El BID presentó recientemente un estudio titulado “Cadenas de valor sostenibles: oportunidades y desafíos para la integración productiva y la descarbonización en Colombia, Perú y Ecuador”.
En el caso del Perú, cabe señalar que los eslabones con mayor potencial de integración a las cadenas globales de valor (CGV) son la pesca, la industria textil así como la industria del plástico y el caucho. En las tres redes analizadas se identificaron quince oportunidades para el Perú que podrían incrementar su participación en las CGV. Se identifican una serie de oportunidades generales que permiten una adopción más rápida de CGV. Se identifican una serie de oportunidades generales que facilitarán el progreso en la introducción y eliminación de las CGV.
Las oportunidades de descarbonización se refieren a acciones específicas que se pueden tomar a lo largo de la producción y comercialización de los productos considerados para reducir su huella de carbono. Se han identificado un total de 19 oportunidades de descarbonización para el país, un camino claro a seguir. La mayoría de ellos son de largo plazo y aproximadamente la mitad se centran en el sector pesquero. “Al principio, Peska no tenía intención de participar en el estudio. El gobierno peruano nos instó a incluirlo porque según su análisis calcularon que había muchas posibilidades. Después de todo, él tenía las mayores oportunidades”, dijo a Gestión Javier Beverinotti, economista nacional del BID.
En un futuro inmediato, la industria pesquera podrá recibir certificación ambiental para productos como conchas y camarones, lo que contribuirá a un uso más eficiente de la energía. Por ejemplo, a mediano plazo, es importante implementar mejores prácticas para reducir el desperdicio de pescado: utilizar sistemas de gestión de energía a bordo para optimizar áreas como la refrigeración y la mecánica del rendimiento del motor, y muchos otros campos. A más largo plazo, incluso se habla de descarbonizar la red energética de la acuicultura. Las posibilidades también incluyen: certificación del uso reducido de sustancias peligrosas en diversas etapas del proceso de producción de productos de algodón y fibras sintéticas para la industria textil; e invertir en equipos para aumentar la capacidad de producción de plástico reciclado, incluso en el sector del plástico.
El informe también menciona que las exportaciones agrícolas y alimentarias plantean un alto nivel de riesgo desde la perspectiva de las restricciones comerciales relacionadas con el clima. Beverinotti señala que la modernización y el riego son extremadamente importantes en este contexto. “La cantidad de agua que se desperdicia por falta de sistema de riego. Esto es por lo que debemos esforzarnos", afirmó.
Osmel Manzano, asesor económico regional de la división del Grupo Andino del BID, enfatizó la necesidad de entender que no sólo los países requieren de mejores prácticas, como a la hora de exportar bienes, sino incluso del propio sector privado. “Las grandes empresas internacionales están empezando a marcar la pauta porque saben hacia dónde se dirige el mercado. Las restricciones aparecen incluso antes para las empresas que para los gobiernos. Este es un programa que va más allá del sector público", afirmó.
Fuente: Diario Gestión - pag.16, 13 de diciembre del 2023.