El sector del transporte enfrenta un futuro lleno de desafíos. Nuevas regulaciones centradas en la sostenibilidad requieren la adopción de combustibles modernos y energía renovable, además de fomentar la intermodalidad como estrategia para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero. También es esencial atraer y retener talento, lo que constituye una de las bases de esta transformación. A esto se añade la necesidad urgente de invertir en tecnologías avanzadas y herramientas de gestión que optimicen rutas y prevengan interrupciones en un entorno cada vez más complicado y demandante. Este desafío es considerable, ya que implica un cambio en el sistema que mueve a millones de personas y toneladas de productos. José Antonio Santano, secretario de Estado de Transportes y Movilidad Sostenible, mencionó en el evento “El futuro del sector transportes”, organizado por EL PAÍS, KPMG y Corporate Excellence, que "la movilidad es clave para la España que queremos en el futuro".
Santano subrayó la importancia de un enfoque integral que combine el cuidado del medio ambiente con el desarrollo. Señaló que el comercio de derechos de emisiones, las energías renovables y los nuevos combustibles son esenciales para alcanzar un objetivo común. “La sostenibilidad y el crecimiento son dos caras de la misma moneda”, afirmó. Uno de los retos más críticos para el país es la descarbonización del transporte, advirtiendo que “reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 35% para 2030 será complicado”. Para lograrlo, se necesita reducir en un 40% el uso del vehículo privado en las ciudades y promover el transporte público. De hecho, dos tercios de esta reducción dependen de un cambio hacia el transporte urbano y metropolitano.
La adopción de tecnologías alternativas, como el hidrógeno verde y los biocombustibles avanzados, es crucial para lograr una transformación significativa en el sector. Santano añadió que, aunque se han conseguido avances en los vehículos ligeros, en los pesados aún hay mucho por hacer, y se requieren infraestructuras y tecnologías que respondan a las necesidades del transporte de larga distancia. En el ámbito logístico, que tiene un rol cada vez más importante en la economía, la intermodalidad se presenta como una solución eficaz para mejorar el traslado de mercancías. “El ferrocarril y la carretera deben complementarse, no competir. La multimodalidad no es un objetivo en sí mismo; es la manera más eficiente de mover nuestras mercancías y alcanzar los objetivos de sostenibilidad”, explicó.
Para enfrentar estos desafíos, el Ministerio de Transportes ha lanzado varias iniciativas, incluida la Ley de Movilidad Sostenible, actualmente en discusión en el Congreso. “Es una legislación que fomenta la cohesión social y territorial”, destacó un representante del Gobierno. “El transporte es fundamental para nuestras actividades cotidianas. Sin él, no habría consumo en las ciudades, y nuestras rutinas serían insostenibles”, afirmó Cándido Pérez, socio responsable de Infraestructuras, Transporte, Gobierno y Sanidad en KPMG España. Este experto subrayó uno de los principales retos del sector: la gestión del talento. La transición hacia un modelo más sostenible y digital no solo implica cambios en infraestructura o tecnología, sino también la necesidad de contar con trabajadores que posean habilidades específicas adaptadas a las nuevas realidades del mercado. No solo se requiere conocimiento técnico, sino también la capacidad de adaptarse rápidamente a los cambios y nuevas formas de operar.
Fuente: Diario El País- España- pag.22, 10 de octubre del 2024.