CADENA DE SUMINISTRO Y MEDIDAS PARA EL CLIMA

 

El proceso de suministro de una empresa abarca todas las actividades necesarias para producir, enviar y distribuir productos, desde la adquisición de materias primas hasta la entrega final al cliente a través de los proveedores. Según el informe "Jobs in a NetZero Emissions Future in Latin America and the Caribbean" (2020), las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) de América Latina y el Caribe constituyen el 99.5% de las empresas de la región y son responsables del 61.1% del empleo, aunque solo contribuyen con el 24.6% de la productividad total.

La OCDE estima que las pequeñas y medianas empresas (pymes) generan entre el 60% y el 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en el sector industrial. Por ello, es fundamental incluirlas en las estrategias de descarbonización de las empresas a las que prestan servicios. El informe "Big Challenges, Simple Remedies" de 2024, del Carbon Disclosure Project (CDP), señala que las emisiones de GEI de la cadena de suministro de una empresa son 26 veces mayores que las de su operación directa. Este informe también subraya la importancia de incluir la cadena de suministro en las evaluaciones de huella de carbono, ya que solo el 15% de las organizaciones que reportan en CDP tienen metas de reducción de emisiones incorporadas en su cadena de suministro.

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), en su Informe de Síntesis 2023, enfatiza que el mundo debe ser neutro en carbono para 2050. Para alcanzar este objetivo, se requiere mejorar la eficiencia de los procesos, apostar por las energías renovables e involucrar a los proveedores, atendiendo a las crecientes demandas de reguladores e inversionistas.

Es crucial que las empresas incorporen a toda su cadena de suministro en sus estrategias, incluidas las relacionadas con el clima. Este compromiso implica desde fortalecer capacidades hasta adoptar criterios de contratación sostenibles. Al hacerlo, no solo amplían su impacto, sino que también generan un efecto multiplicador significativo. Este proceso comienza cuando una organización colabora estrechamente con sus principales proveedores, incentivándolos a implementar prácticas sostenibles y apoyándolos para que sean más productivos y rentables. A su vez, estos proveedores pueden influir en sus propios socios comerciales, creando una cadena de acciones positivas. Así, podemos lograr que cada eslabón de la cadena de suministro se convierta en un aliado en la lucha contra el cambio climático, al mismo tiempo que contribuimos a la productividad de las pymes y a la creación de empleos de calidad.


 

Autor: Pia Zevallos. Fuente: Diario Gestión- pag.10, 02 de agosto del 2024.