Hacia un futuro climático mas inteligente
Por Robert Zoellick
Presidente del Banco Mundial
Los pobres han de ser quienes mas sufran con los efectos del cambio climático.
Al elevarse las temperaturas, cambian las pautas de las precipitaciones y se
multiplican los episodios extremos, como sequías, inundaciones e incendios
forestales.
Millones de personas de las zonas costeras densamente pobladas y de los países
insulares perderán sus hogares a medida que se eleve el nivel del mar. Los
latinoamericanos más humildes y de otras regiones en desarrollo enfrentan la
perspectiva de perdidas de cosechas, descenso de la productividad agrícola,
hambrunas, malnutrición y enfermedades.
Para el mundo en desarrollo, el cambio climático representa la amenaza de
multiplicar sus vulnerabilidades, erosionar los progresos conseguidos con tanto
esfuerzo y perjudicar gravemente las perspectivas de desarrollo. Al mismo tiempo
temen que se puedan imponer restricciones a través de nuevas regulaciones a su
firme decisión de generar más energía e infraestructura, crecer económicamente y
aumentar las oportunidades para todos.
El cambio climático es uno de los desafíos más complejos de este siglo. Ningún
país esta al margen ni puede por si solo afrontar los desafíos interconectados
que implican decisiones políticas controvertidas, un cambio tecnológico sin
precedentes y consecuencias mundiales de gran alcance. Pero un mundo climático
inteligente es posible en nuestro tiempo. Empero, según el nuevo Informe sobre
el Desarrollo Mundial del Grupo del Banco Mundial, debemos actuar ahora, de
común acuerdo y de manera diferente.
Ahora, porque lo que hagamos hoy determinara el clima de mañana y las opciones
de futuro. Los gases de efecto invernadero que hoy se emiten retienen el calor
en la atmosfera por decenios, incluso siglos.
El problema del cambio climático no puede resolverse si los países no cooperan a
escala mundial para mejorar la eficiencia energética, desarrollar y desplegar
tecnologías limpias, y ampliar los sumideros naturales que permitan absorber
gases y proteger el medio ambiente.
La mayoría de las emisiones futuras se generara en el mundo en desarrollo. Estos
países necesitaran recursos suficientes y transferencia de tecnología para poder
seguir desarrollándose pero con bajos niveles de carbono.
El clima del futuro nos obligara a construir una infraestructura mas resistente,
al tiempo que utilizamos los escasos recursos naturales de forma mas eficiente.
Hasta este momento, los diversos países del mundo no han reducido sus emisiones
ni financiado a los países en desarrollo lo suficiente. Necesitamos un nuevo
impulso. La actual crisis económica mundial no puede ser un freno. Mas bien, nos
ofrece una oportunidad ya que los paquetes de estimulo fiscal pueden impulsar la
innovación que se requiere para afrontar los problemas del cambio climático.
Es fundamental que, en diciembre, en Copenhague, lleguemos a un acuerdo que
integre las necesidades del desarrollo con las acciones contra el cambio
climático.
El Grupo del Banco Mundial cuenta con varias iniciativas financieras para que
los países enfrenten el cambio climático. Entre ellas se incluyen los fondos
para el canje de emisiones de carbono, y un aumento creciente en las inversiones
en energía renovable y eficiencia energética. Se cuenta con el conocimiento y la
experiencia practica sobre como los países en desarrollo pueden aprovechar y
respaldar un futuro régimen internacional sobre cambio climático: desde
mecanismos viables que incentiven la forestación y la deforestación evitable,
hasta los sistemas de compraventa de emisiones de carbono y los modelos de
crecimiento con bajos niveles de carbono. Así se respalda el proceso de la
Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y sus
países miembros.
Se necesita mucho más. Debemos actuar antes que sea demasiado tarde. Si actuamos
ahora, de común acuerdo y de manera diferente, existen oportunidades reales de
modelar una alternativa climática que haga posible una globalización segura,
integral y sostenible.