Los lugares más contaminados del mundo

 

 

El Instituto Blacksmith, una organización no gubernamental que estudia el medio ambiente, ha identificado las diez ciudades del mundo donde vivir supone un mayor riesgo para la salud.

 

Bajos de Haina (República Dominicana)

 

En esta zona viven unas 85 mil personas expuestas a una alta contaminación por plomo, legado de una antigua planta de reciclaje de baterías de automóvil.

 

Un estudio hecho en 1997, después del cierre de la planta, mostró que nueve de cada diez niños de la zona tenían una concentración de plomo en la sangre superior a la máxima recomendada por la Organización Mundial de la Salud.

 

Las consecuencias van desde la muerte por envenenamiento a nacimientos con deformidades.    

 

Linden (China)

 

Es la ciudad más contaminada de Shanxi, el corazón de la minería china.

 

Esta región provee dos tercios de la energía del país más poblado del planeta. Sus habitantes aseguran que por las tardes se ahogan en polvo de carbón. Los casos de neumonía y cáncer de pulmón son numerosos.

 

“Siento la garganta muy seca, y lo que sale de mis pulmones es negro”, aseguró un vecino a la BBC.    

 

Ranipet (India)

 

Los tintes utilizados en cueros y pieles contienen cromo hexavalente y otras sustancias altamente tóxicas.

 

Durante años se han acumulado 1.5 millones de toneladas de residuos al aire libre, lo que ha contaminado el subsuelo en esta región. Los agricultores dicen que sólo una de cada cinco cosechas se da bien. Además, el agua de riego emite un fuerte olor y el contacto directo con ella produce úlceras en la piel.

 

Mailuu-Suu (Kirguizistán)

 

La primera bomba atómica soviética se produjo con parte de las diez mil toneladas de uranio procesadas en este lugar.

 

Hoy 36 vertederos acumulan 1.96 millones de metros cúbicos de residuos radiactivos en una zona de alta actividad sísmica. Un terremoto podría llevar residuos a las aguas del valle de Ferghana, una de las zonas más fértiles y pobladas de Asia Central.

 

La Oroya (Perú)

 

Desde 1922 esta población minera de los Andes se ha visto expuesta  a las emisiones de una fundición de metales que ahora es propiedad de una multinacional. El 99 por ciento de los niños de la comunidad presentaba en 1999 niveles de plomo en sangre inaceptables, lo que afecta al desarrollo mental. También, la vegetación de la zona está arrasada por la lluvia ácida.

 

Dzerzinsk (Rusia)

 

Durante la Guerra Fría, la Unión Soviética produjo aquí armas químicas como los gases sarín, mostaza y VX. Los niveles tóxicos del agua del subsuelo para algunas substancias son 17 millones de veces superiores al máximo recomendado. Hoy la esperanza de vida en esta ciudad de 300 mil habitantes es de 42 años para los hombres y 47 para las mujeres.

 

Norilsk (Rusia)

 

En un extremo de esta ciudad de Siberia fundada en 1935 como campo de trabajos forzados hay una planta de níquel. En el otro, una fundición de cobre. Sus humos crean una permanente neblina de dióxido sulfúrico.

 

La nieve es negra, el aire ‘sabe’ a azufre y la esperanza de vida es diez años menor que la media rusa. Desde 2001 Norilsk es una de las 90 ciudades rusas cerradas a los visitantes.

 

Rudnaya Prestan (Rusia)

 

Los habitantes de esta población del extremo este de Rusia están expuestos al plomo de una vieja fundición y del transporte inseguro del metal desde la mina local. Peor aún: no conocen su peligro. Algunos vecinos utilizan estuches de las baterías de submarinos que reciclaba la fundición para recoger agua de lluvia.

 

Chernóbil (Ukrania)

 

El mayor accidente nuclear de la historia aún veinte años después obliga al total aislamiento de toda la zona hasta 19 millas.

 

Más de cinco millones de personas viven todavía hoy en áreas de Bielorrusia, Rusia y Ukrania clasificadas como ‘contaminadas’. Los casos de cáncer de tiroides se dispararon en la zona.

 

Kabwe (Zambia)

 

La segunda ciudad más grande de Zambia, con 250 mil habitantes, es la más contaminada del Cinturón de Cobre, la base industrial del país. En las minas a cielo abierto, activas desde 1902 a 1994, aún hoy los vecinos escarban en busca de pequeños trozos de metal.

 

Un riachuelo corre contaminado de plomo y cobre desde una mina al centro de la ciudad. A veces los niños lo utilizan para jugar y bañarse. AFP

 

 

Fuente: www.lahora.com.ec