El uso del agua y el desarrollo agrario


Planificación

El desarrollo agrario en el Perú enfrentara en los próximos años ‘cuellos de botella’ en el uso del agua. Somos un país con estrés hídrico, con una cantidad insuficiente de reservas renovables para responder a la creciente demanda de las ciudades, el agro y la industria, por lo que es indispensable planificar acciones concretas desde hoy.

La mayor parte del agua que se utiliza en el país (80%) se destina al agro, pero solo una pequeña parte se usa eficientemente (30%). El resto se desperdicia. Las bajas tarifas de agua ocasionan que se continúe con algunos cultivos de alto requerimiento del recurso hídrico por hectárea en zonas semiáridas. Asimismo, la agricultura moderna y a tradicional muestran diferencias en la eficiencia del uso del agua debido al nivel de empleo que generan y el nivel de uso de biotecnologías.

Lograr un desarrollo sostenible de las diversas actividades agrícolas, que conviven en el Perú, requiere de la definición e implementación de un conjunto de políticas agrarias que también tome en cuenta las consecuencias del cambio climático, la contaminación, el precio de la energía y el crecimiento de la población, que demandara cada vez mas alimentos y agua.



Oportunidades

La nueva Ley de Recursos Hídricos incluye mejoras importantes para modernizar el manejo del recurso y evitar posibles conflictos entre usuarios, pero requiere de un mayor trabajo de difusión. Así, ahora existe una autoridad única a nivel nacional, la gestión del recurso es a nivel de cuenca y se promueve la participación de los ciudadanos organizados.

Además, en los últimos años se han puesto en marcha proyectos de irrigación como Majes, Olmos y Chira-Piura, que expandirán la frontera agrícola. También se manejan importantes proyectos de desalinización y tratamiento de aguas servidas.


Retos

El Panel Experto desarrollo un conjunto de medidas decisivas para lograr un manejo sostenible del agua: definir tarifas diferenciadas para los diversos usuarios que reflejen el costo real del agua, lo que permitirá que se valore y se cuide; educar a la población en la importancia del agua; fomentar una cultura de ahorro de agua; y promover el reuso de aguas servidas.

También se propone fomentar el uso de técnicas de riego modernas para evitar el desperdicio del agua. No se requiere de grandes inversiones.

Por ejemplo, la técnica de fijación de carbono utiliza el material que se desecha en los cultivos para reducir la evaporación del agua en la tierra.

Además, es necesario crear un sistema de información integral que monitoree los avances en la dotación de agua y fortalecer los recursos humanos encargados del manejo del agua. El Gobierno podría contribuir con la aplicación de un programa de incentivos para el mejor uso de los recursos hídricos.

Lo crucial es mirar la actividad agrícola y el uso eficiente del agua como dos temas que se complementan. Lograr que ambas caras de la moneda armonicen en un círculo virtuoso de producción, uso y gestión del recurso hídrico, puede permitirnos eficiencia en el uso de un recurso que cada vez será mas escaso.
 


Uso del agua
Julio Paz Cafferata
Gerente CEE IPAE


Hace algún tiempo, la estrategia de manejo del agua se enfocaba en la búsqueda de opciones eficientes para expandir su oferta. Sin embargo, ahora se esta dando mayor valor a la demanda y preocupaciones ambientales, dado que para aumentar la oferta se enfrentan costos crecientes y restricciones ambientales.

La actual Ley de Recursos Hídricos descansa más en el manejo de la demanda que la legislación del 69, y toca temas que se vienen discutiendo desde hace 15 años: mayor eficiencia en el uso, fijación del precio, asignación de derechos, participación del sector privado y sostenibilidad de los recursos hídrico.

En algunos temas, como en los incentivos para su uso eficiente, se ha legislado tímidamente, dejando de lado la posibilidad de otorgar “transferibilidad” a los derechos de uso, sin contemplar opciones que podrían evitar la acumulación o monopolio del recurso y otros efectos indeseados.

Publicado por Diario “Gestión” (16/07/09).
 

Proyectan sembrar cien mil alevinos en río Apurímac y afluentes para recuperar riqueza pesquera

 
Con el objetivo de promover el consumo de pescado e impulsar la acuicultura como fuente de desarrollo económico, en el distrito cusqueño de Kimbiri, perteneciente al ámbito del Valle de los Ríos Apurímac y Ene (VRAE), se proyecta sembrar cien mil alevinos en las aguas del río Apurímac y sus afluentes.

Así lo dio a conocer la municipalidad distrital de Kimbiri, que lidera esta iniciativa ejecutada como parte del Proyecto Peces Tropicales.

Eliseo Huitrón, jefe del proyecto, indicó que esta iniciativa surge ante la necesidad de recuperar la riqueza pesquera que existía en el río Apurímac y que por diversos factores se vio menoscaba.

Señaló que muchos de los ríos del VRAE tienen indicios de contaminación por el uso de insumos químicos y agroquímicos, que son utilizados por los narcotraficantes.

El río Mantaro también presenta contaminación en La Oroya y dicho río desemboca en el VRAE a la altura de Pichari. "Sumado a ello, hasta hace un tiempo las ciudades de Kimbiri, San Francisco y Pichari arrojaban sus residuos sólidos a los ríos, lo que ha generado su contaminación y con ello la desaparición de los peces”, explicó.

“Entonces, lo que se busca es recuperar la riqueza pesquera que existía, pues en el muestreo de pesca que hemos realizado se ha visto que ya no hay las especies que habían hace 20 a 30 años”, dijo.

El funcionario indicó que el objetivo principal del proyecto es la seguridad alimentaria, se quiere incrementar el consumo per cápita de pescado en el ámbito del VRAE.

Huitrón refirió que la idea es que la producción de pescado que se obtenga de la piscicultura, la cual se calcula en unas cien mil toneladas al año, sea vendida semanalmente en los mercados y en los centros poblados.

“Ello permitirá que la población de esta zona, que ahora consume un plato de pescado por mes, según el estudio que se tiene del VRAE, aumente a seis u ocho kilos por año", anotó.

Señaló que el programa intensivo de repoblamiento en el río Apurímac y sus afluentes tiene proyectado sembrar cien mil alevinos entre este año y el 2010. Serán básicamente tres especies: paco, gamitana y boquichico, las cuales existieron en la zona.

Dicho proyecto ya empezó con la siembra de cinco mil alevinos de paco en las aguas del río Apurímac durante la fiesta patronal de San Juan, mientras que para los meses de octubre, noviembre y diciembre la proyección es sembrar 50 mil alevinos más de las tres especies antes mencionadas.

“La iniciativa está generando bastante aceptación en la población, pues los propios alumnos, dirigentes y autoridades trabajan en la siembra de los peces. Además, las comunidades están restringiendo el uso de redes arrastradoras que afectan a los peces o sacan peces preñados que deberían reproducirse en el río”, dijo al señalar que se está coordinando con el Ministerio de la Producción establecer períodos de veda.

Paralelamente, manifestó, la comuna de Kimbiri ha emitido ordenanzas –que están replicando otros municipios- prohibiendo la pesca con dinamita y el uso de productos químicos tóxicos que van en desmedro de las especies.

Mencionó que existen módulos demostrativos para el adecuado repoblamiento, así como el dictado de charlas dirigidas a los piscicultores de la zona, a fin de que puedan aplicar todo lo aprendido y posteriormente formen sus propias piscigranjas.

Publicado por Web Andina (30/07/09).