Recientemente, en un estacionamiento cerca de Seattle, Bill Gates fue fotografiado rellenando baches con asfalto. El multimillonario estaba promoviendo su inversión en una empresa de "utilización de carbono", un sector emergente en la tecnología climática. La captura de dióxido de carbono (CO2) del aire es esencial para frenar el cambio climático, y muchos proyectos planean transportar el gas por ductos hacia un almacenamiento permanente, como cavernas salinas.
Las petroleras, que tienen experiencia en inyectar CO2 en pozos para mejorar la extracción de petróleo, han mostrado interés en esta tecnología. Sin embargo, otras aplicaciones comerciales han recibido menos atención. En el ámbito de la captura, utilización y almacenamiento de carbono, la "utilización" ha sido menos priorizada.
El asfalto que Gates utilizó fue fabricado por Modern Hydrogen, una startup que ha recaudado US$ 100 millones. Esta empresa ha creado un reactor compacto que convierte metano (proveniente de gas natural o estiércol) en hidrógeno puro y carbono sólido. Ya ha demostrado la viabilidad de este proceso en una planta eléctrica y ahora está ampliando su producción.
Dado que el equipo cabe en un contenedor, la empresa cree que los clientes en zonas alejadas de gasoductos podrán acceder fácilmente al hidrógeno puro. El carbono sólido, por su parte, está reemplazando el asfalto derivado del petróleo, lo que Tony Pan, cofundador de la firma, describe como "una aplicación de alto valor".
Otra startup, CarbonFree, en la que invierte BP, anunció un acuerdo de 20 años para aprovechar emisiones de carbono en una planta de US Steel en Indiana. Planea invertir US$ 150 millones en tecnología que combina calcio extraído de la escoria de la siderurgia con CO2 capturado, creando carbonato de calcio, que venderán como aditivo alimentario. Según la Agencia Internacional de Energía, estos proyectos permitirán capturar cerca de 15 megatones de CO2 para 2030.
Aunque esto parezca poco comparado con los 37 gigatones emitidos en 2023, la oportunidad crecerá a medida que los costos de captura de carbono disminuyan. Un informe de BCG y la Iniciativa Climática de Petróleo y Gas estima que entre 430 y 840 megatones de CO2 capturado se utilizarán en aplicaciones industriales para 2040.
La consultora MarketsandMarkets proyecta que el mercado global de utilización de carbono crecerá de US$ 3,000 millones en 2023 a US$ 13,000 millones en 2030. BCG estima que podría alcanzar los US$ 50,000 millones para 2040. Un informe de las Academias Nacionales de Ciencia, Ingeniería y Medicina de EE. UU. sugiere que para 2050, la conversión de CO2 en productos comercializables podría operar a una escala global de varios gigatones al año, proporcionando materias primas alternativas y sostenibles. Sin duda, valdrá la pena agarrar una pala.
Autor: The Economist. Fuente: Diario Gestión - pag.23, 22 de agosto del 2023.