La reciente propuesta de la Comisión Europea para posponer por un año la entrada en vigor de la reglamentación que restringirá el ingreso a Europa de productos agrícolas provenientes de áreas deforestadas refleja una preocupación por garantizar una implementación efectiva y justa. A pesar de que la aprobación de esta postergación aún no es definitiva, se busca mitigar los riesgos de una aplicación prematura que podría afectar tanto a los exportadores como a las cadenas de suministro, en particular en países productores que se enfrentan a importantes retos en términos de sostenibilidad ambiental.
El embajador de la Unión Europea en el Perú, Jonathan Hatwell, subrayó que el propósito de esta medida es apoyar a los socios exportadores en el desafío que supone abordar la deforestación. Este enfoque destaca un compromiso por parte de la UE de trabajar conjuntamente con los países exportadores y de reconocer las dificultades que enfrentan para adaptarse a regulaciones ambientales más estrictas. Ampliar el plazo, por tanto, permitiría a las naciones productoras preparar mejor a sus industrias y adoptar las prácticas necesarias para cumplir con los nuevos estándares ambientales.
Asimismo, Hatwell enfatizó que la medida no debe interpretarse como una acción unilateral y arbitraria. La Unión Europea está proporcionando asistencia técnica y cooperación con el objetivo de facilitar la transición hacia un comercio más sostenible. Esto incluye apoyar tanto a las autoridades como a los productores en la adopción de las normativas exigidas, lo que demuestra un enfoque colaborativo y de corresponsabilidad. La combinación de regulaciones estrictas y apoyo técnico refleja el esfuerzo de la UE por equilibrar la protección ambiental con la sostenibilidad económica de sus socios comerciales.
Fuente: Diario Gestión- pag.15, 25 de octubre del 2024.