DERRAME DE PETROLEO DE PETROPERU YA AFECTA A CUATRO PLAYAS
En la provincia de Talara (Piura), al menos cuatro playas resultaron afectadas por un derrame de petróleo ocurrido en el mar, según informes preliminares. Este incidente, atribuido a Petroperú, se detectó el viernes 20 de diciembre, durante maniobras previas al embarque en el terminal submarino de la Refinería Talara. Aunque la petrolera afirmó haber controlado la situación de inmediato y suspendido las operaciones como medida preventiva, el impacto ambiental ya se había desatado. A la mañana siguiente, el sábado 21 de diciembre, se observó petróleo en la playa Las Capullanas, ubicada a 10 kilómetros al norte de la refinería, activándose las tareas de limpieza.
No obstante, las consecuencias del derrame se expandieron rápidamente. Además de Las Capullanas, se identificaron afectaciones en otras playas, como Lanchón, Palizada y Labola, según declaraciones de Ricardo Bancayán, alcalde del distrito de Lobitos. Las estimaciones iniciales de impacto ambiental señalaban que el derrame abarcaba 10,000 metros cuadrados de playa, pero el daño ambiental y económico resultó mucho más amplio.
El derrame amenaza directamente la economía local, dependiente de la pesca artesanal, el turismo y sectores asociados, como la gastronomía, hotelería y transporte. Según Mateo Gómez Matos, presidente de la Cámara de Comercio y Producción de Piura, Lobitos, una zona reconocida por su biodiversidad y atractivo turístico, enfrenta una crisis crítica. La contaminación afecta no solo a las comunidades de pescadores, sino también al turismo, ya que aproximadamente el 80% de los viajeros nacionales tiene como destino las playas del norte en verano. La imagen de estas playas como lugares limpios y prístinos queda profundamente dañada, comprometiendo la temporada alta.
El impacto se agrava por la dificultad de realizar una limpieza efectiva en un plazo corto, dado que las actividades económicas en torno a las playas dependen en gran medida del verano. Los actores locales lamentan que, mientras se buscan soluciones, el desastre ya ha golpeado el principal motor económico de la región. En definitiva, este derrame no solo representa una crisis ambiental, sino también un desafío económico y social de gran magnitud para Talara y el norte del Perú.
Fuente: Diario Gestión - pag.14, 23 de diciembre del 2024.