La nueva ley de aguas y la minería



Por Ing. Jorge Vargas Fernández

El Presidente de la Republica, Alan García Pérez, acaba de promulgar la nueva Ley General de Aguas, - Ley de Recursos Hídricos Nº 29338, publicada el 31 de marzo del 2009, que crea una nueva “Autoridad de Aguas”, con un Consejo Directivo como autoridad máxima, integrado por representantes de los Ministerios de Agricultura, del Ambiente, de Energía y Minas, de Vivienda Construcción y Saneamiento, de los sectores públicos productivos, de Salud y Saneamiento, y representantes de los Gobiernos regionales, municipalidades rurales, con representantes de los Usuarios Agrarios, de las comunidades campesinas de las comunidades Nativas, y de la Autoridad Marítima Nacional.

Esta nueva Ley crea los Consejos de Cuenca Regionales e Intrarregionales a iniciativa de los Gobiernos Regionales. También define las clases de uso del agua y su orden de prioridades como uso primario, poblacional y productivo.

Dentro de los usos productivos del agua señala los siguientes tipos:

1.- Agrario.
2.- Acuícola y pesquero.
3.- Energético.
4.- Industrial.
5.- Medicinal.
6.- Minero.
7.- Recreativo.
8.- Turístico y
9.- Ministerio de Transportes.

En virtud de esta Ley, los titulares con licencia de uso, tienen entre otras la obligación principal de utilizar el agua con la mayor eficiencia técnica y económica, en la cantidad, lugar y para el uso otorgado, garantizando el mantenimiento de los procesos ecológicos esenciales y evitando su contaminación.

Luego de varios años de debates, esta nueva ley corrige los defectos de la legislación anterior donde prácticamente había solo una “Autoridad” encargada de administrar este recurso, el Ministerio de Agricultura, con el Inrena y las Juntas de Regantes, ubicadas en cada uno de los valles de nuestro país, que muchas veces cometía errores por favorecer al desarrollo de solo el sector agrario, en desmedro de los otros sectores productivos como el minero, energético o industrial.

Sin embargo es bueno advertir a todos los que amamos el progreso de nuestro país, que muchos conflictos por el agua seguirán produciéndose en nuestro país, debido a la disputa entre los 25 gobiernos regionales, que surgirán como consecuencia de la participación irracional, obligada por la ley de creación de los numerosos 25 gobiernos regionales, creados en el año 2002, que se disputaran el manejo de los Consejos de Cuencas de agua establecidas en la presente Ley Nº 29338.

Esto se explica porque las cuencas de agua son transversales, siguen cursos geológicos naturales (este – oeste aprox.); en cambio los 25 gobiernos regionales fueron creados solo con criterios políticos (copia de los antiguos mapas político departamentales) de esa época, sin ponderar sus características geopolíticas regionales, ni las necesidades de integración étnicas de la costa con la sierra y la selva. Por tal razón se podrían ocasionar conflictos por el manejo de las cuencas de agua en el alto Piura, Olmos y Cajamarca. También entre Arequipa con Cuzco, Arequipa con Moquegua, Tacna con Moquegua, y con Puno. A estos se suman los que ocurrirían entre Ica y Huancavelica.

No obstante las dificultades que tendrá su implementación y aplicación, todos los sectores productivos deben considerar a esta norma como una moderna ley, que promueve el agua para todos los que la necesitan, para que la utilicen bien sin desperdiciarla ni contaminarla.

Al respecto cabe destacar que los que mas contaminan el agua, somos los mineros.

Según las fuentes del PNUD-PNUMA los mayores contaminantes del agua son 1.- Los desagües domésticos (r. coliformes) generados por las grandes ciudades de los centros poblados y 2.- Insecticidas agrícolas y residuos industriales.

En este asunto, lamentablemente debemos reconocer que todavía en el campo minero existe una minería ilegal informal, que esta contaminando con mercurio algunas fuentes de agua en los ríos del sur del país. Sin embargo las ONG ambientalistas anti mineras, financiadas con fondos extranjeros, lejos de combatir a este subgrupo de mineros ilegales, se han dedicado a oponerse a proyectos mineros de los empresarios formales que no usan mercurio y trabajan respetando las normas ambientales. Así, con argumentos falaces sobre la contaminación y demanda del agua, han logrado frenar y paralizar la entrada en producción de importantes yacimientos mineros ubicados a lo largo y ancho de nuestro país.

