El mundo empresarial, caracterizado por cambios constantes y esfuerzos crecientes, se esfuerza por garantizar que estas dinámicas se implementen de manera coherente con el uso sostenible de los recursos y la rentabilidad ecológica de las inversiones. La Ley N° 27446 y sus disposiciones constituyen la base del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), guiado por los principios de pertinencia, prevención e indivisibilidad. La significancia indica que el nivel de complejidad y el nivel de impacto ambiental asociado a los proyectos de inversión determina el nivel de instrumentos ambientales necesarios para lograr la certificación ambiental. Desde Declaraciones de Impacto Ambiental (DIA) hasta estudios detallados de impacto ambiental (EIA-d), el alcance varía dependiendo del alcance de estos importantes impactos adversos; qué se debe tener en cuenta al preparar el presupuesto y encargar el desarrollo de una herramienta en particular. El carácter preventivo requiere que el propietario del proyecto presente y evalúe las herramientas antes de su implementación.
No está permitido iniciar ni siquiera la fase de construcción del proyecto sin la aprobación del documento ambiental, que es una importante garantía de viabilidad ambiental. La indivisibilidad indica que la evaluación debe realizarse de manera integral en todos los componentes del proyecto. No es posible realizar dos informes de EIA para el mismo proyecto para garantizar una evaluación de impacto integral. Pero ¿qué pasa cuando una empresa intenta operar de manera más eficiente y decide cambiar aspectos? En caso de cambios, si no son significativos debido al análisis ambiental, permiten la elaboración y presentación de un informe técnico adicional (ITS) para tomar en cuenta los cambios en los proyectos implementados. Si los cambios son importantes, será necesario revisar el perfil ambiental. A veces, la imprevisibilidad de los cambios de componentes propuestos durante un largo período de tiempo (un año) puede dificultar la planificación y la validación de herramientas. Aquí es donde entra la creatividad de los expertos ambientales: conviene presentar muchos factores a través de grandes modificaciones en lugar de pequeños ITS, lo que permite una temporalización y evaluación más cómoda, siempre y cuando se puedan establecer cronogramas de construcción y operación.
Analizar la relación entre las empresas y las herramientas de gestión ambiental es fundamental para crear marcos regulatorios predecibles y reglas ambientales justas. Ajustar las regulaciones para adaptarlas a la dinámica empresarial, combinado con flexibilidad en la gestión de los cambios, garantizará un equilibrio armonioso entre el crecimiento y la protección ambiental.
Autor: Mauricio Black. Fuente: Diario El Peruano- pag.10, 03 de julio del 2024.