un tesoro y acompañarlo hasta Estados Unidos”.

El proceso, que duro seis meses, contó con el apoyo de la comunidad nativa yaminahua El Dorado, dueña de los bosques –ubicados en la frontera con Brasil- y su socio estratégico, la empresa forestal Venao, a las que sumaron otras de alta tecnología.

“Hemos ido al bosque, hemos identificado geográficamente el sitio y la información se ha elevado a Google Earth. Hay un mapa donde se puede ver la ubicación de cada árbol, en cuantos pedazos se trozo. Sus características. Además, el cliente tiene posibilidad de acceder a gran información técnica, con documentación generada en cada punto. Todo en tiempo real”, detallo la experta.

Agrego que cada vez más países exigen una acreditación de donde procede la madera que emplean.

“(Con el proyecto) hemos comprobado que el censo forestal electrónico nos a mas información, en menos tiempo, con mas precisión. Eso no significa que la información obtenida de otra manera, sea mala. Lo que decimos es que resulta posible contar con ella más rápido y, por ende, tomar decisiones más rápido”, comento la experta, para quien la experiencia ha dejado una serie de hallazgos que podrían mejorar el modelo forestal de nuestro país.

Al existir la posibilidad de tener reportes confiables, considero, las comunidades nativas dueñas de los bosques deberían poder acceder a mecanismos financieros y así mejorar la rentabilización de lo que tienen.

Tras indicar que para marzo se tendrá sistematizada esta experiencia, Torres sostuvo que incorporar este esquema de trabajo al sistema nacional tendría costos –que si bien están por definir- podrían otorgarle una mayor competitividad, posibilitando “duplicar los ingresos de las comunidades y hacer viables sus emprendimientos empresariales”.

“En este momento, tenemos problema con los tramites, la estacionalidad (la extracción de madera se puede realizar solo durante algunos meses), el cambio climático y otros factores, que hacen complejo sacar adelante este sector. Es imposible que el sector privado sea competitivo, si es que el Estado no lo es”, expuso.

Consolidar modelo

Esta experiencia ha permitido ver al detalle el proceso completo de la industria de la madera, y observar que existe una serie de factores (por citar solo uno, los puestos de su control no están interconectados) que entorpecen su desarrollo, y, por ende, el de las comunidades que depende de ella.

“Lo que queda como reto es consolidar el modelo, con inclusión, certificación y trazabilidad. Hay que construir alianzas publico-privadas, nacionales y regionales para impulsar negocios forestales competitivos. Proponemos un diseño institucional moderno tercerizable, así como implementar ventanillas únicas que den una atención preferencial a las empresas que opten por un mejor sistema de monitoreo. Que se busque la gerencia electrónica, y todo esto para que el bosque siga siendo bosque y haya mejor calidad de vida para todos”, indico.

Un clavo tipo USB

Diversas empresas aportaron lo último en tecnología para ser probada en este proyecto.

Así, se pusieron a disposición, un clavo (de plástico) en cuyo interior se guarda información del árbol cortado; soportes de códigos de barras, en los que se codificaba el historial de cada árbol, entre otros.

Son seis las comunidades nativas que trabajan con la empresa Venao, participante de este proyecto. Sin embargo, la madera que se empleo salio únicamente de una de ellas, El Dorado.

Publicado por Diario “El Peruano” (25/01/10).

Hay 44 concesiones forestales en riesgo de ser anuladas


Actualmente hay 556 concesiones forestales maderables vigentes en todo el territorio nacional, ocupando 7.1 millones de hectáreas.

Muchos de los concesionarios están extrayendo la madera cumpliendo sus planes operativos, pero un alto porcentaje no lo estaría haciendo, tal es así que a la fecha 70 concesiones fueron anuladas y las áreas otorgadas han revertido a favor del Estado.

Esa cantidad podría incrementarse sustancialmente en los próximos meses tras la agresiva campaña de supervisión que viene efectuando el Organismo de Supervisión de los Recursos Forestales y de Fauna Silvestre (Osinfor).

Es que esta entidad, tras las 78 supervisiones a concesiones forestales realizadas en el 2009, ha detectado que 46 han incumplido los contratos de concesión, por lo que se les ha iniciado un proceso administrativo único, y de esas 46 unas 44 podrían ser declaradas en caducidad.

“A ninguna de las 44 se las ha sancionado todavía, pues no han concluido los procesos, pero de comprobarse la falta las áreas concesionadas podrían revertir a favor del Estado”, advirtió Richard Bustamante, presidente del Osinfor.

Los sancionados no solo perderían la concesión, sino también podrían ser multados. La multa podría fluctuar entre 0.1 unidades impositivas tributarias (S/. 360) y 600 UIT (S/.2’160,000).

Razones

¿Por qué algunas podrían ser declaradas caducas? “Debido al incumplimiento de sus planes operativos anuales y de los planes generales de manejo forestal, pues están sacando mas madera de la que debieran”, comento a Gestión el presidente del Osinfor.

Preciso que el Plan General de Manejo Forestal, que es para cinco años, tiene como objetivo garantizar que las prácticas de manejo promuevan el rendimiento sostenible y la conservación ambiental. “Es una herramienta de gestión y control de las operaciones de manejo forestal, y es un instrumento que le indica al concesionario que actividades debe realizar, donde, como y cuando”, preciso.

Mientras que el Plan Operativo Anual, que esta dentro del plan general, es un instrumento para la planificación de un año, es decir, el concesionario tiene que limitarse solo a sacar la madera de la parcela que corresponde a cada año.

“Pero muchos concesionarios no están cumpliendo sus planes, están tumbándose, incluso, los árboles semilleros (…) pareciera que acá en el Perú el modo de operar es incumpliendo los contratos”, declaro algo mortificado.

“Break”

Ante esta realidad y para evaluar los resultados de las concesiones forestales otorgadas hasta esta fecha, Richard Bustamante sugirió al Gobierno hacer un alto en las entregas de nuevas concesiones forestales.

“Es necesario hacer un balance de lo avanzado hasta la fecha e identificar los aspectos negativos y corregir para las futuras concesiones. Además, hay que discutir como podemos convertir la madera en un producto con alto valor agregado”, opino.

El “Break” es necesario, reitero, porque tenemos disponibles 11.6 millones de hectáreas, el 62% de bosques de producción permanente, para nuevos procesos de concesión.

También porque, según el funcionario, actualmente las concesiones forestales están mal diseñadas; se entregan sin verificar en el campo el potencial forestal, solo basado en la buena fe del concesionario. Asimismo, dijo, los planes operativos igualmente se aprueban sin evaluaciones oculares, solo basándose en la buena fe del concesionario.

Publicado por Diario “Gestión” (25/01/10).