Es oportuno recalcar que, según fuentes del Ministerio de Agricultura, los recursos hídricos del pais, son consumidos principalmente por el sector agrícola (85%), suministro poblacional (7%), industrial (6%), siendo el sector minero el que consume menos agua (1.1%) del total nacional.

Por otra parte, como era de esperar, la promulgación de esta nueva ley ha generado la protesta natural de diversos gremios que han perdido algún porcentaje de sus poderes, como recientemente ha ocurrido con los integrantes de las Juntas de Usuarios del Agua de los distritos de riesgo del Cuzco, Anta, Colca. Aramayo y Quispicanchis, quienes acaban de realizar un paro en el Cuzco el día 13 de abril para pedir la modificación de varios artículos de la nueva Ley de Recursos Hídricos. Estos manifestantes bloquearon irresponsablemente las principales vías de comunicación terrestre, afectando el normal funcionamiento de esa importante región turística de nuestro país.

El agua en todos los países del mundo es un recurso básico para el bienestar de sus habitantes, es un recurso mineral básico, H2O, utilizado para generar electricidad y como insumo en procesos mineros e industriales. Pertenece al estado y no como algunos pretendían, a unos fuentes, ya sea en las lagunas, y/o cabeceras de cuencas, donde algunos de sus habitantes hasta se creían sus únicos propietarios y usuarios.

Cabe resaltar que en nuestro país, son numerosas las empresas mineras que trabajan cooperando con los pueblos y agricultores vecinos suministrando los apoyos necesarios para la instalación de los servicios de agua para los agricultores, además d e la construcción de centrales hidroeléctricas que se han interconectado con las redes nacionales de energía.

Ahora vamos a citar cinco ejemplos, de los muchos que han aportado las empresas mineras, en el rubro de agua para aprovechamiento agrícola y bienestar de centros poblados.

Primero mencione el caso del Túnel Graton construido por el año 1960, por la empresa minera Cerro de Pasco Corporation, por donde aflora gran cantidad de agua que va al río Rímac para abastecer de agua potable a la ciudad de Lima. Es agua limpia que se filtra a través de las calizas desde los nevados de Ticlio y sale a un caudal aproximado de 60,000 galones por minuto en la época de estiaje y 120,000 en la temporada de lluvias.

La compañía minera Milpo en el año 2006 construyo una planta desalinizadora de agua de mar en Chincha, la cual es bombeada hasta la mina Cerro Lindo, abasteciendo con un caudal aprox. De 40 L/seg. a la población vecina en una zona desértica.

La minera Cerro Verde ha construido la presa Pillones con hasta 80 millones de metros cúbicos para el riesgo agrícola de Uchumayo, en Arequipa, incrementando entre 3,000 y 5,000 Has nuevas al riego.

Recientemente Minera Yanacocha ha utilizado el antiguo tajo de la mina, el cual recubierto con geo membranas, ahora es el reservorio de agua de San José, con 6 millones de metro cúbicos, para almacenar el agua durante la temporada de lluvias, que luego beneficia a los agricultores de la región durante la temporada de estiaje.

La empresa minera Southerm Perú, por la década de 50-60, descubrió un acuífero subterráneo entre Moquegua y Tacna, que ha permitido proporcionar agua durante mas de 30 años, a los agricultores de los valles de Sorata y Sama.

Finalmente debo reiterar lo que dije en una conferencia anterior. En nuestro país hay muchos cerebros, instituciones publicas y ONG involucradas en la ola ambientalista mundial, que apuestan mas por el inmovilismo de nuestros recursos minerales incluido el agua, y por la desintegración de nuestro territorio. Absurdamente, habemos muy pocos empeñados en el ecodesarrollo y promoción de sus ingentes recursos minerales, metálicos y no-metálicos, forestales, biológicos, energéticos y menos en la difusión de los beneficios que recibe nuestro país de su industria minera.