Camisea 5 años después: la agenda pendiente del mercado de gas natural
Por Luis Hidalgo S.
Camisea nunca fue un proyecto fácil. Desde su ubicación geográfica hasta los
problemas políticos que impidieron su explotación en la década de los 80,
siempre enfrento trabas. Y si bien la extracción de gas natural (GN) se hizo
realidad en agosto del 2004, luego de la firma de los contratos de explotación,
transporte y distribución en el año 2000, en la actualidad han surgido algunos
problemas que serian consecuencia de la falta de una adecuada política
energética de Estado.
Nadie puede negar los múltiples beneficios que han traído el gas de Camisea para
el país en su conjunto, pero para que arranque el proyecto se tuvieron que hacer
una serie de concesiones (bajo el argumento de un ‘mercado interno
insuficiente’, tales como incentivos para la inversión y subsidios para el
consumo, entre otros, al punto que antes de concretarse la firma de los
contratos se cuestionaba: “¿Camisea o como sea?”.
En fin, el proyecto empezó a operar en general ha cambiado bien (salvo los
problemas de rotura de poliducto de líquidos) hasta que el saturamiento del
ducto principal de transporte, el año pasado, ocasionado por el vertiginoso
crecimiento de la demanda de GN, puso al descubierto algunos problemas.
Es cierto que la explosión de la demanda interna de gas (que escapo a todos los
pronósticos) obedeció en parte al alto crecimiento sostenido que registro la
economía nacional hasta antes de la crisis mundial y también al fuerte
incremento del petróleo (que supero los US$ 150 por barril), lo que llevo a
sustituir petróleo por gas.
Pero también tuvo una influencia decisiva la renegociación del precio del gas
natural con Pluspetrol que hizo el actual gobierno, siguiendo la tendencia
internacional.
Las opiniones en el mercado están divididas respecto a este subsidio. Incluso,
el actual ministro de Energía y Minas, Pedro Sánchez, cuando asumió el cargo,
señalo que debía sincerarse (subir) el precio del gas para generación,
coincidiendo así con quienes piden lo mismo por considerar que el subsidio ha
ocasionado un uso ineficiente del GN al ser quemado en turbinas de ciclo simple
que consumen casi el doble de gas para producir la misma cantidad de energía y
también porque desincentivan la inversión en hidroeléctricas. No hay que olvidar
que casi el 50% del GN es consumido por el sector eléctrico.
El anuncio de Sánchez no se cumplió, pero cada vez hay mas demandas para este
sinceramiento. Mas aun cuando, según estimaciones privadas, aparte de los
contratos a firme que ha suscrito Pluspetrol para suministrar al mercado interno
(y que a fin de año llegarían a los 450 millones de pies cúbicos diarios, mpcd),
existirían otros 1,000 mpcd en ‘stand by’ listos para suscribir contratos.
Pero Pluspetrol no esta firmando más contratos a firme. Y ello es lógico ya que
la capacidad de transporte no lo permite.
El próximo año entraría en operación el proyecto de exportación de gas natural
licuefactado (LNG), con el cual tiene un acuerdo contractual para venderle 620
mpcd.
Y si bien es factible (ya existiría un compromiso al respecto) de que Perú LNG
le preste su tubo a Pluspetrol para que adicione 550mpcd a los 450mpcd que
transportara el próximo año el tubo de Camisea que viene a Lima, la capacidad
total (de ambos tubos) alcanzaría a entre 1,100 y 1,200 mpcd, que también es la
capacidad actual de procesamiento en Las Malvinas, según preciso Aurelio Ochoa,
ex director de Hidrocarburos y director de Energie Consult.
Lo que tendría que hacerse para satisfacer toda la demanda actual y potencial
(que sumaria alrededor de 2,000 mpcd, incluido el proyecto de exportación) seria
aumentar mas la capacidad de Las Malvinas ( lo acaban de ampliar para incluir al
lote 56), opina Ochoa. Pero eso tomaría dos o tres años. Y es aquí donde toma
fuerza el debate sobre si realmente existen o no reservas suficientes de GN para
el mercado interno y para la exportación.
Por el momento, ‘bendita’ sea la crisis que ha bajado temporalmente la demanda
interna de gas.
Análisis
Aurelio Ochoa Alencaste
Energie Consult
Se necesita revisar la política energética
Imperiosa es la necesidad de revisar la actual política energética con miras a
garantizar, entre otros, un oportuno y eficiente abastecimiento que coadyuve a
sostener el aparato productivo y las necesidades de la población.
Así, resulta indispensable un suministro energético exento de apagones, además
de contar con una reserva eléctrica suficiente que permita precios competitivos
para el consumidor; un abastecimiento gasífero que no restrinja el crecimiento
vertiginoso de la demanda, derivado del aliento tantas veces promovido con
Camisea, hoy frustrado para muchos, como consecuencia de la saturación de ducto
por falta de previsión.
Las estadísticas sin uso, acumuladas cotidianamente en algún recinto
burocrático, ya lo anticipaban.
Urge una política gasífera que deje de priorizar la demanda externa en obvio
desmedro de la interna, inaudita conceptualización sin referente internacional
conocido.
Ante el manejo político de las cifras, resulta impostergable la certificación
internacional de las reservas de gas; hace falta una política hidrocarburíferas
que no solo tenga por objetivo acumular contratos, sino que incentive y
supervise una agresiva perforación de pozos exploratorios, única forma de lograr
algún descubrimiento de gas y/o petróleo.
¿Cuál es el nivel real de las reservas de gas en Camisea?
El tema del nivel de reservas del gas natural que tiene Camisea también esta en
debate. Según las ultimas cifras oficiales, habría 14.1 trillones de pies
cúbicos (TCF) de Reservas Probadas en los lotes 88 y 56 de Camisea (ver tabla).
Más aun, según el MEM, este año ingresarían 2 TCF mas del lote 57 a cargo de
Repsol, con lo cual se llegaría a 16 TCF que serian suficientes para satisfacer
la demanda interna proyectada para 20 años (ver grafico). Además Petrobras
explora en el lote 58 y en las inmediaciones de Camisea habría un potencial
total de 40 TCF.
En el mercado se sabe que las reservas encontradas en el lote 57 son producto de
un pozo exploratorio por lo que es seguro que van a ser certificadas. Pero
Repsol todavía no ha confirmado cuantas TFC hay.
En cambio, los 2 TCF que se acondicionaron a Camisea para llegar a los 14 TCF
que ahora hay según el MEM, no es producto de pozos exploratorios sino una
“reevaluación de reservas”. Y esta forma de adicionar reservas no es aceptada
internacionalmente, refiere Aurelio Ochoa.
Además, continua, si se consideran solo las Reservas Probadas Desarrolladas de
gas natural (que son aquellas que si garantizan que se va a recuperar el 100%
del gas y no solo 90% como es en el caso de las Reservas Probadas), en los lotes
88 y 56 las reservas no llegan en conjunto a las 4 TCF, según la ultima
información oficial del MEM contenida en el Libro Anual de Reservas, agrega.
Estos son temas que el MEM debería precisar.
Sin embargo, coincidiendo con los inversionistas, considera que el problema no
es el nivel de reservas (aunque estima que durarían menos de 20 años) sino la
capacidad del transporte.