Una propuesta al racionamiento eléctrico
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Por Ricardo de la Cruz S.
El temor a um racionamiento eléctrico há llegado a formar parte de nuestras
preocupaciones desde hace dos años. Y, en realidad, los siguientes dos o tres
años se ven apretados, lo que podría agravarse, si no se ejecutan las
inversiones en generación y en transmisión eléctrica.
La respuesta a este problema ha sido implementar medidas orientadas a dinamizar
la oferta, algunas de las cuales va en la dirección correcta, sin embargo toma
tiempo ver sus resultados. La instalación de centrales no se realiza de la noche
a la mañana.
Por ello, en el corto plazo se percibe cierta vulnerabilidad. Si hay una sequía,
o no ingresan en operación las nuevas centrales en las fechas previstas en el
plan de obras, no es impensable que ocurra un déficit. Afortunadamente, muchas
cosas se pueden hacer hoy para evitar un racionamiento mañana. Una de ellas es
sensibilizar la demanda a la variación de los precios, es decir, transmitir a
los usuarios las señales de escasez.
En un mercado común y corriente, un déficit no duraría porque el precio subiría,
el consumo caería y ese seria el fin del problema. La forma en que se definen
las actuales tarifas eléctricas no permite que ello ocurra en plazos cortos. Por
eso, hoy la única manera ordenada de racionar es lograr que todos disminuyan el
consumo e incluso cortar el suministro. Esto es costoso e ineficiente.
¿Qué tan costos e ineficiente es? Un buen punto de referencia es el
racionamiento de 1992. En esa oportunidad, se racionaron 940 GWh, lo que
significo una reducción en 11% respecto al consumo de 1991.
Considerando la sensibilidad del consumo a variaciones en el precio, se estima
que para disminuir el consumo en 11% se requiere que el precio aumente desde US$
0.09 por kWh a poco menos de US$ 0.15 por kWh. Así, el costo medio de cada kWh
racionado eficientemente es de US$ 0.12 por kWh.
De otro lado, en las fijaciones tarifarias se considera un valor aproximado de
US$0.25 por kWh como costo de racionamiento. Es decir, un kWh racionado bajo las
reglas actuales del sector cuesta US$0.13 por kWh más, respecto a un
racionamiento eficiente. Por eso, un racionamiento de 940 GWh cuesta US$ 120
millones mas que un racionamiento eficiente. Este costo es aun mayor, si se
raciona con cortes.
¿Qué se puede hacer? En varios países han funcionado bien variantes del
siguiente mecanismo: permitir que los generadores pacten con los consumidores,
previo pago de premios y ahorros de consumo de energía eléctrica.
Beneficios adicionales de este mecanismo son la reducción de la inversión en
capacidad de reserva para alcanzar el mismo nivel de seguridad y el mecanismo no
solo operaria cuando el déficit es inevitable, sino mucho antes, cada vez que el
costo de generación aumente muy por encima del precio que pagan los
consumidores, lográndose así ahorros considerables.